En el marco del “Mes de la Independencia”, la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, otorgó el reconocimiento de “Reserva Moral de la Patria” a Estela de Carlotto, Taty Almeida y Lita Boitano, tres referentes de la historia reciente, la democracia y la lucha por los Derechos Humanos. “Nos enseñaron a respetar la vida y la democracia, que había que hacerse cargo de nuestra historia por dolorosa que fuese y transformarla para mejor”, expresó la legisladora del Frente de Todos y nieta recuperada, Victoria Montenegro, durante el reconocimiento.
El acto comenzó a las 18 de este miércoles a través de Zoom y fue transmitido por redes sociales y señales televisivas sindicales. Con la participación diversas figuras políticas, sindicales, de organizaciones de Derechos Humanos y hasta del mundo artístico --como Merdeces Morán--; y la moderación de Gustavo Cano y Adriana Zerdín, secretaria de Derechos Humanos de ATE Legislatura, el reconocimiento se extendió por casi dos horas.
“Gracias, no sólo por estar hoy, sino por todo. ‘Gracias’ nos queda chica, deberíamos inventar una nueva palabra para agradecerles”, arrancó Cano, sintetizando un sentimiento que se replicó en las y los que presenciaron la distinción al trabajo de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo; Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; y Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “Es un gran honor poder distinguirlas una vez más, entre tantas distinciones en el mundo que han recibido, y hacerlo a través de ATE Legislatura y su Junta Interna”, añadió Zerdín.
La primera en tomar la palabra antes de entregar los premios a las tres homenajeadas --si bien las placas ya les habían sido entregadas el día anterior-- fue Noelia Martínez, secretaria adjunta de ATE Legislatura: “Ustedes son esa reserva moral de toda la sociedad, son el legado para las generaciones futuras y no tenemos dudas de que serán las próceras (sic) del tiempo que les asignó la historia”, expresó. Luego, Victoria Montenegro reconoció el enorme legado de “las locas” de Plaza de Mayo: “Mis 129 hermanas y hermanos y yo somos producto de su gran lucha, y esta posibilidad que tenemos hoy es trabajar por esa Argentina con la que soñaron nuestros 30 mil y por la que tanto lucharon ustedes sea una realidad efectiva de todo nuestro pueblo”.
Los agradecimientos de Estela, Lita y Taty fueron sentidos y sinceros, como si fuese la primera vez que les otorgaran un reconocimiento de esta clase; quizás también por el contexto que atraviesa el país. “Es una caricia al alma”, destacó, en ese sentido Taty.
La primera premiada fue Estela, “donde comenzó la historia de otra búsqueda”, la de las y los nietos. Admitió sentir “un poquito de pudor, porque buscar toda la vida a un hijo o una hija que no volvió por ser militante, no es una cosa que sea especial: es el amor”. “Nos da fuerzas para seguir, nos están dando un aliento, un amor, una actitud que nos va a permitir con bastón pero caminando siempre, nunca cayendo o arrodillándonos”, sostuvo, y señaló también que la pandemia detuvo los reencuentros con las y los nietos, pero que están esperando a que termine “para seguir buscándolos desesperadamente porque las abuelas se van sin poder abrazarlos”. “En nombre de todas las abuelas que están y ya no están, gracias”, finalizó.
A su turno, Taty destacó la importancia de la “militancia maravillosa”: “A pesar de los bastones y las sillas de ruedas, las locas seguimos de pie, y aunque quedamos pocas vamos a seguir estando porque no estamos solas, están ustedes, que son nuestra esperanza y nuestra tranquilidad”. En ese sentido sostuvo también que “más que nunca tenemos que estar unidos, porque estamos viviendo momentos tremendos”, en un mensaje dirigido a la sociedad y a la dirigencia política. “Tenemos que dejar de lado las diferencias, busquemos la coincidencias, es la única manera en que realmente podemos volver a ganar, y tenemos que hacerlo. Disentir es muy importante, pero no es pelearse”; señaló. Y luego agradeció una vez más: “gracias en mi nombre y gracias en nombre de los 30 mil, porque yo sé que en algún lado están aplaudiendo y están muy orgullosos”.
Lita retomó el mensaje de unidad, recordando los inicios de su lucha, y las disidencias pero también consensos que se dieron entre las y los familiares que se unieron en el camino de búsqueda. Se la notó muy emocionada, no solo por el reconocimiento, sino también por el contexto: “Esta pandemia nos ha separado tanto los cuerpos que podemos enojarnos con la vida; pero la vida es muy hermosa, y hay que amarla, y amar la lucha y tratar de entender lo que le pasa al otro, al otro, a les otres”. “Nosotras somos la reserva, pero también somos la retaguardia para empujar y dejarles memoria para que no se olviden de nada, escuchen y aprendan”, sostuvo. Y cerró: “El afecto es muy importante, la unidad es fundamental. ‘Todos unidos triunfaremos', y es así”.
Fueron muchas y muchos los que acompañaron a Estela, Lita y Taty en su reconocimiento como “Reserva Moral de la Patria”, y otros tantos los que quisieron agradecerles expresamente durante el acto virtual. Es que, como dijo una vez, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, “la memoria y la educación está estrechamente ligadas a la libertad del pueblo”; y hay un pueblo libre que recuerda, reconoce y acompaña a sus luchadoras, parte fundamental de la historia y de la democracia argentinas.
Informe: Sofía Moure