El juez Sebastián Fucho, de Metán, absolvió de forma lisa y llana a una madre que fue érroneamente acusada de prostituir a su hija menor de edad. La acusación llegó luego de que la mujer denunciara a un finquero de la zona que abusaba de la niña, lo que se demostró en otra causa, en la que el hombre fue condenado.
A pesar del avance de este último proceso, y de que la propia nena aclaró luego que había sido obligada a acusar falsamente a su madre, el entonces fiscal de Anta, Gonzalo Gómez Amado, requirió el juicio en contra de la madre acusándola de facilitación de la prostitución de su hija. Y el juez de Garantías Héctor Guzmán, elevó la causa a juicio.
El debate oral contra la mujer se realizó en la última semana de junio. En las audiencias surgió que el fiscal omitió añadir en la requisitoria una tercera declaración en cámara Gesell en la que la niña contaba que había sido coaccionada a declarar contra su mamá por Jorge Bejarano, a quien su madre había denunciado por corrupción de menores en perjuicio de la niña.
Esta nena, que ahora es una joven mayor de edad, declaró en el juicio oral negando que la madre la haya prostituído. El juez Fucho consideró que tras este testimonio "es lógica consecuencia dictar sentencia absolutoria", según sostuvo en los fundamentos de la sentencia absolutoria, que se conoció el 5 de este mes. También advirtió que la niña víctima declaró tres veces en cámara Gesell, "situación anómala contemplando la legislación vigente de protección de menores", que busca no revictimizar a lxs ñiñxs.
Consideró asimismo el magistrado que esta declaración, de la niña ya joven, fue "de importancia supina", ya que "manifiesta como fue su accionar en cada una de las Cámara Gesell, y de manera contundente niega haber sido prostituida por su madre, agregando que gracias a ella está bien en su vida. Es este testimonio el mismo que dio en su tercera Cámara Gesell. De la inmediación de la audiencia de debate se permite inferir la veracidad del relato".
También la asesora de Menores e Incapaces María Susana Zenzano Poma, que en principio había denunciado a la madre basándose en la primera declaración de la niña y luego advirtió que las cosas eran diferentes, aseguró en el juicio que la mujer acusada es inocente. Además, la actual fiscala de la causa, María Celeste García Pisacic, pidió la absolución por el beneficio de la duda. El juez se inclinó por la posición del defensor oficial Juan Manuel Salinas, y dictó la absolución lisa y llana.
Salinas explicó a Salta/12 que su defendida está en condiciones de iniciar una demanda al Estado por los daños y perjuicios causados y reclamar una indemnización. La madre y la niña, ahora joven, ambas víctimas y sobrevivientes, son de un pueblo del departamento Anta.
Tras la denuncia de la asesora de Menores e Incapaces, la madre fue detenida, condición en la que fue mantenida por meses, a pesar de que estaba embarazada. Al cabo, el juez de Garantías le otorgó la prisión domiciliaria. Y mientras ella permanecía entre rejas, el abusador paseaba con su hija menor de edad a la vista pública. Este hombre la había amenazado con hacerla meter presa cuando la madre lo denunció por el abuso en perjuicio de su hija.
Trámites poco claros
El Tribunal de Impugnación apartó en su momento a Gómez Amado y al juez Guzmán de la causa contra Bejarano, luego de que Zenzano Poma presentara un recurso en queja porque los funcionarios judiciales habían dejado en libertad al finquero acusado y el magistrado le negara la apelación. Sin embargo, el Tribunal no apartó a los funcionarios de esta otra causa contra la madre y siguieron hasta la elevación a juicio sin que hubiera mayor investigación penal.
La asesora de Menores e Incapaces relató en el juicio que denunció a la madre en 2017 sobre la base del testimonio de la víctima en su primera cámara Gesell, pero después advirtió que las cosas no eran como se había denunciado esa vez. Efectivamente, la tercera vez que declaró en Cámara Gesell, cuando se encontraba internada en un hogar de contención en la ciudad de Salta, con su abusador ya detenido, la niña dijo que había sido obligada a mentir para perjudicar a su madre. La asesora señaló que ante esta declaración ella misma actuó para que la chica volviera a vivir con su madre. La asesora expresó de manera contundente que la mujer imputada no prostituyó a su hija. El juez Fucho valoró este testimonio como "claro, circunstanciado, sin contradicciones, generando convicción de veracidad".
La funcionaria dijo que la niña se encontraba muy angustiada porque su madre terminó detenida por la mentira que dijo bajo las amenazas de Bejarano.
Zenzano Poma indicó que Bejarano le alquilaba la casa al padre de la niña y le daba dinero para que consuma bebidas alcohólicas con sus amigos, mientras mantenía a la víctima amenazada y ella mismo pudo observar que tenía un arma de fuego. Este hombre "le decía que mataría a su madre y a sus hermanos, le daba pastillas las cuales siempre cargaba, la tenía como convaleciente, sufría abusos de parte del mismo", sostuvo la asesora.
Víctimas sobrevivientes
La asesora dijo que la niña fue víctima y "es muy duro lo que vivió, primero fue la violación del novio de su hermana cuando tenía doce años y luego el sometimiento de Bejarano, la esencia de la juventud se borró con todo eso". Añadió que denunció al padre por corrupción de menores y no sabe que pasó, que "no prosperó mientras quedó debidamente probado que este hombre oficiaba de empleado de Bejarano para que él llegue y abuse de su hija". La asesora contó que tras aquella primera denuncia le hizo un seguimiento e indicó que "a pesar de que en varias ocasiones la buscaron, no la encontraron y resultó ser que estaba viviendo con Bejarano, todo esto fue informado por la Brigada de Investigaciones Nº 5".
La Brigada habría informado a la asesora que Bejarano "era una persona muy influyente y la gente le tenía miedo". La asesora dijo que luego de que radicara la denuncia, la madre de la niña fue amenazada por Bejarano, que incluso mandó a vigilar su domicilio. "Está demostrado que (Bejarano) tenía algo de poder cuando le dijo a (la madre) que ella terminaría presa y así fue, estuvo mucho tiempo con prisión preventiva, era una persona de temer Bejarano", aseguró la asesora. Agregó que la relación entre madre e hija es muy buena, que la mamá "colaboró mucho" y "luego de todo esto se siguieron ayudando incluso hasta que fue condenado Bejarano".
El defensor Salinas dijo a Salta/12 que la madre, al resultar absuelta de forma lisa y llana está en condiciones de iniciar una demanda al Estado y reclamar una indemnización por los daños y perjuicios y por la prisión preventiva sufrida estando incluso embarazada.
Por lo que se conoció de la historia de la madre y la hija, ambas fueron víctimas de violencia de género, y sufrieron revictimizaciones de parte de la justicia que debía protegerlas.
Salinas relató que la madre también fue víctima de violencia de género desde temprana edad. Conoció al padre de sus hijxs cuando tenía doce años y desde ahí "comenzó a sufrir lo que ningún menor debería sufrir".
Para el defensor, en el juicio quedó "totalmente plasmado el dolor" que sufrió esta mujer "por todo lo sucedido", solicitó para ella "un poco de justicia y tranquilidad", esgrimió que "este proceso le significó una lucha muy importante y esto tiene que cerrarse de una manera definitiva".