Phoeb vive en Villa del Parque y siempre sintió atracción por el teatro callejero. Cuando amanecía la democracia en la Argentina formó parte del grupo Teatro libre y así recorrió plazas y calles hasta que empezó a tocar la guitarra en un grupo punk. Y cuando se calmó un poco hizo el profesorado de Yoga en el Centro Ananda.

¿Desde cuándo te dragueás?

-En verdad desde hace muy poco. Cuando fui a hacer una performance de acroyoga a un evento, a mediados del 2000 en la fiesta me encuentro con stripers, drags, mesas con juguetes sexuales. Todo era muy divertido y los drags me fascinaron. Esa fascinanción la androginia quedó impresa en mí. Al comienzo de la pandemia surgieron algunas cosas que se combinaron para que empezara a draguearme. Dos meses antes de la pandemia reemplazo a Karen Bennett en la banda de Peter Pank y los chicos perdidos. Ahí es cuando surge la idea de proyectar un personaje drag… aparece el aislamiento. Recordé enseñanzas que una aprende a través del tiempo: hasta la persona más tonta posee un talento; entonces me dije ‘Eureka, tengo una oportunidad’. Metí todo en una licuadora, teatro, circo, música, yoga, y nació Phoeb.

Phoeb camina de espaldas hasta llegar a la mini heladera donde agarra una pizarra negra. Vuelve mirando a la cámara con el cartel en letras blancas, escrito con tiza, que dice: “Hoy channa aur, smila mirch (garbanzos fritos con pimientos). Phoeb nunca abandona su oscura alegría. Los dientes blancos y parejos brillan detrás de sus labios negros y estirados como la sonrisa del Joker. Como un mino nos enseña la receta: sin hablar, indicando las medias con los dedos y mostrando los alimentos en una tabla de madera.

¿Cómo surgen los mini programas de cocina que hacés por Instagram?

-Son recetas fáciles y alternativas. Vegetarianas, o para complementar una dieta. No impongo ninguna filosofía, ni digo que esa es la alimentación ideal. Pero muchas me han escrito agradeciendo por darle nuevas ideas y eso me da placer porque de alguna manera estoy colaborando y compartiendo lo que como. No busco seguidores, ni fama, ni dinero; lo hago para divertirme y trasmutar estos momentos de crisis social.

Hace más de 15 años que das clases de yoga…

Si, una se tiene que adaptar todo el tiempo. Pasé de tener 50 alumnos a 20 (por protocolo), luego 10, y después tuve que ir a una plaza. Los mecanismos fueron mutando y con esto puedo comer, además de transmitir un conocimiento y ayudar a las personas a calmar la mente.

Pero no te quedás quieta… También estás produciendo una película…

-Sí, junto con el director de cine Goyo Anchou. Va a ser en la primavera, sobre familias LGBT, para ver con niñes, hijes, sobrines. Es autogestiva y vamos a necesitar de todas las personas que quieran colaborar: bailarinas, drags, gente que nos preste locaciones, autos. Será hecha en comunidad.

Instagram: medicenphoeb