La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, consideró “imposible” que su antecesora Patricia Bullrich o el excanciller Jorge Faurie “no supieran del envío” de material represivo a Bolivia a fines de 2019 cuando se consumó el golpe de Estado contra Evo Morales. La funcionaria desmintió las versiones que sugieren “que las 70 mil municiones anti-tumulto” fueron usadas para “entrenamiento e instrucción” por parte del grupo Alacrán de Gendarmería y aseguró que “nunca tuvieron contacto”. “Todo contrabando es penado y está muy mal, y mucho más cuando es de armas”, destacó por su parte el embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, quien entiende que “hay elementos más que ciertos y concretos para imputarla (a Bullrich) en la causa”
“Lo que quedó muy claro es que (el expresidente Mauricio) Macri puso a varios de sus ministros encabezados por Bullrich a coordinar una operación que requirió la intervención de muchas agencias del Estado”, afirmó Frederic en radio El Destape. Es “imposible” que una acción tan coordinada se realice “sin una orden política superior”, evaluó. “Hubo dos circuitos paralelos de envío de armas: uno legal y otro ilegal”, explicó la ministra.
Consultada sobre 30 mil municiones que no figuran en las cartas de agradecimiento, Frederic consideró “posible” que hayan terminado en manos de grupos para-militares o “en la misma fuerzas armadas o la policía” de Bolivia. “Recordemos que el 15 y el 19 de noviembre se producen las dos masacres más graves, la policía y las fuerzas armadas estaban necesitadas de contar con municiones”, apuntó.
“La información que dio el jefe de policía nos pone en la vereda de lo correcto” y “confirma que existió contrabando”, dijo por su parte Basterio a C5N. Aludió así a la confirmación del comandante general de la Policía de Bolivia, Jhonny Aguilera, de que parte del material represivo enviado desde la Argentina “continúa en los depósitos de la institución” y “no existe documentación alguna que respalde esos pertrechos”.
El embajador consideró que Bullrich al frente de Seguridad desarrolló “un modus operandi en el que se creía impune”. “Que vaya presa como merece por esta lamentable situación que generó con Bolivia”, en la que “embarcó a todo el país a tener que pagar por esa responsabilidad”, lamentó. “Vamos a esperar que la justicia lleve adelante el proceso, pero ya hay elementos ciertos para llamarla a declarar”, evaluó. “Todo hecho de sedición es objetable y repudiable y mucho más cuando uno se involucra en un hecho de sedición en el exterior”, añadió, y volvió a apuntar hacia la presidenta del Pro: “Bullrich no tiene catadura moral, no tiene capacidad de poder pararse como fiscal de nadie”, destacó. “Esperemos que Bolivia no avance con alguna objeción al respecto y por la buena relación que tenemos busque la responsabilidad en las personas y no en las instituciones", expresó.