El fiscal platense Fernando Cartasegna fue encontrado ayer por la tarde en su despacho oficial atado y en estado de aturdimiento, junto al apellido “Nisman” escrito con azúcar. El titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 fue trasladado al Hospital Italiano de la Plata para una revisión y anoche permanecía internado allí; los médicos que lo atendieron aseguraron que “se evidencian marcas en el cuello y en ambas muñecas, producto de haber sido maniatado y sufrido un intento de ahorcamiento”. Tras lo sucedido, le fue concedida licencia por “tiempo indeterminado” por razones “personales y operativas”. Además, el ministerio de Seguridad de la Nación le reforzó la custodia con efectivos de la Policía Federal.
La agresión habría ocurrido entre las 16.30 y las 17 en el Palacio de Tribunales de La Plata, en la calles 7 entre 56 y 57. Allí, en su oficina, el fiscal fue atacado por la espalda por una o más personas, que ingresaron al despacho sin que fueran vistas. Le ataron las manos con cinta de embalar, los pies con hilo del que se usa para coser expedientes y, alrededor del cuello, le enrollaron un cable de computadora.
Según contó el procurador general ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand, los agresores, mientras atacaban al fiscal, proferían amenazas contra él y su familia. Luego, Cartasegna “quedó ahí, pudo hacer una comunicación telefónica aunque no podía hablar y por esa comunicación se acercaron y pudieron liberarlo”.
Cuando personal del Servicio Penitenciario Bonaerense que custodia el lugar acudió al despacho, lo encontró cerrado y con la llave puesta en la cerradura, pero del lado de adentro. Cuando ingresaron, hallaron a Cartasegna tendido en el suelo boca abajo y en estado de aturdimiento. Cerca de él, alguien había usado azúcar para escribir el apellido “Nisman”.
“Lo encontraron atado, con una marca en el cuello. La custodia estuvo ahí y la gente de seguridad del edificio también estaba, no se entiende cómo pudo pasar esto”, dijo Leandro Milone, secretario de la fiscalía.
Por su parte, el fiscal platense Marcelo Romero sostuvo que “él (Cartasegna) no vio quien lo atacó, no se sabe por dónde entraron”, y aseguró que al Palacio de Tribunales de La Plata “entra cualquiera”, pese a que hay custodia.
El fiscal fue derivado al hospital Italiano platense en una ambulancia del SAME, con custodia policial. Cartasegna tiene a cargo la causa de los abogados “caranchos” (especializados en tránsito) y sus nexos con policías para estafar a aseguradoras. Además, interviene en el caso del estudiante de periodismo Miguel Bru, asesinado bajo tortura policial y desaparecido hace 23 años, y cuyos familiares el año pasado pidieron que Cartasegna se aparte de la investigación porque no le “interesa la búsqueda de Miguel”.
Conte Grand explicó que Cartasegna se encontraba en “muy buen estado de salud”, que sufrió “alguna desestabilización emocional” y tiene “un cuadro hipertensivo controlado”, pero sin ningún riesgo.
El sábado pasado, cuando iba a la fiscalía, Cartasegna fue sorprendido en la calle por dos hombres y una mujer vestidos con uniformes policiales, que lo interceptaron en las calles 8 entre 57 y 58, y lo golpearon mientras lo amenazaban. El fiscal denunció que le dijeron “te vamos a suicidar”.