La jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, ordenó elevar a juicio la causa que se sigue contra Ian Esteban Caro (20); Ricardo Nahuel Bonifacio (20); D.R.C. (19) y H.E.C. (18) por el crimen de Sandra Palomo. Los cuatro jóvenes fueron acusados por la fiscalía penal interviniente de ser partícipes secundarios del femicidio. La querella de la familia los acusa como coautores.  

La víctima era docente, tenía 53 años, su cuerpo fue hallado en inmediaciones del Río Arenales, luego de que se denunciara su desaparición el 31 de agosto de 2019.

Ante la elevación a juicio, hay que esperar el sorteo del Tribunal de Juicio que intervendrá en la siguiente etapa del proceso judicial.

La fiscala que interviene en la actualidad en esta causa es Mónica Poma, de la Unidad Especializada en femicidios. La fiscala que realizó el requerimiento a juicio fue Ana Inés Salinas Odorisio. Al momento del hecho, dos de los acusados eran mayores de edad y otros dos eran adolescentes de 17 años, los cuatro fueron imputados como partícipes secundarios de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa y por mediar cuestión de género. 

La querella, que representa la abogada Gabriela Arellano, consideró en su acusación que los cuatro implicados fueron coautores del femicidio. La letrada explicó a Salta/12 que la diferencia entre la calificación de partícipe secundario y de coautor radica en la pena que pueden obtener. Una participación secundaria no es esencial para la comisión del delito, mientras que la coautoría, por el contrario, significa que sin la participación de estas personas no se podría haber cometido el crimen. Arellano indicó que la pena es mayor para la coautoría y es igual a la de la autoría. 

La investigación determinó que el autor del crimen fue un adolescente que tenía 16 años en ese momento y por su edad fue declarado inimputable. En su momento la fiscala Salinas Odorisio solicitó al Juzgado de Menores interviniente la imposición de medidas de seguridad con duración indefinida, que se ordene su internación en un centro de régimen cerrado y que sea sometido a un tratamiento psicológico y psiquiátrico. La fiscala consideró que representa una situación de extremo peligro para la vida y seguridad de terceros, sobre la base del informe del Gabinete de Psiquiatría Forense.

Salinas Odorisio sostuvo en la requisitoria que el 31 de agosto de 2019, este adolescente atacó a Palomo en el estacionamiento subterráneo de un supermercado del barrio Tres Cerritos. Ahí la golpeó y le produjo lesiones mortales con un arma blanca con la finalidad de apropiarse de su camioneta.  

La fiscala determinó que la elección de la víctima fue por su condición de mujer vulnerable y sostuvo que la agresividad excesiva ejercida por el homicida configuraría el elemento objetivo en la agravante por la cuestión de género, tal como lo estipula el protocolo para la Investigación de Femicidios. Resaltó asimismo la edad de la víctima, que se encontraba indefensa y fue sorprendida por el atacante, lo que disminuyó toda posibilidad de defenderse. 

Respecto a los cuatro imputados que sí irán a juicio, la fiscala estableció que prestaron ayuda posterior al autor del crimen. Indicó que tenían conocimiento del delito que se iba a cometer, esperaron a que se consumara, y luego colaboraron buscando el lugar propicio para descartar el cuerpo de la víctima. 

La investigación también determinó que el mismo vehículo de Palomo fue utilizado para transportar su cuerpo, y que los acusados ayudaron "a lavar el rodado, intentando hacer desaparecer los rastros dejados". 

La elevación a juicio fue informada por la oficina de prensa del Poder Judicial este jueves. La abogada querellante dijo que aún no fue notificada. Se había ordenado la elevación a juicio en marzo de este año pero la medida se efectivizó ahora, luego de resueltos diferentes recursos interpuestos por las partes. La jueza tuvo en cuenta que la fiscalía actuante ratificó el requerimiento de juicio y ordenó comunicar lo resuelto al Juzgado de Menores en feria.

Arellano informó además que este miércoles se incorporó una pericia criminalística integral que habían solicitado con un perito de oficio y con el perito de parte, Marcelo Ebber.