La fiscal Silvana Russi solicitó elevar a juicio la causa por la que se encuentra detenido Irineo Humberto Garzón Martínez, el comerciante acusado de abusar sexualmente de una joven venezolana de 18 años en un local del barrio porteño de Balvanera.
La investigación contó con la asistencia de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) de la Procuración General de la Nación y de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema.
El ataque ocurrió el pasado 23 de enero dentro de un local de indumentaria de Once. Según consta en la denuncia, la joven se acercó al local de la calle Paso 693 tras coordinar una entrevista de trabajo con Garzón Martínez por Facebook. Ese día, le explicó el comerciante, debía quedarse a trabajar "a modo de prueba".
Durante esa misma jornada, el acusado cerró las persianas con candado y las puertas con llave, por lo cual la joven le envió un mensaje a su madre "diciéndole que tenía miedo".
"En ningún momento se dio cuenta de que había usado el celular. Se acercó hasta donde estaba, en la caja, y me ofreció vodka", precisó la denunciante. Ella le respondió que no tomaba alcohol y que, además, si lo hacía, tendría problemas con su madre.
Minutos antes de que el hombre cerrara puertas y persianas habían ingresado al comercio unas clientas. "Lo único que le dije es que iba a tomar agua, pero que la iba a tomar de un filtro. Me levanté, atendí a las clientas, y cuando regresé tenía el agua allí. Hacía mucho calor. Estaba tan metida en el tema de hacerlo bien para quedar en el trabajo que no me percaté de que él ya me había servido el agua", narró la víctima.
Tras tomar el contenido ofrecido por el acusado sintió que se le dormían las manos. Marcó en su celular el último número al que se había comunicado, el de su hermana, quien le contestó aunque la joven no pudo responder. Sintió que se dormía, que estaba mareada. Cuando despertó, Garzón Martínez ya estaba poniéndole el pantalón. "A partir de allí me imagino que me volví a dormir. Desperté nuevamente delante de la Policía", recordó.
Para la fiscal Russi, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 41, el imputado aprovechó que la víctima se encontraba confundida e indefensa para desvestirla y abusar sexualmente de ella, lo que le provocó lesiones. Por eso, solicitó a la jueza Karina Zuconni, del mismo fuero, la elevación a juicio oral y público de la investigación seguida contra Irineo Humberto Garzón Martínez por el delito de “abuso sexual agravado por su comisión con acceso carnal”.
Según lo informado por www.fiscales.gob.ar, Russi dio por probada la existencia de un “patrón de conducta y la premeditación del imputado, que seleccionaba especialmente a personas vulnerables, mujeres de muy corta edad, en su mayoría de nacionalidad extranjera y sin vínculos familiares en el país, a quienes captaba vía Internet so pretexto de ofrecerles trabajo, aprovechándose de sus necesidades económicas”.
Asimismo, la fiscalía tuvo en cuenta que la joven fue intoxicada con etanol, lo que provoca “la ausencia de consentimiento de la víctima y de su facultad de autodeterminarse respecto al uso de su propio cuerpo en la esfera sexual”.
Garzón Martínez, quien negó los cargos ante la Justicia y acusó a la denunciante de mentirosa, fue detenido el 4 de febrero en una casa del barrio porteño de Mataderos, luego de que la Sala I de la Cámara del Crimen revocara la excarcelación concedida por la jueza de primera instancia. Una semana después, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional resolvió que continuara con prisión preventiva.