Un hombre fue rescatado, herido pero con vida, después de soportar durante una semana repetidos ataques de un oso pardo en un campamento de Alaska. Impedido de llamar por teléfono para pedir ayuda, debido a las condiciones inhóspitas del lugar, el visitante no se dio por vencido hasta que el auxilio lo encontró.

Los tripulantes de un helicóptero que hacía un vuelo de rutina sobre la costa de Alaska vieron escrita la señal SOS en el techo de una cabaña el pasado viernes, dijo la Guardia Costera en una nota con The New York Time. Cuando volvieron para inspeccionar el mensaje, vieron a un hombre que alzaba sus manos al aire. Ese gesto es "considerado internacionalmente como una señal de auxilio", explicaron.

"Los tripulantes aterrizaron e hicieron contacto con el individuo quien requería asistencia médica tras ser atacado por un oso unos días antes", añadieron.

La víctima, que sufrió una lesión en la pierna y contusiones en el torso, dijo a las autoridades que durante una semana fue acosado por el oso que volvía a su campamento todas las noches.

Finalmente, el hombre fue trasladado a la cercana localidad de None para ser tratado de sus heridas.

La Guardia Costera no identificó a la víctima, quien, según los rescatistas, tenía entre 50 y 60 años y se había quedado en la choza desde el 12 de julio en el pequeño pueblo minero. Aún no está claro cómo llegó el hombre al campamento remoto, que no tiene servicio de telefonía celular y se encuentra en una zona de drenaje de un río.