Un novedoso robot humanoide llamado Alex fue presentado por la empresa Promobot durante la exposición internacional “Innoprom” que se llevó a cabo entre el 6 y 9 de julio en la ciudad de Ekaterimburgo, Rusia. El robot comenzará a atender al público en los próximos meses en un centro multifuncional de servicios gubernamentales y municipales de Ekaterimburgo.
El director de desarrollo de Promobot, Oleg Kivokurstsez, explicó en qué consistirá el trabajo de Alex: “El cliente llega a una ventana vacía, donde el robot realiza las manipulaciones necesarias con los documentos. Alex está conectado a otros dispositivos y servicios, así que puede escanear los documentos y formar una declaración sobre la base de esto. El visitante entonces firma los papeles, el robot los escanea y los envía al sistema de información. Además, la máquina puede asesorar sobre servicios, imprimir cupones y memorandos”.
Alex también puede reproducir más de 600 variantes de micromímicas humanas gracias a una tecnología y un diseño desarrolladas por la propia empresa. Esto le permite copiar las expresiones faciales de una persona, como mover los ojos, las cejas, los labios, comunicarse y responder preguntas.
Sin embargo, a pesar de que incluso posee una piel artificial con poros y arrugas, Alex todavía realiza ciertos movimientos antinaturales y tiene una gran cámara redonda en su pecho que lo revela como máquina.
El presidente del consejo de administración de la empresa, Alexei Yuzhakov, señaló hace seis meses que el objetivo de esta iniciativa es generar una mayor confianza hacia las máquinas que realizan determinado tipo de trabajos que requieren de actitudes sociales.
“Resultó que una persona robótica recibió los comentarios más positivos de los clientes. Es decir, la fórmula ideal para la prestación de servicios es la apariencia de una persona más la comunicación mediante un script de robot. Un hombre nunca hablará como un robot, pero un robot que parece un hombre está a la vuelta de la esquina”, aseguró Yuzhakov.
El prototipo de Alex está basado en el mismo Alexey Yuzhakov, a quien se le tomaron 11 impresiones de silicona de su cara con el fin de realizar una digitalización en un modelo 3D, donde se diseñaron las expresiones faciales.
Los autores de la iniciativa aclararon que las caras de los robots siempre son más anchas debido a que la silicona es más gruesa que la piel humana, al tiempo que parecen más maduras porque no hay tono muscular.