Desde Santiago
Este viernes, feriado religioso en Chile, Fuerzas Armadas y carabineros ya se desplegaron en los 1450 locales de votación —escuelas y gimnasios principalmente— donde se realizarán este domingo las Elecciones Primaras Presidenciales. Un evento que coincide con el relajamiento de las restricciones de la pandemia marcado por el avance este lunes de todas las comunas de Santiago a la Fase 3 del plan “Paso a Paso” con que el gobierno de Sebastián Piñera ha intentado controlarla desde el año pasado. Esto significó que los cierres de campaña de los candidatos el jueves hayan estado marcados por mascarillas y distanciamiento social, siempre con la postal de los adherentes enarbolando banderas, y por la inquietud por la cantidad de personas que irán a las urnas.
Los principales candidatos son: en el pacto de izquierda “Apruebo Dignidad”, Daniel Jadue del Partido Comunista y Gabriel Boric de la Convergencia Social-Frente Amplio: en la derecha de “Chile Vamos”, Joaquín Lavín de Unión Demócrata Independiente, Ignacio Briones de Evopoli, Mario Desbordes de Renovación Nacional y el independiente Sebastián Sichel. Falta definir los candidatos de la centroizquierda e independientes como el ultraderechista José Antonio Kast. Pero las primarias de este domingo pueden ser las del próximo presidente de Chile bajo la nueva constitución que comenzó a escribirse desde la semana pasada.
JADUE, EL FAVORITO
Sin dudas, la candidatura más llamativa es la de Jadue, sociólogo, arquitecto y alcalde de la santiaguina comuna de Recoleta. Es el favorito en todas las encuestas presidenciales desde el año pasado, con la Encuesta Criteria de junio dándole dieciocho puntos contra los trece de Lavín. Su manejo territorial, expresado en la creación de ópticas, librerías y hasta inmobiliarias populares con precios muy por debajo el mercado, llamó la atención. También su carácter, que lo ha llevado a enfrentar en la misma TV o radio temas como la extrema concentración de medios en Chile, donde la mayoría pertenece al empresariado de derecha. Algo que, sumado a su militancia en el PC, ha generado resistencias. Esto lo aprovechó su rival Boric con un discurso mucho más pausado, con hincapié en lo medioambiental y buscando atraer al votante de centroizquierda.
Y aunque en los debates televisados han mantenido cierto tono cordial porque saben que deberán aliarse para enfrentar a la derecha, esta semana Boric tuvo roces con Jadue. El alcalde rechazó entrevistas por la notable hostilidad de los periodistas chilenos y lo acusó de aprobar inexplicablemente proyectos como la “Ley antibarricadas”, que facilita el encarcelamiento de quienes participaban en las protestas durante el Estallido Social. Jadue tuvo el apoyo de estrellas internacionales como Roger Waters, de Pink Floyd, que dijo que “es un buen hombre de verdad y lo necesitamos”, y de Jorge González, ex líder de Los Prisioneros, banda de rock chileno con una devoción popular homologable a Redonditos de Ricota pero también con resonancia continental como Soda Stereo. González dijo que “si sale reelecto un Gobierno de derecha, seguiremos igual que como estamos, nadie quiere eso. Necesitamos un cambio de rumbo. La diferencia es que Jadue está presentando un proyecto concreto. Necesitamos girar a la izquierda de todas maneras”
El candidato del PC ha preferido comunicarse en redes sociales y con un discurso que busca asegurar el voto de izquierda. “Este domingo en la noche comenzamos a transformar Chile desde Apruebo Dignidad, y esto se logra desde los territorios, desde las comunas, desde los sectores rurales, las zonas rezagadas, las zonas de sacrificio que van a ser las que se van a levantar contra este modelo. Para empezar a hacer las transformaciones desde donde deben hacerse, desde los sectores invisibilizados y que no han tenido voz en estos 30 años”.
“Hemos hecho realidad lo que otros decían que es imposible. Hemos recorrido casi todo Chile como equipo y hemos tenido una recepción formidable y maravillosa. Vamos a tener un éxito rotundo y un resultado tremendamente potente para iniciar el camino a la primera vuelta, donde esperamos ganar, en primera vuelta, la Presidencia de la República”.
