El proyecto de ley para regular la producción de cannabis y cáñamo que presentó hace poco más de un mes el Ministerio de Desarrollo Productivo cuenta con una justificación económica: la creación de empleo y generación de divisas.
Desde el ministerio calculan que, dada la dinámica mundial y realizando una proyección conservadora, la industria cannábica argentina creará 10.000 nuevos empleos, 20 por ciento de los cuales estarán en áreas de inversión, desarrollo e innovación. Además generará 500 millones de dólares en ventas al mercado interno y 50 millones de dólares exportación anuales hacia el 2025.
Otros beneficios que remarca la cartera son que la industria promueve el desarrollo genético y encadenamientos de alto valor agregado más de 200 bienes y servicios diferenciados (semillas, automatización, productos medicinales, entre otros).
El doctor en Economía Andrés López, a pedido del Ministerio, analizó el mercado internacional, los diferentes jugadores del sector, el rol estatal y privado y sus potencialidades: "El interés de promover la cadena cannábica no tiene solo que ver con la creación de empleo y los ingresos por ventas al mercado interno y externo; también por la capacidad de innovación en genética, fabricación de equipos y, en el caso del outdoor, un gran impacto sobre economías regionales". De acuerdo al informe elaborado por el economista, existe un mercado de cannabis no recreacional que se estima en 450 millones de dólares por año. Durante el 2020 en Estados Unidos las actividades vinculadas al cannabis generaron 200 mil empleos.
Por ahora el negocio aún es incipiente. Los países que concentran el comercio del cannabis son Canadá, Estados Unidos e Israel. Colombia y Uruguay, que son los más avanzados en materia de legalización en el continente latinoamericano, exportan menos de 15 millones de dólares por año en conjunto.
Los especialistas aseguran que la principal restricción al crecimiento de la industria hoy en día es el legal: Hace falta regular la cadena productiva, a las agencias del estado que tienen que dialogar entre ellas para generar un marco integral de desarrollo de la industria del cannabis industrial y fisioterapéutico", asegura Natalia Del Cogliano, Directora Nacional de articulación de asuntos productivos con las provincias.
A la fecha, hay más de 50 países con algún tipo de legislación para el cannabis medicinal y el cáñamo industrial. En 2017, Argentina aprobó el uso medicinal del cannabis y en 2020 habilitó por decreto el cultivo para fines medicinales, así como la venta del aceite en farmacias.