La expansión de la variante Delta del coronavirus, detectada por primera vez en India y ya presente en varios países de la Unión Europea (UE), ha obligado al bloque a fortalecer o restaurar medidas para detener su propagación, mientras continúa la campaña de vacunación para alcanzar la inmunidad de rebaño.
Las decisiones sobre las restricciones a tomar para contener la pandemia son dispersas dentro de la UE. Malta, por ejemplo, se despegó de las medidas comunitarias y sus autoridades anunciaron --con la esperanza de detener un aumento de nuevos casos-- que solo podrán ingresar a su pequeño territorio quienes estén vacunados, ya que consideran que una prueba de PCR negativo no es suficiente.
El secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, lamentó este domingo la decisión de Malta de cerrar sus fronteras a los viajeros no vacunados. “No lo estoy condenando, pero la decisión que ha tomado Malta es contraria a las normas europeas y creo que debemos ceñirnos a nuestro marco y aplicarlo plenamente. Este marco es el del pase sanitario europeo”, dijo en el canal Europe 1.
Mientras tanto, España y Holanda endurecen las restricciones para luchar contra la covid-19 y Francia se prepara para tomar nuevas medidas. Además, crece el temor de que la enfermedad, a partir de la progresión de la variante Delta, sumamente contagiosa, se propague aún más durante la final de la Eurocopa, que enfrentará este domingo a Italia e Inglaterra frente a 65.000 espectadores en el estadio de Wembley.
Según los especialistas, el principal peligro no se encuentra en el estadio sino en las reuniones sociales en espacios cerrados que se organizarán para ver la final, sobre todo en Reino Unido, donde se levantaron casi todas las restricciones y donde se registraron 30.000 nuevos casos diarios durante la última semana. "Insto a la gente a no reunirse en grandes cantidades", solicitó el comisionado adjunto Laurence Taylor de la Policía Metropolitana en un comunicado.
Riesgo de las nuevas variantes
Desde el comienzo de la pandemia, según fuentes oficiales, el coronavirus ya se cobró la vida de al menos cuatro millones de personas en todo el mundo (aunque la OMS cree que esa cifra podría ser dos o tres veces más alta). Estados Unidos es el país más afectado, con más de 607.000 muertes y más de 33,8 millones de casos registrados. Le siguen Brasil (casi 533.000 muertos), India (407.000), México (234.000) y Perú (194.000).
La variante Delta, considerada la más contagiosa de las circulantes, está provocando brotes en Asia y África y aumenta el número de casos en Europa y Estados Unidos.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, afirmó este domingo que estaba "muy preocupada" por el riesgo que pueden representar las nuevas variantes del coronavirus para la recuperación económica global. "Estamos muy preocupados por la variante Delta y por otras variantes que pudieran surgir y amenazar la reactivación", expresó Yellen en conferencia de prensa tras la cumbre del G20 de Finanzas en Venecia.
"Tenemos una economía global conectada, lo que ocurre en una parte del mundo afecta a todos los demás países" señaló Yellen. "Las variantes representan una amenaza para todo el mundo" insistió, e instó a "trabajar juntos para acelerar el proceso de vacunación y llegar al objetivo de vacunar al 70% de la población mundial el año próximo".
Si bien el 70% de la población está vacunada en algunos países desarrollados, la cifra es inferior al 1% para los países de bajos ingresos, según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Mientras que la UE anunció este sábado que había alcanzado su objetivo de tener dosis suficientes para inmunizar al 70% de su población adulta en julio, en países como Bangladesh, por el contrario, solo se vacunaron 5,8 millones de los 169 millones de personas que componen su población.