"Estos guerreros son producto de un juego y un ritual, del acto de dibujar. Cuando la tinta roza el papel ¿Qué es lo que aparece? ¿A quiénes se convoca? Como en un desfile comenzaron a sucederse. Uno, dos, tres, veinte. Un día pasaron los ochenta. Ahora los expongo y los libero. Una misión tienen que cumplir", son palabras del artista plástico Roly Arias, que se leen al ingresar en la galería de arte RGB Estudio, ubicada en la calle Cleto Aguirre 141.
Es que su nueva muestra ya puede disfrutarse hasta el 31 de julio, de lunes a viernes de 17 a 21. La denominó Parade!, que en francés significa desfile, y cuya definición encaja perfectamente para él porque "es un gran desfile lo que estaba pasando ahí", así presenta las 70 pinturas con acrílico, tinta y acuarela sobre papel.
"Voy dibujando y veo qué va pasando", confesó el artista. En este caso, es así como fue gestando una serie de personajes que simulan un ejército. A esos guerreros se suman pequeños guiños al Carnaval andino y a vestuarios de alta costura. "Es todo muy colorido y con algún aire latinoamericano", describió el autor.
El proceso empezó a fines de abril, y en poco tiempo Arias se dio cuenta que ya había realizado más de 50 dibujos. Ahí fue cuando manifestó su intención de exponerlos y esa idea coincidió con la inauguración del nuevo espacio de arte dirigido por el artista Tomás Olivera Rojo.
"Esa fue una buena coincidencia porque me permitió mostrarlos dentro de la frescura de lo que estaba sucediendo", afirmó Arias, y adelantó que espera renovar las piezas artísticas porque sigue produciendo.
Sin embargo, algo particular sucedió con esta muestra en comparación con sus trabajos anteriores. "Hay un espíritu que tienen todos", intentó explicar, aunque sintiendo que no podía encontrar las palabras adecuadas. Resulta que en las visitas que empezaron a darse desde el viernes último, "la gente evoca situaciones". Los visitantes se trasladan de manera inmediata a lugares o prácticas a través de los distintos personajes, como alguien que le dijo que recordó la diablada del Carnaval en Oruro (Bolivia).
"Hay lecturas de cierta localización de imágenes que sólo se da por el encuentro presente entre el dibujo y la persona", expresó Arias. Para él, interviene en esto el imaginario social, que él también trasladó en su acto de dibujar, acción que describió como "algo de mágico". Este escenario trabajará la semana que viene en un conversatorio con el doctor en Literatura Comparada, Hernán Ulm.
El artista contó que abordarán la genealogía de las imágenes, para "saber que eso que uno produce no es ingenuo y que está nutriéndose y está nutrido de experiencias, visiones, realidades que en gran parte hay hasta una religiosidad latinoamericana, alegría, lucha, cosas que se están mezclando".
Sobre el artista
Una de las últimas producciones de Arias fue Mundu (2019), en la que jugó con la idea de la distancia, el amor y el exilio, en una serie de treinta obras. Esta presentación vino después de cuatros viajes que realizó a España, Francia, Suiza, Alemania e Italia durante los últimos dos años.
El artista tiene obras que forman parte de las colecciones públicas del Museo de Bellas Artes Castagnino de Rosario, el Museo de Arte Contemporáneo de Salta (MAC), el Museo de Bellas Artes de Salta (MBAS), el Museo de Arte Contemporáneo de Jataí (Brasil) y la Biblioteca Comunale di Solviate Arno (Italia).
Además, también tiene mucha presencia en la redes sociales con un personaje ya instalado: Simplicito. La diferencia de sus otras obras con este personaje, es que en este último "hay más sentidos”.
Simplicito lo llevó a instalarse en estas nuevas plataformas y a editar dos libros en 2018 y 2019. Surgió en un momento de ocio y literalmente, en una servilleta. El personaje es un ser sensible, que encaja una frase para cada situación.