Luca Vildoza está en un momento crucial de su carrera. A punto de cumplir 26 años, el base marplatense tiene por delante sus primeros Juegos Olímpicos y el desafío de probarse en la NBA con los New York Knicks, después de superar varias lesiones complicadas y consagrarse campeón de España con el Baskonia. A una semana del debut en Tokio 2020, Vildoza, que tiene bien claro su rol dentro del plantel que dirige Sergio Hernández, charló con Página/12 de las expectativas que tiene de cara al torneo, aunque avisó que es tiempo de olvidarse del subcampeonato mundial de China 2019: "Ese torneo ya quedó atrás, ya no va a ser lo mismo, nosotros no somos los mismos y ahora somos esta selección, que está luchando por un buen puesto en los Juegos Olímpicos".

- ¿Qué balance dejaron los tres amistosos con derrota en Las Vegas?

- Creo que aprendimos bastante. Fueron tres partidos y en dos de ellos nos sacaron muchísima diferencia. Tenemos que trabajar, porque no podemos entrar a jugar como lo hicimos los últimos dos. A pesar de la diferencia física que había, ésa no es la real diferencia dentro de la cancha. Contra Australia lo hicimos realmente bien, pero hay que trabajar. Sabemos que va a ser duro, que todos los equipos se van a preparar para enfrentarnos por los resultados que tuvimos en el Mundial, así que va a ser más difícil.

- ¿Cómo se compensa la desventaja física que se vio contra EEUU o contra Nigeria?

- La selección siempre juega con desventaja física, no somos ni los más rápidos, ni los más altos ni los que más saltamos, pero tenemos que combatirlo con scouting, con maneras de sacar diferencia para estar un segundo adelante. Pero si ellos juegan físico y nosotros queremos jugar físico, los resultados están a la vista. Hay que trabajar como equipo, hay que mejorar la defensa, tenemos que compartir más el balón en ataque para no depender de ciertos jugadores. Hay que asumir el rol de cada uno en el equipo.

- A nivel individual, varios de ustedes viven un presente superior al que estaban antes del Mundial de China. ¿Se puede trasladar eso en este torneo?

- A la Selección uno viene a cumplir un rol, no se viene a demostrar que uno es el mejor de todos, ni lo que vale en su club o la temporada que ha hecho. Tenemos que tener más claros los roles dentro de la cancha, sabemos quién tiene que anotar, que Facundo (Campazzo) es el dueño del equipo y tenemos que ir todos detrás de él, seguido de Luis (Scola) y Tortuga (Deck), que son las tres principales vías de gol del equipo. Y después nosotros aportaremos lo que reste, sabiendo que cada uno tiene su función. La clave pasa por ahí, que cada uno afronte lo que realmente debe hacer dentro de la cancha. 

- ¿Se puede esperar un Vildoza más protagonista?

- Siempre se busca jugar de la mejor manera, pero puedo rendir de la manera en que lo hice en el Mundial, cumpliendo un rol específico, que quizás no era tan protagónico y por ahí aparecía por flashes. O en algunos partidos en los que entraba sólo a defender y después a asumir un rol en ataque. El equipo no tiene la necesidad de que yo haga 20 puntos por partido, sino que traslade el balón, que busque el extra pase y que si encuentro el tiro lo tome y lo meta, pero no creo que necesite un protagonista más. 

- ¿Y si el equipo lo necesita?

- Lo podría asumir sin problemas, me gusta asumir ese protagonismo, pero a la Selección llegan los mejores y hay que ser claros: Facu es el mejor jugador que tenemos y después está el Tortuga, que se está recuperando del Covid y es díficil volver, pero los demás tenemos que ir detrás de ellos.

- ¿Es una presión adicional que los Knicks te puedan evaluar en los Juegos y definir sobre tu futuro?

- Presión no tengo. Soy yo el que me impongo esa presión de rendir al máximo nivel, sea en un entrenamiento, un amistoso o un gran torneo. Pero si se siente bien que un equipo como los Knicks te esté mirando. El sentir que tenés que cumplir para ellos es espectacular. Uno sueña con llegar a un equipo así, sobre todo los Knicks, con toda la historia que tiene detrás. Yo disfruto de eso, de jugar al básquet y de haber llegado al máximo nivel, pero no me quiero conformar con eso. Sé que puedo dar un paso más y ahí vamos.

- El nuevo formato del torneo permite que puedas quedar afuera de los cuartos de final con dos victorias y una derrota, según los resultados de las otras zonas. ¿Hay mayor ansiedad porque podés depender de otros equipos?

- Nosotros vamos a hacer nuestro trabajo, queremos ir a ganar el grupo y nos venimos preparando para eso. Pero si nosotros damos lo mejor, ganamos dos partidos y no quedamos como uno de los mejores terceros por diferencia de puntos, poco se puede hacer. Si bien el que juegue los cuartos de final sería otro, creo que dejaríamos a Argentina con una buena imagen. Pero para eso hay que ganar dos partidos. Vamos en busca de eso, y por qué no ganar los tres.

- ¿Los rivales ya los miran distinto después del subcampeonato en China?

- Todos ya nos están esperando. Y si no lo están, sería ingenuo de su parte por todo lo que demostramos en el Mundial. En los tres amistosos estaba claro en el scouting, nos querían quitar el pick and roll, que jugáramos más uno contra uno. En el partido que mejor jugamos, Australia nos defendió de manera más convencional y por eso nos sentimos más cómodos. Como no somos jugadores de uno contra uno, con Estados Unidos y Nigeria se nos complicaba más. No pudimos jugar nuestro estilo, que es pasar, cortar, el extra pase y que todos estemos contentos. Y en estos partidos no nos sentimos todos contentos. Sólo estaba contento el que metía el punto, y ni siquiera eso, porque en realidad tomaba el tiro porque estaba obligado a tomarlo y no porque la situación de juego lo llevaba a eso. Así que creo que todos van a estar preparados y nosotros tenemos que estar más preparados por eso.

