La final de la Copa América entre Brasil y Argentina del próximo sábado tendrá la presencia de hasta 4.000 personas en el mítico estadio Maracaná, aunque no habrá venta de entradas sino invitaciones especiales, según acordaron este jueves la Conmebol y el gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
Así lo indicaron fuentes diplomáticas, las que detallaron que para el ingreso al escenario del encuentro decisivo del próximo sábado a las 21 se necesitará un testeo PCR (hisopado) negativo.
Del total de personas permitidas, se dividirán mitad y mitad entre ambos países, aunque en el caso de los argentinos deberán ser residentes en Río de Janeiro o alguna otra ciudad brasileña.
Además de la AFA, las invitaciones gratuitas serán cursadas a través del cónsul general argentino en Río de Janeiro, Claudio Gutiérrez, durante las próximas horas.
El público que esté en el estadio será al margen de aquellos involucrados en la organización, cuya habilitación llegó a través de un pedido de Conmebol que aceptó el ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, porque la Copa América "no incidió en la pandemia".
En ese sentido, según los reportes de la casa madre del fútbol sudamericano, hubo hasta el momento 166 personas contagiadas vinculadas a la Copa América, incluidos empleados de empresas prestadoras de servicios.
El pedido de Conmebol, en un principio, fue similar al que hizo en el mismo escenario para la final de la Copa Libertadores entre Santos y Palmeiras, que tuvo un 10 por ciento del aforo total de 78.000 espectadores.
Desde bien temprano, los medios brasileños dieron cuenta de esa solicitud, que quedó también a expensas de la decisión de la Prefeitura de Río de Janeiro, que tenía que dar las garantías de seguridad.