El incendio cerca del popular lago Tahoe, uno de los mayores de las decenas que hay en California (EE.UU.), se vio impulsado a lo largo de la madrugada del jueves por los fuertes vientos que soplan en la zona y cruzó la frontera hasta alcanzar al vecino estado de Nevada.
El fuego de "Tamarack", como fue bautizado, obligó a evacuar a miles de personas de una zona con gran presencia turística y lleva calcinadas más de 20.000 hectáreas desde que fue causado por el impacto de un rayo el pasado 4 de julio, según informó el Servicio Forestal de Estados Unidos.
Se trata del primer incendio de la temporada en cruzar la frontera entre California y Nevada, una división natural formada por la cordillera Sierra Nevada, principal fuente de agua para ambos estados pero que este año se encuentra en una situación de sequedad extrema tras un invierno con mucha menos precipitación de lo habitual.
Las llamas obligaron a cortar tramos de la autopista 395 en Nevada, una de las más transitadas del estado y que conecta las ciudades de Reno y Carson City con California.
Pese a tener a más de 1.200 bomberos trabajando en él, los servicios de emergencias sólo han logrado contener el fuego en un 4 por ciento y no prevén tenerlo completamente bajo control hasta finales de agosto.
En paralelo al del lago Tahoe, hay otros grandes incendios en California y el resto del oeste de EE.UU., que está viviendo un verano de calor extremo, lo que, unido a la sequía, ha hecho que la temporada de incendios se adelantase varios meses.
En Oregón, al norte de California, el fuego bautizado "Bootleg" lleva ya más de 161.000 hectáreas calcinadas desde que fue declarado a principios de julio, destruyó 117 construcciones humanas y tiene luchando contra las llamas a más de 2.300 bomberos.
Este incendio, el más grande de todos los actualmente activos en EE.UU., es tan grande que a principios de esta semana, las autoridades explicaron que ya genera incluso sus propias condiciones climáticas, lo que dificulta el trabajo de los bomberos.
El fuego afecta a una zona montañosa y de vegetación en el Bosque Nacional de Fremont-Winema y los bomberos no prevén tenerlo del todo contenido hasta principios de octubre.
Además de los de "Tamarack" y "Bootleg", otro de los incendios que más preocupan en estos momentos a los servicios de emergencias es el de "Dixie", que se desarrolla en California cerca de la localidad de Paradise y que se sospecha que fue causado por un fallo en una línea eléctrica, aunque la investigación sigue abierta. Este incendio, que lleva 40.400 hectáreas quemadas y sólo se ha podido contener en un 17 por ciento, trae los peores recuerdos a los vecinos de Paradise, una ciudad que fue arrasada en 2018 por el incendio más mortífero de la historia de California, en el que murieron 85 personas.