La posibilidad de que el Gobierno importe casas prefabricadas a un conglomerado chino puso en guardia a toda la industria maderera, asociaciones de profesionales y hasta la industria ladrillera. Muchos de los representantes de estos sectores expondrán hoy ante las comisiones de Economía y de Industria de la Cámara de Diputados –encabezadas por la oposición parlamentaria– para advertir sobre el colapso que ocasionaría para decenas de pymes y la pérdida de miles de fuentes de trabajo, si se confirman las versiones sobre la importación que el Ministerio de la Producción –que las fogonea– no confirma ni desmiente. 

Los reclamos se escucharán hoy por la mañana en el Congreso, donde las comisiones de Economía, que preside el ex ministro Axel Kicillof (FpV-PJ), y la de Industria, que encabeza el empresario José Ignacio De Mendiguren (Frente Renovador), convocaron a un plenario conjunto para analizar los reclamos que desde distintos sectores productivos.

Allí, expondrán hoy representantes de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná; la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima); la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones (Apicofom); el Sindicato Obrero de la Industria de la Madera El Dorado (Soime); la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (Fadea); el Colegio de Arquitectos de Misiones y la Universidad Nacional de Misiones.

Faima ya había manifestado su preocupación en una misiva al Ministerio de Producción por las reuniones de los gobernadores de Mendoza y Misiones con representantes del conglomerado Sinocost –a través de su subsidiaria Sinomach–, que ofrecieron construir casas prefabricadas de origen chino. Según la información recogida por Faima, las importaciones alcanzarían a nivel nacional a 15 mil viviendas premoldeadas, el 12 por ciento del total de 120 mil viviendas prometidas por el Plan de Vivienda del gobierno de Mauricio Macri. Lo que implicaría un agravamiento mayor al que ya sufre la industria maderera. 

La situación también afecta a otros sectores. El titular de la Unión Obrera Ladrillera (Uolra), Luis Cáceres, ya había explicado a PáginaI12 que “este tipo de viviendas es mucho más barata y perjudica de manera directa a la actividad ladrillera” y pone aún más en riesgo la crítica situación de 160 mil trabajadores, en fábricas, emprendimientos familiares y cooperativas.