En junio, una de las hermanas de Cintia Bazán, la mujer acusada por ser partícipe, junto a su ex pareja, Enzo Morales, del crimen de Hugo Ocampo cometido el 18 de enero último, denunció a la madre de Morales por maltratar al hijo de ambos que estaba a su cuidado. Según estableció en la denuncia, radicada en la Unidad de Violencia Familiar y de Género, la abuela le pegaba y no le permitía ingresar a la casa hasta que ella regresara de trabajar, pese al frío.

Catamarca/12 tuvo acceso a la denuncia realizada en junio. En ella, una de las hermanas de Bazán relató que tuvo que ir a buscar a su sobrino de 10 años porque se había escapado de la casa de su abuela, donde había quedado luego de que sus padres fueran encarcelados preventivamente.

Según narró la denunciante, el niño le contó que desde que quedó en esa casa, su abuela lo golpeaba. “Le habla mal de su madre todo el tiempo, le dice que merece estar donde está (en la cárcel) y que su papá tiene que salir, ya que el único que lo puede ayudar a salir es él". Además, cuando la abuela "sale a trabajar lo deja fuera de la casa hasta que ella vuelve”.

El niño es uno de los pocos testigos de la violencia de género que ejercía su padre contra su mamá y de cómo la coaccionaba. Además, había manifestado su deseo de contar lo que sucedía y su abuela lo habría maltratado para hacerlo desistir.

La tía dejó asentado también que cuando Bazán y Morales fueron encarcelados, ella hizo denuncias ante el Juzgado de Familia e incluso llamó a la línea 102 para que el niño no permaneciera en ese lugar en donde “no quería estar”, pero la Justicia no habría intervenido.

Tras esta denuncia, se pudo saber que finalmente la Secretaría de Familia intervino y puso a la criatura al resguardo de la tía hasta tanto se resuelva la situación de sus padres.

El caso

La familia de Hugo Ocampo denunció su desaparición el 18 de enero, en la Ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Tras varios días de búsqueda, finalmente fue hallado el 23 de enero en un viejo aljibe de una finca abandonada, en el departamento Valle Viejo, vecino del departamento Capital. Según se pudo establecer, la víctima, de 37 años, mantenía una relación sentimental con Bazán, pese a que estaba casado. Y era en ese lugar en donde la pareja solía encontrarse.

Según el testimonio de Bazán ante la Justicia, aquella mañana Morales, su expareja a quien había denunciado por violencia de género y por haber abusado sexualmente de una de sus hijas, amenazó a su hijo para que le mostrara el celular de la madre, que se lo había olvidado en la vivienda. Así pudo conocer el lugar en donde ella estaba, y fue a buscarla.

Al encontrarlos juntos, golpeó a Ocampo hasta matarlo. Luego amenazó a la mujer para que no diga nada y trasladó el cuerpo al aljibe.

Cuando la mujer contó lo sucedido, dijo que por el miedo que le tenía a Morales no dijo nada en su momento, pero aseguró que “amaba” a Ocampo y que ella nunca lo habría matado.

El abogado de la mujer, Luis Muñoz y Pérez, asegura que ella es inocente y que la Justicia debe actuar con perspectiva de género en el caso.

Para la fiscalía que instruye la causa, ambos son culpables del delito de “homicidio agravado por alevosía”. Hasta que concluya la investigación, el juez de Garantías Marcelo Sago ordenó la prisión preventiva de ambos.