Los policías de la División Homicidios Diego Suárez y Ricardo Vizgarra brindaron testimonio ayer en el juicio que se sigue contra tres personas por el femicidio de María Leonor Gine, de 70 años, cometido el 28 de marzo del año pasado en su departamento de la avenida Belgrano de la ciudad de Salta.
Los efectivos intervinieron en las detenciones del nieto de la víctima, Agustín Morales, y de su amigo Federico Detzel, que ahora están siendo juzgados por el femicidio. Ambos testigos recordaron que Morales les aseguró en la comisaría que él era el único responsable del crimen. En la causa además está imputada una joven trans, Tania Aguirre, que se encontraba en situación de prostitución y quedó involucrada porque la noche del homicidio los otros dos acusados la levantaron de la calle y la llevaron al departamento de Gine.
Suárez y Vizgarra detuvieron primero a Detzel y, alrededor de las 21 de ese mismo día dieron con Morales, en la zona de la plaza Alvarado donde frecuentaba a un vendedor de drogas. Según lo relatado por los efectivos, el joven no opuso resistencia, destacaron que parecía que había estado consumiendo drogas y tenía una mancha de sangre en la ropa, y tenía consigo el documento de identidad de Gine.
Los policías contaron que lo llevaron a la División Homicidios y que Morales cambió de actitud cuando vio a Detzel detenido. Suárez dijo que les expresó: "mi amigo no tiene nada que ver en esto. Yo maté a mi abuela, solo yo". Por su parte, Vizgarra recordó que cuando estaban entrando con Morales, "vio a su amigo, pasó de un estado tranquilo a otro más violento, alterado" y les manifestó de manera espontánea: "¿qué hace mi amigo aquí?, yo voy a decir la verdad, yo maté a mi abuela, luego lo fui a buscar (a Detzel) para drogarnos".
Suárez relató que Morales les dijo que mató a su abuela porque tenía ganas de drogarse, que estaba en abstinencia y que Gine no lo dejaba salir. Los policías destacaron que el nieto les habló del arma empleada, un cuchillo que quedó en el lugar del crimen con la punta doblada. Suárez destacó que esos eran datos que solo conocía quien había actuado en la escena del crimen y que además sabía el personal policial que estaba en el lugar del hecho con quienes se comunicaron y los detalles coincidían.
El defensor de Agustín Morales, el abogado Horacio Morales, intentó evitar que declararon estos dos policías, a lo que se opuso la fiscala Mónica Poma, posición a la que adhirieron la querella y las defensas de lxs otrxs acusadxs. El Tribunal de Juicio, presidido por María Gabriela González y que tiene a Carolina Sanguedolce y a Pablo Farah como vocales, denegó el pedido del abogado de Morales.
"Eran personas adictas"
El 28 de marzo, mientras se encontraban en servicio Suárez y Vizgarra fueron convocados a la avenida Belgrano, al departamento donde otro nieto, Lucas, había encontrado el cuerpo sin vida de Gine. Al llegar les asignaron la tarea de entrevistar a los familiares; Marianela, hija de la víctima, les contó que no se podían contactar con ella desde la mañana, fueron al departamento y descubrieron que Agustín Morales había sacado su camioneta. Luego lo hallaron circulando por la calle Vicente López, junto a Detzel y lo hicieron regresar a devolver el vehículo. Marianela fue a buscar un juego de llaves, y su hijo Lucas fue el primero en ingresar al departamento y encontró a su abuela muerta en la cocina.
"Los familiares dan cuenta de que (Morales y Detzel) eran personas adictas, consumidores de drogas", sostuvo Suárez.
Suárez y Vizgarra tuvieron luego la tarea de detener a los dos jóvenes sospechosos. A Detzel lo ubicaron en el barrio 17 de Mayo. Suárez dijo que estaba lúcido, no se lo veía drogado o alcoholizado, no tenía manchas de sangre, estaba vestido como lo había visto una de las hijas de Gine. El policía añadió que Detzel se mostró colaborativo y no opuso resistencia, y de manera espontánea, les dijo: “ah es por la plata, yo ya sabía que esto me iba a traer problemas”.
