Economistas consultados por Página/12 coinciden en que la inflación en los próximos meses puede bajar algún escalón pero difícilmente se observe una desaceleración significativa. En junio, la suba de precios se ubicó en el 3,2 por ciento y acumula en la primera mitad del año un 25,3 por ciento.
“El dato de la inflación de junio fue prácticamente el mismo que el de mayo, lo cual muestra cierta inflexibilidad a la baja de los precios y el factor arrastre luego del pico que se observó en marzo. De todos modos, la desaceleración en el ritmo de la depreciación del tipo de cambio que viene aplicando el Banco Central debería tener impacto en los próximos meses. Así, desde el Instituto de Trabajo y Economía (ITE) estimamos una reducción gradual de la inflación, que terminaría el año ubicándose cerca del 2 por ciento mensual y cerrando así en torno al 45 por ciento anual”, explicó a este diario Juan Manuel Telechea, economista del ITE.
Los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas tuvieron una leve aceleración el mes pasado, al presentar un incremento del 3,2 por ciento, mientras que en mayo ese número se había ubicado en el 3,1 por ciento. Este rubro tiene fuerte relación con el movimiento de la canasta básica e impacta de manera directa en el poder adquisitivo del salario.
Nicolás Pertierra, presidente del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortíz, consideró que “Macri recibió una inflación inercial del 25 por ciento y con las últimas devaluaciones de 2018 y 2019, la inflación pasó a estar en torno al 50 por ciento. Eso dejó un saldo inercial del 40 por ciento. El año pasado estuvimos por debajo porque estuvo la pandemia en el medio, pero este año seguramente estemos entre el 40 y el 45 por ciento".
"De todos modos, es muy probable que en los próximos meses se vea una desaceleración de los precios aunque muy paulatina, porque no hay un programa de estabilización a la vista. Vamos a ver unos salarios empatando o recortando la distancia que tuvieron con la inflación los últimos meses”, agregó Pertierra.
Ante las dificultades para romper la inercia de los precios y la cercanía de las elecciones, el Gobierno viene utilizando al tipo de cambio y a las tarifas como principales anclas inflacionarias. Florencia Gutiérrez, analista del CEPA, explica que "en cuanto al segundo semestre, creo que la inflación estaría promediando alrededor del 3 por ciento mensual, o sea que se espera una leve tendencia a la baja. Esto es así porque no van a estar los mismos motores que encendieron la inflación en el primer semestre: la fuerte suba de los precios internacionales que impactó en los precios internos hoy ya no está en esos niveles récord que tuvo en los primeros meses del año".
Gutiérrez agregó que "hay que considerar que el dólar se está manteniendo y funciona como ancla. En mayo, la divisa se deslizó un 1,2 por ciento por debajo de la inflación y va a seguir con ese ritmo porque el tipo de cambio está competitivo. En cuanto a las tarifas de los servicios públicos, los aumentos ya fueron autorizados en el primer semestre. Entonces, teniendo en cuenta este análisis, se espera un promedio mensual del segundo semestre del 3 por ciento. Algunos meses un poco por debajo y otros meses más por arriba. Lo que sí está claro es que estamos en un contexto en donde hay una fuerte inercia inflacionaria. No vamos a ver valores mucho más bajo que lo que estamos viendo ahora".