Luego de que se confirmara que el fiscal Ezequiel Walther, y la jueza Cecilia Más Saadi, pidieron y otorgaron la libertad a un acusado de abuso sexual, en las redes sociales comenzaron a aparecer denuncias públicas por causas que fueron archivadas por el mismo representante del Ministerio Público fiscal. 

Catamarca/12 habló con dos mujeres que pidieron justicia públicamente y reclamaron por el tratamiento que le dieron a sus denuncias. Ambas relataron sus historias de abuso y cómo las afectó emocionalmente que se les negara seguir investigando lo sucedido. Además, mencionaron que por falta de dinero no tuvieron la posibilidad de contar con abogados querellantes que pudieran asesorarlas.

J.C., que hoy  tiene 30 años, contó que desde sus 5 años hasta los 11 su tío paterno abusó carnalmente de ella. Por diferentes razones, no pudo hablar en su momento. “El 11 de abril de 2019 me animé a hablar. Transité una vida con mucho dolor y bronca, y finalmente pude decir y lo denuncié en la Unidad Judicial N° 2. Luego mi denuncia ingresó a la fiscalía N° 4 que está a cargo de Ezequiel Walther, quien tomó la decisión de prescribir mi causa por los años que pasaron”, dijo.

“Sin embargo, por tiempos reales, y por las leyes que rigen, yo sé que no estaba en estado de prescripción. Hoy la denuncia se encuentra en el Juzgado de Garantías N° 3 quienes aún no me autorizan retirar, por carecer de abogado, una copia de mi denuncia”, contó.

La mujer, señaló que "el dolor no prescribe", y que siempre cargó con el estigma de ser una víctima de abuso sexual “y con la incapacidad de la justicia. Los juegos no eran juegos, sino violaciones reiteradas. No me callo más, y voy a seguir luchando contra este sistema que nos revictimiza todo el tiempo. Él me amenazó reiteradas veces, destruyendo mi cuerpo, mis emociones y psicológicamente”, aseguró.

“Walther me prescribió la causa, me derivó a la oficina de asistencia a las víctimas como una suerte de consuelo”, concluyó.

Por su parte, G.Z., la otra joven que denunció a través de las redes sociales, le dijo a este diario que la denuncia formal la radicó en 2019 “y esta encajonada gracias al fiscal que defiende a los agresores y no a las víctimas”.

“Los hechos de abuso de los que fui víctima sucedieron cuando tenía 6 años y hasta mis 8 fui sometida carnalmente por un sujeto que es docente de música y conocido porque también es músico en el ambiente. Además trabaja como administrativo en la policía de la provincia. Tenía 29 años cuando me animé a denunciar, pero tuve la mala suerte que me tocó el fiscal Walther, el cual me atendió de mala gana, me dijo que se caía la denuncia porque ya había pasado tiempo, cuando eso no es verdad”, señaló.

La joven contó que tras la negativa del fiscal de investigar su causa, “me sentí muy mal, por el trato que tuve. Ese mismo año tuve un intento de suicidio porque me dolió mucho todo esto. Además, sé que no soy la única víctima y que él sigue trabajando con niños”. 

“Me cansé de ir y siempre eran respuestas incoherentes que me daba el personal con quien él -Walther- trabaja. Realmente Catamarca no está capacitada para contener a las víctimas desde el punto judicial, no te imaginás lo mal que te hacen sentir, hasta culpable”, señaló angustiada.

La Ley 27.206 establece que no prescriben los plazos para delitos contra la integridad sexual de las personas y que estos plazos comienzan a correr desde el momento en que se radica la denuncia. La causa contra el sacerdote Moisés Pachado, en diciembre del año pasado, sentó precedente en Catamarca cuando la Cámara de Apelaciones actuó con perspectiva de género, y dijo que el abuso denunciado, sucedido 23 años atrás, no estaba prescripto.

Marcha

Por su parte, familiares de la nena de 6 años, cuyo abusador quedó libre por pedido del fiscal Walther, marcharon frente a Fiscalía ayer miércoles en pedido de justicia. Según relataron, fueron atendidos por el funcionario judicial, quien les dijo que la causa había sido apelada por la defensa del imputado y que por esta razón no se envió a juicio.