Los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio condenaron a Walter Alejandro Espinoza a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el género, en perjuicio de Agustina Guedilla, cometido en diciembre de 2019 en el barrio salteño Palermo II.
Sobre el condenado pesaba también una acusación de intento de homicidio contra una chica trans, unos días antes de que asesinara a la adolescente de 16 años. Pero por ese hecho Espinoza resultó absuelto por la aplicación del beneficio de la duda.
El tribunal colegiado estuvo integrado por los jueces María Victoria Montoya Quiroga, Ángel Amadeo Longarte y Carolina Sanguedolce, que ordenaron que el condenado permanezca alojado en la cárcel penitenciaria local. Además, dispusieron que se le realice al imputado el examen médico y extracción de muestras genéticas para su inscripción en el banco de datos correspondiente.
Los jueces rechazaron el planteo de inconstitucionalidad de la prisión perpetua presentado por la defensa técnica del acusado, que estuvo a cargo del defensor oficial Jorge Eduardo Bonetto.
Por el Ministerio Público intervino la fiscala Mónica Poma, de la Unidad de Femicidios. Luciano Romano y Laura Flores Mejía actuaron en la parte querellante.
Espinoza fue condenado por un hecho cometido el 5 de diciembre de 2019. Esa mañana, alrededor de las 9.30, la policía tomó conocimiento del hallazgo del cuerpo sin vida de una adolescente, en la cancha “Los Vallistos” del barrio Palermo II. La persona que encontró a la joven estaba realizando actividades físicas en el predio cuando alcanzó a ver el cuerpo. Al acercarse observó que se trataba de una mujer en posición de cúbito dorsal, con ambas piernas flexionadas. Tenía un trozo de escombro de gran tamaño sobre la cabeza.
Ese mismo día, se presentó en la dependencia policial la madre de Agustina Guedilla, manifestando que su hija había salido de la casa la tarde anterior y no había regresado. Cuando los oficiales le exhibieron las prendas de vestir de la víctima encontrada en el predio “Los Vallistos”, la mujer las reconoció como la ropa que llevaba su hija al retirarse de su casa. Además, aportó a la policía que sus otras hijas le habían comentado que Agustina había intercambiado mensajes en la de red social Messenger con un hombre que le pedía una cita. Al retirarse de su casa, la víctima dejó abierto el chat en el celular de su hermana.
En la jornada del martes, Espinoza admitió que se iba a reunir con ella pero negó haberla asesinado, para lo cual elaboró una enredada versión en la que sostuvo que la cita era en la comisaría del barrio, pero ante la tardanza fue hasta la cancha y allí en el baño vio un cuerpo. Tras eso se alejó rápidamente por miedo a que se lo acuse de algo y cuando se enteró que se trataba de la chica con la que iba a encontrarse decidió bloquearla de las redes sociales.
El femicida es oriundo de El Carril, y logró esquivar una segunda condena por el intento de transfemicidio del que lo acusó la propia agredida.
Sin embargo, para el tribunal la versión de la mujer no fue lo suficientemente contundente y tampoco se accedieron a pistas u testimonios que indiquen con certeza la participación de Espinoza en este hecho.