Si no se producen cambios significativos, se necesitarán al menos 67 años más para cerrar la brecha promedio de igualdad de género en los medios de comunicación tradicionales en todo el mundo. En Argentina la brecha sigue siendo amplia: aunque hay cada vez más mujeres en los medios, las voces femeninas siguen siendo minoritarias en la construcción de las noticias. Las mujeres no llegan al 30 por ciento de las fuentes en la mayor parte de los temas; aparecen mayoritariamente como testigo ocular, contando una experiencia personal o dando una opinión popular y como expertas apenas en un 21 por ciento de los casos –menos que el promedio global, que llega al 25 por ciento--. Estos son algunos de los hallazgos clave del 6º Proyecto Global de Monitoreo de Medios (GMMP, por sus siglas en ingles), la iniciativa de investigación e incidencia más grande del mundo para analizar con perspectiva de género las noticias y el periodismo. El relevamiento, cuyos resultados se presentaron este miércoles, trae buenas y malas noticias. En el país, la radio es el medio donde la desigualdad de género es más notable frente a un micrófono. El estudio muestra que las temáticas que se refieren a la equidad de género o ponen visible la desigualdad, son escasísimas: representan un 3 por ciento de total de las noticias relevadas.
En trazos gruesos, los resultados del sexto GMMP a nivel global revelan un panorama mixto de progreso, estancamiento y retroceso: aunque “en los últimos cinco años se han visto pequeños cambios graduales hacia la paridad, al mismo tiempo, el ritmo general de cambio sigue siendo glacial”, señala el informe. El relevamiento se realiza cada cinco años desde 1995 bajo la coordinación de WACC, una ONG internacional que promueve los derechos a la comunicación. El último, en 2020, se llevó adelante en 116 países, incluido Argentina. En total, se hizo un seguimiento de 30.172 noticias publicadas en periódicos, emitidas por radio y televisión, y difundidas en sitios web de noticias y a través de tuits de medios en 2.251 medios de comunicación. El monitoreo se realiza en forma simultánea el mismo día en todo el Planeta. Argentina se incorporó al estudio en 2000.
En término globales, entre 2015 y 2020, la aguja avanzó un punto hasta el 25 por ciento en la proporción de temas y fuentes que son mujeres. La mejora de un solo punto es la primera desde 2010 y es más visible en los medios radiales y televisivos. “Esto significa que, en promedio a nivel mundial, los principales medios de comunicación se encuentran actualmente en el punto medio hacia la paridad de género en temas y fuentes”, indica el informe. Es decir, falta mucho todavía.
Un dato llamativo: las mujeres fueron solo el 27 por ciento de especialistas en salud que aparecieron en los reportajes sobre la pandemia de covid-19, mucho menos que su representación en la fuerza laboral del sector que llega al 46 por ciento a nivel mundial, según revela el estudio.
¿Cuál es la situación en la Argentina?
Del informe de Argentina, “nos sorprende el aumento de la presencia de reporteras alcanzando casi la paridad en tele y gráfica a diferencia de la radio y los medios digitales, donde se encuentran los menores porcentajes. Las mejoras son un dato distintivo en relación al anterior monitoreo –de hace cinco años-- y habla de la incidencia de las redes de periodistas en los últimos años que hicieron que más mujeres tuvieran voz en los medios”, consideró en diálogo con Página/12 la periodista Marcela Gabioud, coordinadora del GMMP en Argentina. Esa es la buena noticia. La mala, apunta Gabioud, es que “las mujeres seguimos siendo poco consultadas como expertas: nuestras voces como fuentes de información que requiera un conocimiento específico, siguen siendo minoritarias. Quienes deciden qué es noticia y a quién consultar siguen eligiendo mayoritariamente a fuentes masculinas”, objetó Gabioud. Ahí hay un núcleo duro.
Otro retroceso significativo es que cinco años atrás las mujeres eran sujetos de la notica –de lo que se habla y consulta-- en un 29 por ciento de los casos relevados y ahora ese porcentaje se redujo a 24 por ciento.
“Veinticinco años después de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing), los medios de comunicación están lejos de ser espacios inclusivos para mujeres, mujeres vulnerables y grupos históricamente marginados”, indicó Gabioud.
El tema en el que ha crecido más sistemáticamente la representación de las mujeres en las noticias en la región Latinoamérica, es el de violencia/criminalidad/feminicidio. “Esta tendencia es evidente en la región, desde el GMMP 2010. Es cierto que los medios de comunicación tratamos más el tema de femicidio y los analizamos con mejores conceptos, pero también es totalmente comprobable que la violencia hacia mujeres se ha incrementado considerablemente”, dice Claudia Florentín, periodista, del equipo coordinador argentino y quien ha estado en el Monitoreo desde el año 2000.
Los datos del monitoreo en Argentina
* Se encontró casi paridad en quienes se encuentran frente a un micrófono, en la mayor parte de los medios. Salvo en radio donde hay mayor porcentaje de varones (65%)
* Por primera vez, desde el año 2000 que Argentina participa en el estudio, las mujeres son mayoría en presentadoras de las noticias en televisión.
* Las mujeres siguen siendo menos del 30% de las fuentes de noticias en la mayor parte de los temas monitoreados, incluso aquellos referidos a la pandemia de Covid-19.
* En cuanto a los medios, las mujeres como fuentes de noticias llegan a un 28% en Televisión, 25% en Tw y 23% en internet. Los diarios es donde menos se registran como fuentes con un 18%.
* Los portales de noticias incluyen a las mujeres sólo en el 23% delas notas publicadas. En esa plataforma las noticias son escritas apenas en 18% por mujeres.
Sandra Chaher. directora de la asociación civil Comunicación para la Igualdad, que acompañó la coordinación del monitoreo en Argentina, destacó como una buena noticia el avance en la presencia de mujeres para reportar noticias, pero se pregunta si “¿las mujeres que están conduciendo y reportando en todo tipo de soportes ganan lo mismo que sus colegas masculinos? ¿Están contratadas en igualdad de condiciones? ¿Los cargos directivos se democratizaron también?, interrogantes que deberán ser respondidas –plantea—en otras investigaciones.