- No todos los equipos los pueden defender así pero, llegado el caso, ¿cómo se contrarresta? 

- Sin dudas, no todos pueden defender de esa manera, no tienen esa esencia, pero tenemos que estar preparados para cualquier cosa. Eslovenia, Japón y España tienen defensas más convencionales y tenemos que lastimar esas ayudas que hacen. Y la otra clave es el rebote. En los últimos partidos nos tomaron muchos rebotes ofensivos y ahí le estamos dando al rival una segunda chance para que nos anote. Y así tampoco tenemos la oportunidad de correr, que es cuando nos sentimos más cómodos. Y si no tenemos transición, también se nos complica. 

- Es un torneo con muy poco margen entre el éxito y el fracaso. ¿Cómo toman que la actuación del equipo se pueda valorar por una o dos pelotas decisivas?

- No lo quiero pensar ni ahora ni en el torneo, porque si lo pensás podés terminar equivocándote por miedo a no intentar. Tenemos que trabajar individual y colectivamente para que el día del partido, si fallaste, sea porque la situación lo ameritaba y no que haya sido por miedo o porque no trabajaste para eso. El margen de error es mínimo, pero si vamos con miedo a equivocarnos no nos va a ir muy bien.

- Si bien sos dos preparaciones muy distintas, ¿hay algún paralelismo en la previa de China a la actual, incluso con derrotas duras como con Francia?

- Esa gira fue muy dura. Y recuerdo que las caras en el vestuario después de esa derrota con Francia no fueron muy positivas, pero hubo varios días para volver a tomar ritmo. Y después el torneo nos puso en nuestro lugar, sabiendo como tenemos que jugar para poder ganar. Por el tema del virus ya no vamos a tener amistosos, por lo que en los entrenamientos tenemos que ser conscientes de lo que los rivales nos pueden proponer. Tenemos que prepararnos y cambiar la cara, porque nos dolió perder estos tres partidos, sobre todo los últimos dos por 30. Tenemos que volver a disfrutar de jugar juntos y sabemos que cuando empiece el torneo seremos otra cosa. 

- ¿Qué posición firmás antes del arranque?

- Me encantaría repetir lo de China, sabiendo que va a ser realmente complicado porque al final están los 12 mejores equipos del mundo, con una manera de jugar diferente en la que podés ganar dos de tres partidos y quedar afuera de los cuartos o ganar sólo uno y poder entrar. Ahora lo que firmo es poder pasar el grupo, dejar a Argentina en lo más alto y demostrar que no fue casualidad lo de China. Pero a la vez creo que tenemos que dejar de vivir el momento China. Ese torneo ya quedó atrás, ya no va a ser lo mismo, nosotros no somos los mismo y ahora somos esta selección, que está luchando por un buen puesto en los juegos Olímpicos.

Los Juegos y el coronavirus

- Serán tus primeros juegos, pero un contexto totalmente distinto. ¿Cómo lo vivís en la previa?

- El virus terminó complicando todo, pero tengo la posibilidad de estar en un Juego Olímpico. Si bien no estoy tan ilusionado por ver lo que se vive en la Villa, porque al final es una incógnita y todos te dicen que los primeros días te cuesta asimilar, sí estoy ilusionado con jugar mi partido, mi torneo, nuestro torneo. Uno siempre sueña llegar a lo máximo, a representar a tu país en el mejor torneo que existe, y compartir durante 15, 20 días con los mejores deportistas del mundo, así que va a ser espectacular.

- ¿Hay algún temor por un eventual contagio que a esta altura te deje afuera del torneo?

- Es poco lo que se puede hacer, usar la mascarilla, lavarte las manos constantemente, pero si te toca, te toca. En algún momento te quistaste la mascarilla para tomar un café y te contagiaste, nunca sabés come te podés contagiar, pero sí está la ansiedad de que si te contagiás ahora no llegás al torneo. Entonces está ese temor de cuidarnos un poquito más, sabiendo que será una incógnita hasta el último día, por que nos pueda pasar durante el torneo. El bicho se puede meter en la Villa en cualquier momento y complicar todo. Entonces hay que tomar todos los recaudos posibles para disminuir el porcentaje de contagios.

Eslovenia, Japón y España, los rivales

- ¿Qué análisis hacés de los rivales del Grupo?

- Eslovenia todos sabemos lo que es: Luka Doncic rodeado de buenos jugadores. Pero las riendas del equipo las toma él, en todo momento tiene el balón en sus manos. De ahí sale todo el juego y hay que hacer algo con él. Su defensa tiene que ser realmente de equipo, sólo uno no lo puede defender. Tenemos excelentes defensores como Pato (Garino), Tortuga o Leandro Bolmaro, que lo podrían defender, pero es una estrella mundial y sabemos lo difícil que va a ser.

Japón siempre es difícil. Me acuerdo de un amistoso hace dos años en Japón, que realmente se nos complicó. Y ahora tienen dos años más de experiencia y eso también nos va a traer complicaciones.

El rival más difícil va a ser España, principalemente por lo que nos pasó en la final sabemos lo que es España. Nos sacaron de la cancha, sobre todo con el scouting. Nos tomaron muchos rebotes ofensivos y nos jugaron realmente muy bien. Es el más duro del grupo, sabiendo que Eslovenia y Japón nos van a dar mucha pelea.