El martes por la noche, cuando se celebraba la segunda reunión semanal entre intendentes del conurbano, dirigentes del PJ bonaerense y referentes de La Cámpora para organizar un sector del peronismo en la provincia de Buenos Aires de cara a las primarias y los comicios legislativos, hubo que hacer lugar para una invitada sorpresa: la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se hizo presente para dialogar con los comensales, ensayar una crítica al modelo económico del gobierno nacional e insistir en la necesidad de consolidar un polo que apueste por la unidad de toda la oposición para derrotar a Cambiemos en las elecciones y ponerle un freno al rumbo que Mauricio Macri está imprimiéndole al país.
La presencia de CFK en esa mesa, justo antes de viajar a Europa, donde dará una serie de discursos en Grecia, Bélgica e Inglaterra y mantendrá reuniones con líderes y referentes políticos, fue una señal clara de que la ex mandataria permanece atenta a la evolución política en el territorio bonaerense. No dio definiciones sobre su eventual candidatura pero se mostró como la principal referente con la que cuenta el peronismo en la actualidad. Según describieron los presentes, escuchó más de lo que habló, preocupada por la situación en cada uno de los municipios. La dinámica fue similar a la de los encuentros que había protagonizado hace un año en el Instituto Patria.
Igual que en esa ocasión, después de pedirle a cada intendente un diagnóstico de la situación en los municipios a casi un año y medio de gobierno de Cambiemos en la Nación y la provincia de Buenos Aires, CFK les dijo que deben estar "cerca de los ciudadanos" escuchando sus demandas y tratando de solucionar los problemas del día a día, como sucedió con los despidos y con el aumento de tarifas. Además, vaticinó que la crisis económica se va a profundizar y advirtió que el gobierno nacional podría intentar acudir a la caja del sistema previsional para solucionar sus próximas urgencias.
Durante su intervención, Fernández de Kirchner insistió en la necesidad de avanzar hacia la conformación de un gran frente opositor que sea lo más amplio posible e incluya a todos los sectores del peronismo y otras fuerzas que quieran poner un freno a las políticas económicas de Cambiemos. En un diálogo de ida y vuelta, se hizo énfasis en la importancia de armar listas "sólidas" que sean a la vez "competitivas" electoralmente y "confiables" en el sentido de evitar "que se fuguen" diputados elegidos con una plataforma opositora para facilitar la aprobación de proyectos oficialistas.
La mesa era grande: dieciséis jefes comunales, más autoridades partidarias y referentes de La Cámpora ocuparon el quincho. Hubo, además de Fernández de Kirchner, cinco invitados que no habían estado en la primera cena: el flamante jefe del bloque de diputados de la provincia, Juan José Mussi, la diputada nacional Mayra Mendoza y cuatro jefes comunales: Gustavo Arrieta (Cañuelas), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Alberto Descalzo (Ituzaingo) y Hugo Corvatta (Saavedra). Los organizadores prometen seguir sumando invitados en cada cita, hasta terminar por incluir a todo el peronismo bonaerense y los principales aliados que conformarán el frente opositor.
Además, repitieron respecto al martes anterior los intendentes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Verónica Magario (La Matanza), Juan Pablo de Jesús (Partido de La Costa), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas); Gustavo Menéndez (Merlo); Julio Pereyra (Florencio Varela); Walter Festa (Moreno); Jorge Ferraresi (Avellaneda); Mario Secco (Ensenada); Pablo Zurro (Pehuajó); Ariel Sujarchuk (Escobar); Francisco "Paco" Durañona (San Antonio de Areco) y Juan Ustarroz (Mercedes); el titular del PJ bonaerense Fernando Espinoza y los diputados Cabandié, Máximo Kirchner, Andrés Larroque y Eduardo "Wado" De Pedro.
El encuentro "evidenció que el liderazgo de Cristina no puede soslayarse en el peronismo actual", destacó uno de los intendentes que se sorprendió por la presencia de la ex mandataria. "No se trata de volver a lo de antes sino de construir un nuevo peronismo con lo mejor de las reivindicaciones de los últimos doce años --advirtió otro--. Ya no hay una sola lapicera, es un espacio más horizontal. Pero el cariño de la gente hacia Cristina es evidente para cualquiera que camine el conurbano y su presencia es positiva" mirando hacia el futuro.
De todas formas el camino hacia la unidad no carece de obstáculos. El sector que se organiza alrededor de la todavía virtual candidatura de Florencio Randazzo se resiste a sumarse, en esta instancia, al armado que sigue a CFK e insiste en la necesidad de ir a las PASO para dirimir el liderazgo. Según uno de los organizadores del asado de ayer, el ex ministro de Interior y Transporte fue invitado pero declinó el convite. Desde cerca de la expresidenta aseguran que aunque "el escenario ideal sería cerrar entre todos una lista", en caso de que no se llegue a ese acuerdo "las internas son un método válido para llegar todos juntos a octubre".