Elpidio Herrera, músico, compositor y luthier santiagueño, fue un referente del folklore argentino. Falleció en 2019, a los 71 años, pero dejó su huella con una creación única, que se convirtió en una marca registrada, y trasciende el paso del tiempo: La Sachaguitarra.

Ese particular instrumento, que se asemeja a una pequeña guitarra pero suena como un violín de monte, cumple por estos días su 50 aniversario.

Hace 50 años, el gran músico y compositor, Elpidio Herrera, agrandaba la familia de los instrumentos creando lo que él llamó Sachaguitarra o guitarra del monte”, recordó León Gieco, confeso admirador y amigo de Herrera, en un video homenaje.

“Cuando a mí me preguntan cómo suena, respondo que es un instrumento con sonido de violín y mandolín, por separado y junto también. Allí radica la habilidad de tocar con el pulgar las tres cuerdas mas graves y con un arquito de cerda la cuerda más aguda. No es fácil hacerlo sonar, y hacerlo bien es un milagro”, añadió Gieco, quien acompañó su mensaje con imágenes del artista nacido en Villa Atamisqui, un pequeño pueblo ubicado al sureste de la capital de Santiago del Estero.

Entre otras virtudes, las sachaguitarras que construía Elpidio Herrera (y sobre todo las que tocaba con su conjunto, Las Sachas Guitarras Atamisqueñas) eran capaces de imitar el sonido de la voz humana, del grillo, del sapo, del tero y de otros pájaros. En esos animales se inspiraba el músico para crear sus canciones. 

“Es un instrumento sencillo como el monte santiagueño, pero difícil de tocarlo, es como abrirse paso en ese terreno inexplorado y virgen”, sostuvo Gieco.

La amistad entre León y Elpidio nació cuando el autor de "Solo le pido a Dios", en los años 80, convocó a varios músicos santiagueños para grabar su trascendental De Ushuaia a La Quiaca. “Veníamos siguiendo sus pasos, porque nos alegraba el alma su gracia y su creatividad”, recordó Gieco.

Y agregó: “Para ese entonces, hacía ya unos años que Elpidio había creado la sachaguitarra y nos pareció que ese instrumento, lugar y creador estaban tallados en la misma madera”.

En homenaje a su obra, y con motivo de esta fecha especial, Gieco lanzó un especial pedido: “Así como se talla un Cristo de una solo pieza se podría tallar ahora a Elpidio Herrera tocando su sachaguitarra debajo de un árbol del monte seco de Atamisqui”. “Entonces, los más cercanos, como Manolo y sus nietos, seguirán dándole a la noche ese sonido del monte, que guarda un secreto que nunca se sabrá”, aseguró.

Cerró su mensaje entonando unas estrofas de "Himno Santiagueño", una de las más reconocidas creaciones de Herrera.