La campaña de Juntos por el Cambio, que recién está en sus comienzos, empieza a parecerse a la mancha venenosa. Y el objetivo del que todos quieren despegarse es Mauricio Macri y sus cuatro años de Gobierno. Pese a su larga historia de aplausos a las medidas económicas, Martín Tetaz se lanzó recordando las (pocas) cosas que le criticó a Cambiemos. El ex aliado Ricardo López Murphy dijo que no se hace cargo de la gestión de Cambiemos y mandó a sus funcionarios a responder a Tribunales. El ex secretario de Salud Adolfo Rubinstein recordó que "la salud no fue una prioridad" para el ex presidente (Rubinstein integra una tercera lista en las PASO porteñas). Y en provincia de Buenos Aires -donde peor mide Macri- le cambiaron el nombre a la alianza para ir alejándola de Cambiemos.
Ahora, de hecho, se llaman "Juntos". Eso motivó algunas quejas en el último encuentro de la mesa nacional de Juntos por el Cambio por parte de los partidarios del ex presidente, que sospecha que están intentando despegarse de su gestión. No hace falta ser demasiado perpicaz para darse cuenta de que sus temores son fundados. Larreta hizo lo imposible para que el apellido "Macri" no fuera una de las cabezas de lista en la interna bonaerense. Se trata del distrito donde peor imagen tiene el ex mandatario. Para eso, el jefe de Gobierno convenció de que se baje al intendente de Vicente López, Más Jorge que Macri.
Pero esto solo ocurrió después de que algunas agrupaciones traviesas lanzaran un spot en el que hacían lo imposible por diferenciar a Jorge Macri de su primo: "Macri gobernó bien, por eso la gente quiere que siga gobernando. Macri prioriza la salud y la educación pública. Es más Jorge que Macri". Por supuesto, el intendente de Vicente López no lo compartió en ninguna de sus cuentas oficiales.
Macri, Mauricio, quedó fuera del cierre de listas
En los últimas horas, Macri tuvo que observar como varios ex funcionarios y ex aliados se sumaron a ese juego de la mancha venenosa. Lo hizo después de comprobar que no iba a tener ninguna injerencia en el cierre de listas -por primera vez en la historia del PRO- y de elegir entre perder una interna con Patricia Bullrich o declararse prescindente. El ex mandatario optó por esa última opción. Y vio como todo lo que ocurría era al revés de los deseos que había expresado: Vidal no se presentaba en Provincia sino en Ciudad, Santilli iba al territorio bonaerense. De su idea original de quiénes debían ser los candidatos de su espacio, pudo cumplir con poco y nada. Macri está viendo literalmente por una pantalla el cierre de listas, ya que no consigue volver de Europa.
Y ahora se le va a sumar una campaña en la que harán lo posible por olvidar sus cuatro años de gobierno (se sabe: Macri no solo les exige en privado recordarlos sino que se queja porque no salen a defenderlos). Nada de eso está ocurriendo, sino que empiezan a aparecer admisiones tardías como la de Rubinstein. El ex ministro degradado a secretario de Salud integra un grupo de radicales que busca terciar en la interna porteña, entre Vidal y Ricardo López Murphy. Y dijo en declaraciones a FM Delta: "Tengo que confesar que la salud pública no fue una prioridad en el gobierno anterior y fue simbólico que se tomara la decisión de reformular los ministerios y se pasó el ministerio que yo conducía a secretaría, decisión de la que estuve muy en contra" (Ver aparte).
López Murphy se pone en la cola
A él se le sumó López Murphy, quien fundó el PRO junto con Macri en 2005. No obstante, el Bulldog cuenta con un dato histórico a su favor: cuando el ex lider del PRO llegó a la presidencia ya hacía tiempo que habían roto la sociedad y que el ex ministro de Economía de la Alianza estaba en la vereda de enfrente y criticándolo (ya lo criticaba como jefe de Gobierno). Quizás por eso no le costó decir en un reportaje: "Yo no formé parte de ese Gobierno. Usted sabe que yo tuve una actitud crítica y no me hago cargo del Gobierno de Macri. Se harán cargo ellos en los procesos judiciales". Es probable que el Bulldog se cobre varias cuentas pendientes en esta campaña: después de todo, Macri lo dejó sin su partido de entonces, Recrear, y se lo fagocitó. Fue justo después de una campaña a presidente de López Murphy en la que Macri lo dejó solo. Patricia Bullrich también sabe de eso: hace poco, vivió la misma soledad a la hora de enfrentar al dúo Larreta-Vidal. Macri se fue a Europa y avisó desde allá que no peleaba cargos.
Se empieza a configurar, entonces, un escenario donde quienes son candidatos en esta elección por JxC reniegan de lo que fue el Gobierno de Cambiemos. Es conocido que Vidal tiene diferencias con el rumbo que tomó Macri en 2018 (y, por si quedaba alguien que no lo supiera, ella se ocupó de recordarlo en el libro que publicó este año). Y Tetaz, que defendió la política económica de Cambiemos desde los medios en los que trabajaba, en su lanzamiento se presentó como alguien que también tuvo críticas hacia Macri.
El candidato radical que enfrentará al PRO, Facundo Manes, ya comenzó a mostrarse en recorridas con sus socios peronistas Emilio Monzó y Joaquín de la Torre. Y sacó a jugar a la titular del GEN, Margarita Stolbizer, autora de denuncias penales contra Macri. Por cómo quedan conformadas las listas, la dirigente consideró que se va borrando la impronta del ex presidente de la alianza opositora: "Hay una renovación de lo que fue Cambiemos y las posiciones moderadas ganaron la pelea", dijo a FM Futurock y mencionó a Vidal, Santilli y, por supuesto, a Manes.