El "cuco" Mineiro, el mejor de la zona de clasificación, el candidato en esta llave poco pudo hacer en la Bombonera, aplacado por un equipo que corrió mucho y se mostró muy ordenado para cuidar su arco. Boca anuló a los brasileños confió en que alguna ocasión iba a tener, la tuvo, metió un gol, pero los árbitros se lo anularon.

A los 35 minutos, en la mejor jugada de Boca del primer tiempo, Weigandt se fue por la punta derecha, amagó, enganchó, y por fin tiró el centro buscando a González, quien estaba parado entre el punto del penal y la entrada al área chica. Allan rechazó defectuosamente, apenas molestado por Briasco, levantó Rever y González terminó cabeceando entre las manos del arquero. 

El árbitro marcó el centro del campo, los brasileños se volvieron locos reclamando falta de Briasco, llamaron los del VAR, el árbitro vio varias veces la repetición y todo para atrás. Sin goles. Esa jugada, más otro cabezazo de González que Sacó Everson, y un tiro de media distancia de Rojo habían sido las únicas apariciones ofensivas del equipo de Russo en la primera mitad.

En el otro lado un tirito de Hulk fue el único intento más o menos serio de los visitantes, de poner en apuros a Rossi. Poco, por cierto, en 45 minutos embarullados, más conversados que jugados, con muchas interrupciones, aburrido.

Russo se había propuesto cortar todos los circuitos de juego de Atlético Mineiro, y ver qué pasaba después con las intervenciones individuales de Pavón, Villa o Briasco. La primera parte del plan se cumplió por el compromiso colectivo de cortar, molestar, reducir los espacios, doblar las marcas.

Los brasileños, que vienen de una maratón impresionante de partidos, mostraron algunas buenas intenciones, pero no pudieron progresar para generar algún peligro pero dieron la sensación de que muy rápido se quedaron satisfechos por el empate.

La nueva versión de Boca se pareció bastante a las anteriores. Las nuevos cumplieron con lo que les tocaba en el armado defensivo, y es prematuro pedirles que cambien la cara del equipo. Briasco se mostró muy activo, muy movedizo, pero incómodo entre los centrales rivales, Rolón, correcto en los pases cortos se animó una vez a patear desde afuera y nada más.

Los dos laterales de Boca no tuvieron demasiados inconvenientes con los delanteros mineiros. Weingandt se animó a subir un poco más, y metió un centro muy bueno en la jugada del gol anulado. Orsini entró en los últimos minutos y casi no tocó la pelota.

Imagen: AFP


Boca no cambia la cara porque no elabora, no tiene a uno que arme, no puede sacar la pelota prolija desde el medio, y limita sus chances a que a Villa le salga una (jugó flojísimo) o Pavón (un poco mejor) se inspire. Las mejores chances tuvieron como protagonista al "Pulpo" González, en quien confía mucho Russo por la buena pretemporada que hizo.

La semana que viene Boca debe ir a Belo Horizonte con el empate en el bolsillo, y con el recuerdo de que en la ultima Copa empató en cero de local con Santos y en la revancha se comió tres.