El multimillonario Richard Branson logró cumplir su apuesta: tras fundar Virgin Galactic hace 17 años y soñar con cruzar la última frontera del planeta, el británico pasó este domingo unos minutos en el espacio a bordo de una nave de su propia empresa de turismo espacial.
VSS Unity, la nave de Virgin Galactic en la que iba Richard Branson con dos pilotos y otros tres pasajeros, pasó unos minutos en el espacio, a 86 kilómetros de altura, antes de descender y aterrizar en Nuevo México, cerca de las 9.40, hora local (12.40 en Argentina).
"Una experiencia única en la vida", comentó Branson poco antes de volver a la estación Spaceport America y convertirse en el primer multimillonario en viajar al espacio en una nave desarrollada por una empresa que él mismo fundó: así le "ganó" la carrera a Jeff Bezos, quien espera conseguir el mismo hito el 20 de julio.
"He soñado con este momento desde que era un niño, pero sinceramente nada puede prepararte para la vista de la Tierra desde el espacio", añadió sonriente durante una ceremonia posterior al vuelo.
El objetivo de Branson durante este viaje era probar y evaluar la experiencia que vivirán sus futuros clientes. Otros multimillonarios ya han estado en el espacio en la década de 2000, pero a bordo de cohetes rusos.
El viaje
Tras leves demoras por las condiciones meteorológicas, un enorme avión que transportaba la nave espacial realizó un despegue horizontal desde la base Spaceport America alrededor de las 8.40 locales. Y una vez que alcanzó unos 15 kilómetros de altura, la nave se desprendió e inició un ascenso supersónico, hasta superar los 80 km de altitud, el punto establecido en Estados Unidos para la frontera espacial.
Cuando se apagó el motor, los pasajeros pudieron desprenderse de sus asientos y flotar durante unos minutos en ingravidez, admirando la curvatura de la Tierra desde una de las 12 ventanas de la cabina. Luego, la nave volvió a Tierra planeando.
Virgin Galactic planeó la construcción de Spaceport America en el desierto de Nuevo México, a menos de 100 km al norte de la pequeña ciudad de Las Cruces, un proyecto financiado en gran medida por este estado del suroeste de Estados Unidos.
La base incluye una pista de más de 3,6 km de longitud y un edificio con espacios dedicados a las operaciones de vuelo, así como a la recepción de futuros clientes.
¿Vuelos regulares para 2022?
Tras el éxito del domingo, la compañía de Richard Branson prevé dos vuelos más de prueba para luego iniciar operaciones comerciales regulares para principios de 2022. Y, a largo plazo, pretende realizar 400 vuelos al año desde Spaceport America.
Pese a que aún no hay una fecha definida, unos 600 boletos ya fueron vendidos a personas de 60 países por un precio de entre 200.000 y 250.000 dólares. El costo elevado hace que la experiencia sea solo para unos pocos privilegiados.
Sin embargo, Branson insiste en que “el espacio es de todos”, por lo que lanzó un concurso, a través del sitio web Omaze, para que los fanáticos ganen dos billetes gratuitos para los vuelos de Virgin Galactic y una visita guiada en persona a la estación espacial.
La competencia en el sector del turismo espacial, cuyo inminente inicio se viene anunciando desde hace años, se aceleró vertiginosamente este mes: al vuelo del magnate británico se sumará el del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, que también tiene previsto surcar los cielos el 20 de julio con su propio cohete, bautizado New Shepard y desarrollado por su empresa Blue Origin.