El 66,7 por ciento de lxs referentes feministas de Argentina y Chile, y un 50 % de Paraguay y Uruguay, fueron objeto de amenazas contra su integridad física, integridad sexual y, en último término, contra su vida. Argentina y Chile son los países en los que la mayoría declara haber sufrido las tres modalidades de violencia, estigmatización, agresiones e insultos, y amenazas directas: 4 de 6 personas en cada país. Además, un 46 % recibió mensajes intimidatorios personales, 33 % en la vía pública, y el 4,2 % en su domicilio. De los cuatro países relevados, la Argentina es donde más aumentó la violencia antigénero y, como contracara, donde hubo menos debate entre quienes promueven la agenda de la igualdad de género y quienes se oponen a ella.
Los datos surgen de la investigación regional sobre redes sociales y medios de comunicación, “¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?”, realizada por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur, entre agosto de 2019 y julio de 2020, a partir del análisis de cuentas de Twitter de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, “con el objetivo de detectar acciones estigmatizantes y discriminatorias que, por violentas, acallan voces y empobrecen el debate público en torno a la agenda de la igualdad de género”, explica el informe. La violencia colabora en la consolidación de “burbujas” al interior de cada universo ideológico afín, “ya que los mensajes agresivos fomentan el bloqueo de las/os usuarias/os y/o la no lectura de los comentarios; lo que resta posibilidades de intercambio”. Las/os activistas feministas —aún cuando el 70 % estén dispuestxs al diálogo con quienes tienen un discurso antigénero—, redujeron en un 50 % sus opiniones, y el 60 % dejó de leer notificaciones en las redes, a partir de las reacciones de odio.
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