Vizgarra hizo un relato similar al de Suárez. Agregó que Detzel les contó que Morales lo fue a buscar alrededor de las 3 de la madrugada, para que le comprara estupefacientes. Luego fueron al departamento y consumieron la droga. Detzel aseguró que en ningún momento vio a la abuela de Morales. Luego buscaron dinero en una habitación porque Morales quería comprar más drogas.
Suarez añadió que Detzel dijo que mientras buscaban se dio cuenta de que no era en la habitación de Morales porque había ropa de mujer, pero Morales aseguró que era su dinero, encontraron un fajo de billetes de $500 y fueron a comprar pasta base al barrio Grand Bourg, y después volvieron al departamento.
Los policías afirmaron que Detzel relató que Morales le dijo luego que quería tener sexo con una travesti, por lo que fueron hasta la zona conocida como El Bajo, donde encontraron a una joven en situación de prostitución y la llevaron al departamento, donde estuvo una hora, en el cuarto de Morales, donde estuvieron los tres pero solo Morales habría requerido sus servicios, luego le pagó y salieron otra vez, para dejarla por la avenida San Martín.
Vizgarra detalló que Detzel les dijo que estuvo con Morales hasta las 8 de la mañana en el departamento, luego salieron a circular en la camioneta de la abuela, llegaron hasta inmediaciones de la cancha de Gimnasia y Tiro, donde los encontraron la tía Marianela y el primo Lucas. Detzel relató que pidió dinero a Morales para volver a su casa en un remís.
Nada relevante
Al responder a preguntas de la abogada Gabriela Arellano, que a cargo de la defensa de la joven travesti, Suárez dijo que Detzel dio a entender que Morales fue un "cliente ocasional" de esta joven. El policía sostuvo que sobre ella no había surgido nada relevante hasta el momento, que luego surgió información sobre ella cuando se revisaron las cámaras.
También declaró el policía Néstor Matías Tolaba, que realizó un plano de la escena del crimen. Dijo que en el living encontraron envoltorios de estupefacientes, también en la habitación de Morales, donde además había un envoltorio de preservativo. El cuerpo estaba en la cocina, allí mismo se halló un cuchillo con una curvatura sobre una hoja de diario.
Tolaba indicó además que en el edificio había 8 cámaras de seguridad ubicadas en distintos puntos por los que transita la gente y éstas tendrían una diferencia de 23 minutos respecto a la hora real. Señaló que en las imágenes del 27 de marzo, se ve a Morales hablando por teléfono, algo llamativo porque sus familiares manifestaron que no tenía celular. Precisó que a las 17.49 se lo observa usando una remera que fue incautada en la habitación de él, dijo que se le visualizaron manchas. A las 22.28 se distingue que la imagen central de la remera variaba con la que se veía a las 17 y es con la que luego es detenido, en ella no se observaban manchas de sangre a simple vista. A las 22.56 vio el desplazamiento de dos varones que venían desde la avenida Sarmiento y subieron al departamento de Gine.
El policía detalló los movimientos que quedaron grabados en las cámaras, la salida de Morales y Detzel pasada la medianoche y su regreso a la 1.30, ya con la joven travesti. Una nueva salida cerca de las 3, un reingreso a las 4.28, y una última salida casi a las 7.
La información de las cámaras del edificio fue complementada con la de las cámaras del 911. Un sargento que declaró como testigo ubicó a Morales y a Detzel y sus distintos movimientos, detallando las veces en que en distintos puntos de la ciudad las cámaras los captaron circulando en la camioneta de Gine y también en remís. Algunas de las escenas tal vez más destacables que captaron las cámaras tienen que ver con los ingresos y egresos al edificio.