Funcionarios y dirigentes tanto del oficialismo como de la oposición se pronunciaron sobre el alegato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa del Memorándum con Irán.
“En una declaración digna de estudio, CFK puso al desnudo la serie de operaciones políticas y judiciales orquestadas para dar paso al mayor saqueo de la historia argentina”, expresó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro y pidió también “verdad y justicia para las víctimas del atentado a la AMIA y para toda la sociedad argentina”.
El diputado nacional Leopoldo Moreau sostuvo que el alegato “interpela una etapa histórica de entrega y persecución”. Mientras que Hugo Yasky advirtió que “quienes usaron el atentado a la AMIA para ensuciar a un gobierno nacional y popular les quedará reservado un triste lugar en la Historia”.
La senadora Anabel Fernández Sagasti consideró que lo dicho por CFK “dejó muy claro el entramado político, mediático y judicial del que fue víctima”; y pidió “una Justicia a la altura de las circunstancias que nuestro país merece”.
El ministro de Justicia, Martín Soria, y su viceministro, Juan Manuel Mena, también se refirieron a la causa, apuntando a las reuniones que mantuvo Mauricio Macri con los jueces que avalaron el avande la causa, que inicialmente había sido desestimada. Otras figuras del oficialismo que se expresaron públicamente fueron María de los Ángeles Sacnun, Fernanda Vallejos, Mariano Recalde, Victoria Tolosa Paz y Juan Cabandié.
Desde la oposición no demoraron en retomar el uso político de la causa. El diputado nacional Waldo Wolf sostuvo que la vicepresidenta “firma un pacto oscuro para que el acusado de un atentado terrorista en el que asesinaron a 85 personas se autoinvestigue y los culpables somos todos los que pedimos que explique ante la Justicia”.
El diputado Fernando Iglesias publicó un segmento del alegato en sus redes sociales y añadió la frase: “la locura es total”. Por su lado, Alfonso Prat-Gay prefirió responder a las declaraciones de CFK sobre la deuda histórica que dejó el gobierno del que él formó parte como ministro de Hacienda: disparó contra Cristina y Axel Kicillof diciendo que “triplicaron” la deuda, y que ellos lograron “una quita inédita del 36 por ciento”. Lo acompañó con el eslogan "basta de relato".