Si en la noche del sábado Brian Castaño (69.422 kg) derrota al estadounidense Jermell Charlo (69.309 kg) y se alza con las cuatro versiones del título de los superwelters, será el primer boxeador argentino y latinoamericano que ostente la condición de campeón mundial unificado. Castaño reina en la Organización y Charlo lo hace en la Asociación, el Consejo y la Federación. Los cuatro cinturones estarán en juego sobre el ring del AT&T Center de San Antonio (Texas) en un combate que puede hacer historia y que TyC Sports y ESPN transmitirán minutos después de la medianoche.

"Si le gano a Charlo será como si Messi levantara la Copa. Creo que la emoción y la gloria sería la misma que si Argentina sale campeona del Mundial”, exageró Castaño esta semana en una videoconferencia con la prensa latina de boxeo de los Estados Unidos”. Aunque en las apuestas Charlo picó en punta por su condición de local y por su record de 34 victorias (18 por fuera de combate) y 1 derrota, de ninguna manera resulta una utopía verlo a Castaño con los brazos en alto al final de la noche. El peleador de 31 años, nacido y formado en el partido de La Matanza e invicto en 21 peleas con 20 triunfos (12 antes de límite) y un empate, no trepará al ring de San Antonio en condición de favorito.

Pero su clase de peleador, la intensidad de su ritmo de pelea, muy por encima de la media de los boxeadores argentinos, la variedad y el vigor de sus combinaciones y su inquebrantable convicción de victoria permiten asegurar que Charlo deberá dar mucho más que lo mejor de sí para derrotarlo. Aun cuando un golpe en frío puede dejar de lado el más sesudo de los vaticinios. Ninguno tiene una pegada explosiva. Pero de sus últimas diez peleas, Charlo ganó siete por nocaut y en las últimas seis, derribó once veces a sus contrincantes.

Contragolpeador frío, veloz, preciso y de pegada más justa que potente, pero de ninguna manera invencible, Charlo tratará de llevar la pelea desde afuera, evitando que Castaño se le aproxime para hacerle sentir el poder de sus golpes al cuerpo. Y allí estará el principal duelo estratégico. En la medida larga, a partir de la profundidad de su jab de izquierda, Charlo podrá desenvolverse con más comodidad y hacer valer la agilidad de sus piernas. En la corta distancia y en el cuerpo a cuerpo, en cambio, Castaño saldrá favorecido. Desde cerca, puede mellarle su movilidad a Charlo y obligarlo a un trámite intenso que no rehúye, pero en el que no se siente totalmente cómodo.

Castaño ya fue campeón de esta categoría entre 2016 y 2019, pero en la versión de la Asociación y el 13 de febrero de este año logró la corona de la Organización al vencer puntos en 12 vueltas al brasileño Patrick Teixeira en Indio (California) en una soberbia actuación. Charlo, por su parte, tiene un hermano mellizo, Jermall, quien es campeón de los medianos del Consejo, conquistó el título superwelter de ese organismo en 2016 y lo perdió sorpresivamente en 2018 ante el estadounidense Tony Harrison a quien noqueó en el 11º asalto en la revancha en 2019. El 26 de septiembre del año pasado fulminó en ocho rounds al puertorriqueño Jeison “Banana” Rosario en Uncasville (Connecticut) y se alzó con las coronas de la Asociación y la Federación. 

"Siempre fui de punto y terminé siendo banca" declaró Castaño en la última rueda de prensa previa al combate. En el mismo estadio que tantas veces hizo vibrar Emanuel Ginóbili, el campeón de La Matanza tratará de hacer lo que nadie nunca ha hecho en el boxeo argentino: llevar en su cintura cuatro títulos de campeón del mundo al mismo tiempo.