Boric evita referirse a Jadue y en su cierre de campaña en Valparaíso aseguró que espera ser un presidente que, de terminar su mandato, “tenga menos poder de cuando empezó”. Además de señalar que "si Chile fue la cuna del neoliberalismo, también será su tumba y que en cada día de nuestro mandato estaremos recordando por qué vinimos aca”. Y agregó una idea de Estado que ha sido muy popular en su conglomerado, surgido tras las protestas estudiantiles de 2021: “Durante mucho tiempo el Estado era un administrador de las desigualdades, hoy queremos decir que el Estado puede cambiar su carácter político y de clase (...) que sea un Estado cuidador, pero que también sea capaz de entregar poder, de confiar en su pueblo".
LAVÍN, UN TRANSFORMER DE LA DERECHA
Para Joaquín Lavín, el favorito sin dudas de la derecha, esta es la tercera aventura como candidato presidencial y sabe que tiene más posibilidades que nunca. Aprovechando la cordialidad de la prensa, el ex alcalde de la comuna de Las Condes no tuvo problemas en expresar su rechazo al matrimonio homosexual ni justificó demasiado su paso por el pinochetismo, del que fue ministro y uno de sus más acalorados defensores cuando Augusto Pinochet fue detenido en Londres en 1999. Pero ahora dice que evolucionó a una forma de gobernar que él llama“socialdemocracia”.
Su discurso de cierre en la Casona Santa Rosa en Las Condes, municipio donde fue alcalde entre 2016 y junio de 2021, ocupó una parte en atacar a Jadue. “La posibilidad de hacer cambios profundos y que nuestro país vuelva a ser tierra de oportunidades para las familias chilenas, eso está en juego. Y para eso tenemos que transitar un camino unidos. En paz, conversando, reconociendo lo bueno en el otro, con acuerdos, sin descalificaciones, con acuerdos, sin violencia. Eso es lo que quiero para Chile y lo que he recogido en las últimas semanas”.
Y agregó: “O vamos a votar el domingo o no nos quejemos después. No es lo mismo perder una elección con Lagos o Bachelet, que entregarle Chile a Daniel Jadue. Ha dicho que legalizaría no solo la marihuana, si no también la cocaína y pasta base. Que indultaría al asesino de Jaime Guzmán. Que dejaría morir a las pymes. Que si alguien se toma una propiedad, no lo va desalojar. Que va permitir el aborto libre y desmilitarizar La Araucanía. No queremos ese Chile”.
EL PIÑERISMO FRAGMENTADO
El resto de los candidatos, que representan fragmentos de la derecha que gobernaron con Piñera y que deberán negociar espacios y cupos ante el eventual triunfo de Lavín, fue un poco más sutil. El ex ministro de defensa, abogado y ex carabinero Mario Desbordes señaló que “estamos construyendo una derecha social con corazón, con calle, una derecha que conoce a la gente, que entiende a las personas, que vive el día a día junto a todos los chilenos, y por eso somos capaces de caminar por la calle y proponer soluciones a los problemas del día a día”.
Briones, ex ministro de hacienda de Piñera y representante del lado más “progresista” de la derecha dijo en la zona del Maule que estas elecciones son fundamentales porque marcaran un nuevo ciclo donde “no están en juego los próximos cuatro años, sino los próximos treinta”. Y señaló: “Hay dos proyectos acá, uno que cree en la libertad y quiere apoyar a los emprendedores, levantar la economía y hacer reformas profundas. Y el otro que busca limitar las libertades, busca ampliar el Estado con promesas mágicas y sueños refundacionales que no son posibles y quiere engañar a las personas. Queremos trabajar con unidad y tendiendo puentes con otros sectores. El ciclo que viene exige diálogo y trabajo duro”.
Sichel, ex ministro de Desarrollo Social, que se presenta como alguien que ha surgido desde abajo —al punto de haber lanzado un libro llamado “Sin Privilegios”— y que aún se molesta cuando le pregunta cómo pudo pasar de apoyar a Bachelet desde la DC ha ser aliado de Piñera, dijo en el cierre de campaña en La Reina que “Vamos a defender el país y lo que se ha hecho, pero no nos conformaremos. Haremos cambios, pero no permitiremos que gane la violencia. Estamos los que queremos y creemos en el cambio, pero el cambio bueno y positivo que incluye a todos”.
Y se preguntó teatralmente: ¿Quiénes son ustedes” a lo que él mismo se respondió: “Somos los millones que en treinta años más vamos a hablar de Chile con orgullo. Diremos que construimos una patria justa y buena. Que derrotamos la violencia. Que no nos importaba defender lo que creíamos, y que lo hicimos con orgullo nivelando la cancha hacia arriba, pero sin odio, sin violencia, en colaboración”.