“¿Dónde está Guadalupe? ¡Devuélvanla ya! El Estado es responsable”, decía la leyenda de la bandera que encabezó la novena marcha reclamando la aparición con vida de la niña de 5 años. Hasta el momento, la Justicia no ha podido definir cuál de las hipótesis del caso es la que puede llevar al esclarecimiento.
Guadalupe Belén Lucero desapareció el 14 de junio pasado, en la casa 5 de la manzana H del barrio 544 Viviendas, en el sur de la ciudad de San Luis.
* Se la llevó, todo indicaría que por la fuerza, una mujer “vestida de negro”, que no pudo ser identificada. La primera hipótesis llevó a allanar la casa de un vecino, con supuestos antecedentes de abuso sexual. Todo parece indicar que ya no vivía allí desde hace mucho tiempo.
* La pista mendocina. El 30 de junio, un grupo especial de la Policía de San Luis se trasladó a Luján de Cuyo, Mendoza. La información decía que Guadalupe podía estar en la casa de su abuelo materno. Se hicieron cinco allanamientos en esa localidad y en Godoy Cruz. Ningún indicio que condujera a la niña. Habrían detenido a una pareja, pero por tenencia de drogas y un arma.
* La pista “narco”. Lo único que se supo es de la supuesta existencia de un pariente lejano, de la mamá, que se dedicaría al narcomenudeo. Yamila Cialone dijo cien veces que no tiene relación “con ningún delito ni con ningún delincuente”. Los padres de Guadalupe no tienen antecedentes ni vínculo alguno con grupos delictivos que pudieran presionarlos secuestrando a su hija.
* La existencia de una red de trata. La pista surgió por lo dicho por una mujer que fue víctima de una red, aunque no se sabe con precisión cómo se lo vinculó con el caso. Susana Trimarco, la mamá de Marita Verón, una figura emblemática en la lucha contra la trata de personas, está en San Luis apoyando y representando a la madre de Guadalupe.
No descartan la posibilidad de la red de trata, pero tampoco otras hipótesis que se están manejando en la causa.
* Los llamados extorsivos. En la noche de la desaparición de Guadalupe, su papá, Eric Lucero, recibió un llamado por medio del cual le pidieron un rescate de 70 mil pesos. La policía dijo que el pedido fue hecho por un chico de 15 años que quiso aprovechar el momento, pero que no tenía relación con el hecho. El 23 de junio, la mamá recibió otro llamado similar, desde un celular con línea prepaga, con el prefijo de la ciudad de Puebla, México. Se dio intervención a Interpol, que informó que la línea tenía antecedentes de “peligrosa”. A pesar de eso, hasta hoy no se encontró relación con el caso de San Luis.