La Justicia porteña condenó a una mujer de 43 años a un año de prisión en suspenso y tareas comunitarias, tras comprobar que fingió ser una adolescente a través de un videojuego online y creó un perfil falso desde el cual le envió fotos y videos con contenidos sexuales y eróticos a un menor de 15 años, a la vez que le pedía a la víctima que hiciera lo mismo con ella.
El caso se inició en febrero de 2021 a partir de la denuncia del padre del adolescente, quien reveló que una persona desconocida había contactado a su hijo a través de la plataforma Brawl Stars, y que luego continuó el diálogo por Instagram, desde donde le envió frases e imágenes de índole sexual, hasta gestionar una invitación para concretar un encuentro.
A través de un juicio abreviado se convino la pena de un año de prisión en suspenso y el cumplimiento de determinadas normas de conducta por el término dos años, que incluyen la abstención de contacto con el adolescente, realización de tareas comunitarias y de un taller de violencia intrafamiliar y de género, entre otras.
La sentencia fue homologada por la jueza en lo penal, contravencional y de faltas Natalia Molina.
Tras identificar a la acusada oriunda de la localidad bonaerense de Tigre, se realizó un allanamiento en su domicilio, con la intervención de la División Delitos Cibernéticos Contra la Niñez y Adolescencia de la PFA, durante el cual se secuestraron los dispositivos electrónicos con capacidad de almacenamiento de datos.
Fuentes del caso explicaron que la conducta de la acusada se enmarca dentro del delito de grooming –ciberacoso sexual infantil- que consiste en el contacto a través de medios informáticos de un adulto a un niño o adolescente, con el propósito de cometer algún delito contra su integridad sexual.
La investigación quedó a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas, que explicó que debió solicitar información a las autoridades de Facebook respecto del perfil de Instagram denunciado, con el objetivo de verificar los datos de registro y los sitios desde donde se conectaba.
La Unidad Fiscal, a cargo de Daniela Dupuy, consideró una novedad que la acusada fuera mujer, ya que en la totalidad de los casos de grooming en los que había intervenido los autores del delito eran hombres.