Finalmente el Comité Capital de la UCR presentó su lista 3 de cara a las elecciones provinciales por fuera de la alianza de Juntos por el Cambio que a nivel país conforman junto al PRO. El discurso de todos sus candidatos fue muy crítico hacia ese sector con el que fueron gobierno desde 2015 a 2019, y también criticaron a los oficialismos nacional y provincial.

En su sede de Mitre 653 presentaron en sociedad a quienes serán sus candidatos: el ex diputado y que ahora quiere ocupar la banca de senador, Bernardo Solá; el presidente del Comité Capital y uno de los artífices de la escisión de Juntos por el Cambio, Rubén “Chato” Correa, que irá por la diputación; Alberto Salim, candidato a ocupar una banca en el Concejo Deliberante capitalino, y Tusnelda Castañares, que se postula para debatir la reforma constitucional como convencional.

Bernardo Solá recordó que estuvo alejado de la vida política partidaria por 20 años, “pero estaba cansado de quejarme permanentemente de cómo están las cosas y la verdad que es muy fácil hablar desde su casa”. También resaltó que en su vida profesional como abogado le va muy bien y no tenía ninguna necesidad de acceder a un cargo, pero que lo hace “porque tengo esta vocación”, y dijo estar convencido de que en el Senado local “no hay oposición, y a los pocos que entraron de otros partidos, automáticamente los captaron”.

Por eso indicó que su principal propuesta es “ser la voz disonante, que controle, por ejemplo, las partidas presupuestarias y la corrupción”, “la pobreza también se puede revertir combatiendo la corrupción”, añadió.

Con respecto a qué es lo que lo diferenciaría de otros candidatos opositores, Solá esgrimió en primer lugar, “que vivo de mi actividad privada y no del Estado”. Pero sobre todo, “porque muchos hoy ocupan cargos públicos”, a lo cual preguntó: “¿Qué van a poder hacer desde la Cámara que no pueden hacer desde sus cargos?”, y se contestó aseverando que es solo un canje de roles.

En relación a otros candidatos, que también llegan desde un lugar por fuera de la política, acentuó que él sí viene de la política y cree en la política, “no soy antipolítico, no reniego, sino que trato de enaltecerla”.

Para argumentar la decisión de ir por fuera y enfrentar a Juntos por el Cambio en Salta, apuntó directamente al PRO como el culpable del fracaso de la gestión que gobernó el país: “si no pasa lo que pasó en el 2015, donde se le atribuyen errores al radicalismo, que no cogobernó”. “Queremos tener incidencia en las decisiones”, culminó.

A su turno, Rubén Correa fue por el mismo camino al asegurar que son “la única oposición, porque todo lo que se presenta en el arco político son las distintas versiones del peronismo, que es capaz de construirse como oficialismo y oposición para asfixiar a la verdadera, que es la que controla y propone”.

También incluyó en ese grupo “no opositor” al PRO, y contó un anécdota de un vendedor de pochoclos que le preguntó si el radicalismo se presentaba solo o no, y le reconoció que él era del PRO, “pero que antes había sido peronista, solo que creía que el PRO podía llegar a expresar el peronismo que le interesaba”. “Cuando ves la historia de los dirigentes de ese espacio, te das cuenta cuál es la matriz que tienen, porque la mayoría de ellos provienen del peronismo”, dijo sobre quienes comparten un frente con la UCR a nivel nacional.

Sobre las propuestas de su espacio, Correa recordó que es una elección legislativa “y por ahí se proponen cosas como si fueran parte del Ejecutivo”, por lo que para él, lo que se debe recuperar es el rol que debe tener el Poder Legislativo, “la facultad de controlar a los otros poderes, como el Ejecutivo y el Judicial, que ha caído mucho en la consideración de la opinión pública”.

El histórico referente radical se mostró preocupado por la falta de planificación de políticas estatales, y de idoneidad de los funcionarios del gobierno de Gustavo Sáenz. Por lo que también jugarían un rol de crítica, “pero a la vez, de generar ideas y propuestas legislativas que le den un rumbo a las políticas públicas”.