"Yo ya sentía algo en el pecho", recuerda Elisabeth sobre la mañana del 13 de julio de 2020. Estaba preocupada porque nadie sabía dónde estaba su hermana de 14 años. Como nunca, esa mañana prendió la radio y se fue a bañar. Cuando salió escuchó que habían encontrado el cuerpo de una adolescente. Se quedó sin voz. Su pareja intentó calmarla: "Quedate tranquila que no es tu hermana", le dijo. Poco después su padre la llamó para confirmar la peor noticia. A un año del ataque sexual y femicidio de Rocío Vera, cometido en Reconquista, por el que hay siete imputados --uno en libertad--, su hermana no cesa en el reclamo de justicia y condenas para todos los implicados. El sábado 24, cuando la joven hubiera cumplido 16 años, se realizará una movilización.  

Rocío era la anteúltima de siete hermanes. "Después de que me avisaron, yo quedé en shock, pero quería ver qué pasaba, quería ir a ver y poder decir 'no es mi hermana, no es'. Me cuesta entender, es muy difícil", sollozó. "Yo aprendí a ser mamá con ella y mi otra hermana más chica", recordó Elisabeth, quien sigue la causa con la abogada Carolina Walker. "No estoy tan conforme con lo que hizo el fiscal (Aldo Gerosa), porque él soltó a uno de los imputados, a "Chayane" Quintana --en octubre pasado, cuando organizaciones feministas se movilizaron--, sin haber recibido siquiera los análisis de ADN", señaló la mujer, que además dijo tener diferencias con su madre. 

Walker indicó que la causa por "por abuso sexual y homicidio triplemente calificado", está "avanzada: se fueron probando todos los hechos que se imputaron al comienzo en contra de los siete detenidos. La diferencia con el fiscal tiene que ver con Quintana, que en base a dos declaraciones que presentó su defensa, varios meses después del hecho, dijeron que él había estado con esas personas. El fiscal las tomó en cuenta y accedió al pedido de libertad. Nos opusimos, porque incluso este imputado, dicho por otro de los acusados, es quien lleva esa noche una picana eléctrica. La Cámara tampoco nos dio la razón, pero como querella vamos a sostener la acusación a Quintana", dijo la abogada. Sobre los demás ADN indicó que "van llegando, de manera muy lenta; y cuando termine de reunirse toda esa información haremos la acusación para el juicio. La diferencia con la Fiscalía probablemente sea con el tema de Quintana".  

Elisabeth se esperanza con que la justicia alcance a todos los imputados. "Quiero que lleguen los ADN que faltan, que se sepa toda la verdad. Porque mi mamá dice que está conforme con el fiscal, pero quiero que si Quintana tuvo algo que ver, que el fiscal lo meta preso", exigió. A Elisabeth todavía no le cabe en la cabeza lo que sucedió. "Yo nunca sospeché de estas personas porque vivimos en el mismo barrio, donde yo retiraba la comida en el comedor y ellos me saludaban, nunca pensé que podrían llegar a hacer esto; no me entra en la cabeza por qué lo hicieron. Todas las noches pido que tengan la condena perpetua, que paguen". 

La mujer recuerda las charlas que tenía con su hermana menor, que además estaba embarazada de dos meses. "Yo me junté jovencita, con mi pareja actual, tengo mis chicas; y Rocío solía venir a casa, tomábamos dos o tres mates y después se iba. Ella estaba con una pareja y yo siempre le decía que siguiera la escuela, que pensara en ella para que el día de mañana no tuviera que depender de un hombre". 

La madrugada del 12 de julio de 2020, los hechos comenzaron en una casa abandonada, donde la víctima fue atacada, "golpeada y forzada”. Cinco hombres de entre 21 y 30 años fueron imputados tres días después y quedaron en prisión preventiva. Juan Godoy, Leonardo Godoy, Brian Altamirano, Luis Quintana y Pascual Fagundes están acusados de abuso sexual; mientras que el último fue imputado también como uno de los autores del crimen; otros tres como partícipes primarios; y Quintana, como partícipe secundario. Además, hay dos adolescentes implicados en la Justicia de Menores.