Todo comenzó con un video de Kim Smith Gaucher. Ella tiene 37 años e integra la selección de básquet de Canadá y, mientras le daba el pecho a Sophie, su beba de tres meses, contó que se vio obligada a elegir entre "ser una madre que amamanta o ser una atleta olímpica", ya que los protocolos anticovid impiden la entrada de familiares a la Villa Olímpica, que será su casa durante el tiempo que dure su participación en los Juegos.

El predio ubicado en Harumi, una de las islas artificiales de la bahía de Tokio, recibirá a más de 11 mil atletas de las 33 disciplinas que participarán de 399 eventos deportivos a disputarse. A una semana de la apertura de la Villa Olímpica, los y las atletas y delegaciones comenzarán a instalarse allí sin actos protocolares ni presencia de medios debido a la suba de contagios de covid-19 en la ciudad. Las normas de seguridad son estrictas y eso deriva en situaciones complejas. "Tokio ha dicho: ni amigos, ni familiares, ninguna excepción. Ahora mismo, me obligan a decidir entre ser madre lactante o una deportista olímpica. No puedo ser ambas", expuso la basquetbolista canadiense. 


El reclamo llegó rápidamente a oídos de las autoridades que, mediante un comunicado sin mucha claridad, se pronunciaron en favor de las madres lactantes. "Después de una cuidadosa consideración de la situación única que enfrentan las atletas con niños lactantes, nos complace confirmar que, en caso de ser necesario, los hijos podrán acompañarlas a Japón", dice el comunicado de los organizadores de la justa deportiva más importante del mundo.

Después del reclamo de Gaucher, otras atletas alzaron la voz respecto de este tema. La corredora de larga distancia estadounidense Aliphine Tuliamuk expresó: "No puedo imaginar ir a los Juegos sin mi hija que amamanto”. La estadounidense Alex Morgan, una de las más brillantes estrellas del fútbol femenino mundial, citó una frase del comunicado para expresar su preocupación: “Todavía no estoy segura de qué significa 'en caso de ser necesario'. ¿Eso lo determina la madre o el COI (Comité Olímpico Internacional)? Somos madres olímpicas y les decimos: es NECESARIO”. Adicionalmente, el procedimiento exige que niños y niñas lactantes permanezcan en hoteles aprobados, porque la zona residencial de la Villa Olímpica está restringida para todos, excepto para los y las atletas y miembros del equipo.

La remera argentina Milka Kraljev ya se encuentra en Japón; su primera experiencia como madre y atleta olímpica había sido en Londres 2012, entonces su hijo tenía tres años. “Era muy chico, entendía menos, pero es un genio. Por suerte mi mamá siempre estuvo ahí y me ayudó muchísimo a cuidarlo. Lo malo es que, para poder sumarlo a tus viajes, tenés que considerar los gastos extra porque no están contemplados, eso es una fiaca”, repasa la tigrense, que clasificó para los Juegos Olímpicos Tokio 2020 junto a su compañera de equipo, Evelyn Silvestro, tras quedarse con la final del doble par ligero del campeonato de Río de Janeiro. 

Kraljev forma parte de la comisión de atletas del Comité Olímpico Argentino (COA) y reconoce que la maternidad y la lactancia son temas que se vienen hablando en ese espacio. “Me parece genial porque es darles el lugar y la posibilidad a las atletas para que sigan en busca de su mejor versión, además es una gran motivación para que más mujeres se mantengan en el deporte. Aunque si no tenés nadie con quien dejar a tu hijo, muchas veces también puede convertirse en una distracción a la hora de entrenar o concentrar. Mi hijo Mateo ya tiene 13, tenemos una rutina y nos vamos adaptando. Hoy por hoy no tengo que cambiar mucho, pero es una realidad diferente a una 'mamá normal'”, describe.

Cuando se pidieron aclaraciones adicionales a los organizadores de Tokio 2020, explicaron que “los niños deben estar en edad de amamantar y los Comités Olímpicos Nacionales (CON) serán responsables de confirmar a Tokio 2020 que los niños que acompañan a los atletas a Japón requieren cuidados de enfermería".

La arquera británica Naomi Folkard agradeció la decisión, pero dijo que había llegado demasiado tarde para cambiar sus planes. Su hija Emily, de cinco meses, permanecerá en el Reino Unido mientras ella compite en Japón. "Es realmente bueno que finalmente se hayan dado cuenta de que es un problema", dijo Folkard, quien dejará suficiente leche materna congelada para las dos semanas que esté fuera. "Para mí, personalmente, no es suficiente y es demasiado tarde. Ya hice planes y cambiar esos planes sería bastante estresante. Tendría que averiguar cuándo amamantar, cuándo extraer y cómo mantener lo que había expresado. Es demasiado para asumir”, contó.

“Fue todo muy desprolijo, en un principio no iba a poder ir nadie, después dijeron que los bebés sí pero no salió en ningún lado si podían ir con un familiar o dónde se iban a quedar ni cómo iban a ser las visitas, porque se supone que los atletas no podemos salir de la villa bajo ninguna circunstancia y que tampoco puede entrar gente de afuera”, dice, desde Valencia, Rocío Sánchez Moccia. La integrante de las Leonas fue mamá hace tres meses y se enteró en Europa del reclamo de Gaucher y el consecuente anuncio que habilitaba la posibilidad de viajar con su hija. “Me duele en el alma pero ya me hice la cabeza de que serán 25 días sin ella. La ilusión que me generó la noticia se opacó por toda esta falta de información y obvio que también pesa lo económico –amplía– porque viajar a Japón no es nada accesible, por eso mi decisión es que no vayan conmigo por más de que me duela”.

Para Kim Gaucher, el final feliz llegó antes del comienzo de los Juegos. La basquetbolista llegó a Tokio la semana pasada junto a su hija y su marido, con la ilusión de mantener el sueño dorado vigente y poder seguir alimentando a su bebé en sus primeros meses de vida. La edición número 32 de los Juegos Olímpicos, que comenzará este viernes 23 de julio, además de incluir nuevas disciplinas, sentará un precedente importantísimo para que las atletas madres ya no deban decidir entre la gloria olímpica y sus hijos.

*Romina Sacher