Dos personas fueron asesinadas ayer en Constitución y Lamadrid, en pleno corazón de barrio Plata, en el mismo escenario de otro brutal ataque a tiros hace dos años. En este caso las dos víctimas, una de profesión panadero y la restante uno de su posibles atacantes, fueron ultimadas a balazos en la mañana de ayer en inmediaciones de la distribuidora ubicada en la zona sudoeste, donde ya ocurrieron dos tiroteos y otro crimen y cuyo dueño, César "El Manco" García, cumple una condena por asociación ilícita y usurpaciones.
Todo ocurrió a las 8.50 en las puertas de la distribuidora de bebidas de García, más conocido como "El Manco" o "Gitano", quien sufre una discapacidad irreversible luego de recibir cuatro disparos en la espalda en septiembre de 2019, cuando su comercio fue atacado a balazos y un joven murió en medio de una trama narcocriminal.
La primera de las víctimas de ayer fue Gaetano Di Bartolomeo (62), panadero reconocido por los vecinos que descendió de su automóvil cuando fue sorprendido por al menos un sicario, que lo ejecutó de nueve balazos. Los atacantes habrían sido dos y escaparon a pie luego de acribillar al panadero en la puerta de la distribuidora.
Sobre Lamadrid, a la vuelta de la distribuidora, fue encontrado otro hombre gravemente herido, de no mas de 30 años, aun sin identificar, quien fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde murió. "Tenía dos disparos por la espalda, y uno en la nuca, por lo cual creemos que alguien lo corrió, le disparó por la espalda, y luego lo remató en el piso", dijo uno de los investigadores, dejando sus sospechas de que la defensa del panadero provino desde el interior de la distribuidora de García.
La fiscal del caso indicó que "hay tres sectores" de donde la policía levantó vainas servidas: en la entrada a la distribuidora de García; en una esquina donde había gente en un camión; y a la vuelta del comercio donde cayó muerta la segunda víctima. Además apuntó que si bien solicitó las imágenes de las cámaras de seguridad que posee el comercio, no tienen la función de grabar, sino que solo se utilizan para vigilar las puertas del recinto. Fuentes judiciales aseguraron a este diario que la grabadora de imágenes está incautada desde hace tiempo para dilucidar otro ataque. Sin embargo, de existir en verdad grabaciones reales de este último ataque, los propietarios de la distribuidora no estarían muy interesados en hacerlas conocer, ya que podría haber sido alguno de los empleados del local el que corrió al sicario para repeler el ataque.
Dos personas habían sido demoradas cerca del lugar, tapados "con cascos, barbijos y guantes" y sobre quienes se realizaban averiguaciones para determinar si tenían algún vínculo con el doble crimen. Sin embargo al cierre de esta edición ambas personas habían sido liberadas.
La fiscal explicó que "es prematuro" vincular este doble crimen con los hechos anteriores ocurridos en esa esquina rosarina, "en la cual se habían registrado balaceras y personas heridas de arma de fuego, algunas que pertenecen a esta familia". El más grave de ellos ocurrió a las 8.30 del 7 de setiembre de 2019, cuando cinco personas que se movían en una camioneta Fiat Toro balearon el frente de la distribuidora. El "Manco" García recibió cuatro balazos en la espalda que le provocaron una discapacidad irreversible, mientras que dos yernos suyos resultaron heridos y murió un hombre identificado como Cristian Beliz.
Por ese hecho fueron imputadas cinco personas, entre ellas Mauricio Laferrara, sindicado como sicario de la banda del narco Esteban Alvarado y acusado por al menos seis homicidios. García tiene una relación de parentesco con el padre de "Mauri" Laferrara, otro viejo conocido del universo local del delito.
El "Manco" había sido detenido en enero de ese año y condenado en mayo a tres años de prisión condicional -por lo que estaba en libertad- en una causa por asociación ilícita y usurpación de viviendas en Rosario, que luego eran vendidas ilegalmente.
Una semana después de la balacera a su comercio, el 14 de septiembre de 2019, un hombre fue detenido a bordo de un auto en la puerta de la distribuidora con una pistola calibre 9 milímetros y una nota con datos de los supuestos agresores del "Manco".
El 7 de febrero del año pasado, en tanto, una patrullero que estaba de custodia en la distribuirá tras la balacera, recibió un disparo en un parabrisas. Según la investigación, los atacantes venían tiroteando a un hijo del "Manco" García que se escondió detrás del móvil policial, que resultó dañado.