"Estamos por encima de los niveles del 2019, pero el panorama es bastante heterogéneo", arrancá Orlando Castellani, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), graficando cuál es la situación del sector hoy. De los más activos entre los rubros industriales, el de los metales camina firme en segmentos particulares.

"Maquinaria agrícola, por caso, tiene todo vendido hasta fin de año y buena parte del 2022, tienen todo lo que van a producir ya comprado. Están con entrega de 7 y 8 meses", contó en diálogo con PáginaI12. Destacó también que lo más retrasado en la recuperación es rubro petróleo y sobre todo Vaca Muerta, y aseveró que de seguir este ritmo, la injerencia de los números de la metalurgia en el PBI pueden ser importantes. 

Habló además de la política fabril del Gobierno Nacional y la posición de las empresas ante las diferencias entre Argentina, Brasil y Uruguay por el tema del Mercosur. "Todos los países tratan de venderte un producto terminado y llevarte la materia prima. Y nosotros nos defendemos, tenemos que cuidarnos", explicitó. 

-¿Cuál es la foto del sector hoy?

-Lógicamente, está en una situación prácticamente igual a antes de la pandemia. Se ha ido recuperando la baja que se tuvo el año anterior, donde muchas empresas estuvimos cerradas. La actividad de mayo creció un 44,8 por ciento en términos interanuales. Y acumula un alza del 25,9 en los primeros cinco meses del año. También hay que aclarar que abril y mayo del 2020 tuvo a muchas empresas sin operación.

-Para evitar mirar el 2020, el Gobierno suele hacer comparaciones contra el 2019, año sin pandemia. ¿Cómo dan esos números?

-Estamos por encima de los niveles registrados a fines del 2019. Pero si comparamos con lo años anteriores, un 3 por ciento por debajo del 19 y un 16 por debajo de mayo del 2015. Es bastante heterogéneo.

-Hubo un cambio reciente de Gobierno en la Unión Industrial, y la queja oficial fue que en el discurso de apertura no se hizo mención a ninguno de los mecanismos de ayuda el Estado en pandemia ni se refirió a la recuperación de algunos rubros. ¿Cuál es su visión?

-Gobernar en pandemia es muy difícil y acá también. La industria, si bien en un momento de marzo y abril estuvimos casi cerrados, después con protocolos abrimos con mucho cuidado. Hemos recibido ayuda del Gobierno. ¿Eso alcanza? No alcanza, pero el esfuerzo estuvo dado. Ahora bien, lo que no se puede ignorar es que el desempeño de los principales sectores, como fundición, autopartes y bienes de capital, que están registrando fuertes incrementos interanuales, desde hace varios meses, casi cinco. Maquinaria agrícola y remolques, por caso, se mantienen en altos niveles de actividad. Maquinaria tiene todo vendido hasta fin de año y buena parte del 2022, tienen todo lo que van a producir ya comprado. Están con entrega de 7 y 8 meses. Línea blanca y construcción también. Lo que no se reactivó mucho es petróleo y Vaca Muerta, que recién ahora está habiendo un poco más de movimiento.

-Desde el punto de vista político y de la gremial empresaria, habiendo marcado ustedes algunas diferencias, ¿cómo es la relación con la UIA?

-Participamos, pero no queremos meternos en esa grieta. Llevamos nuestras propuestas, que son de las pymes metalúrgicas y defendemos coincidencias con la política general de UIA y, otras veces, nuestra posición no es tan coincidente. A veces se dan situaciones que pueden ser un poco distintas, opiniones diferentes. Pero buscamos consensos.

-Hace unos meses, el Gobierno concretó junto a los accionistas de IMPSA una estatización de mercado. ¿Qué ven allí desde un sector tan vinculado y estratégico?

-Que se capitalizó y puede dar más trabajo a la industria nacional. Hay que destacar que hoy dejó de estar lo financiero por arriba de lo productivo, hay crédito a tasa razonable y no aumentaron las tarifas tanto tampoco. En el Gobierno anterior había tasa del 80 o 90 por ciento, eso erosionaba ventas de bienes de capital. En este contexto, si los precios internacionales siguen bien, y el campo produce, podemos tener muy buenos números. Voy a citar una frase del economista Aldo Ferrer: “necesitamos más campo y más industria, no es una cosa o la otra”.

-Con el peso que tiene el sector metalúrgico en la economía total, ¿qué espera que ocurra con el PBI este año?

-No lo sé exactamente. Un solo rubro, bienes de capital, es muy importante ya por su peso. Si hay buen clima, llueve y hay buena cosecha y ningún traspié, si se sigue con la misma voluntad de que haya crédito y apoyo a la industria, va a ser un buen año. La única preocupación son los costos, a nivel internacional fueron subiendo mucho los aceros y es el principal insumo.

-Hace unos días, hubo debate de presidentes sobre el futuro del Mercosur y los industriales brasileños se quejaron de posturas muy aperturistas. ¿Cómo lo evalúan?

-Tenemos un posicionamiento de apoyo a la política que se está siguiendo en Argentina. Todos los países tratan de venderte un producto terminado y llevarte la materia prima. Y nosotros nos defendemos, tenemos que cuidarnos. Lo que podamos fabricar acá, da trabajo argentino. Sería mejor que Brasil unifique posiciones, pero son sus decisiones y son respetables, sino trataremos de defender lo nuestro. Pero también sería bueno que se conozca bien lo que significa la industria. Tenemos que ser inteligentes, todos te quieren vender, si nos abrimos como en algún otro momento, que venían equipos usados de Estados Unidos y competían con lo que se fabricaba acá, no va a resultar bien.