La detención en Haití de James Solages, de 35 años y ciudadano estadounidense, el primero de los sospechosos que fue identificado en la investigación por el asesinato del presidente Jovenel Moise, causó sorpresa entre la comunidad de haitianos en el sur de Florida. Schubert Dorisme, residente en el condado Broward, confirmó que el detenido viaja de forma regular a Haití para hacer trabajo social y que está muy vinculado a organizaciones sociales en el sur de Florida que trabajan a favor del país caribeño.
En 2019 fundó una organización benéfica a favor de la localidad costera de Jacmel, en el departamento Sureste de Haití. "No hay forma de que eso haya sucedido. Por eso digo que probablemente alguien más lo usó", declaró al canal Local 10 Schubert Dorisme, cuya esposa es tía de Solages y conoce al arrestado desde hace siete años. De acuerdo con Dorisme, de 62 años, Solages no había hablado con él sobre sus creencias políticas, y no tiene idea de cuál pudo haber sido el motivo para participar en el magnicidio de Moise.
La comunidad haitiana en Estados Unidos tiene raíces profundas, que comenzaron hace más de un siglo con las intervenciones norteamericanas en el Caribe. La inestabilidad política permanente y la miseria de la vida en la república isleña mantuvo un fuerte flujo de emigración. El terremoto de 2010 que arrasó con la capital, Port au Prince, causó un pico en este movimiento de personas y reforzó a la comunidad emigrante, en particular en el más cálido sur.