Carlos Quilici dice que el disco es doble sin habérselo propuesto y que surgió debido a que dispuso de mucho tiempo: “No estoy haciendo ensayos grupales, actuaciones en vivo ni giras. Al estar con mayor disponibilidad me dije: ‘me largo y lo hago’”. Allí está, entonces, el díptico Bandoneón Solo, testimonio de una profunda meditación del músico con el fueye, tan honda que se la siente y disfruta de un modo pleno. Los títulos de las “dos caras” de este sentir definen el recorrido: “Tangos clásicos” (donde conviven Cobián, Gardel, Troilo, Pugliese, Arolas, entre otros) y “Tangos nuevos y clásicos” (entre composiciones propias, de Martín Tessa, Cholo Montironi y Cristian Gustafsson). Los arreglos son del músico, salvo en excepciones precisas como Omar Torres, Rodolfo “Cholo” Montroni y Antonio Ríos.
“Es un reflejo bien fidedigno de lo que siento con la música, con el tango y con el bandoneón. Es la expresión más personal, podríamos decir, porque al estar solo no tenés el apoyo de ningún otro músico, ya sea tanto desde lo estrictamente musical como en lo emocional. Creo que el reflejo de lo que uno siente está ahí, puro”, comenta Carlos Quilici a Rosario/12. Pandemia aparte, hay otras razones para el disco. Como el músico señala: “Si bien tengo mi Orquesta Típica, el Quinteto Los Tauras, y hace muchos años toco en dúo con Martín Tessa junto con Juan Iriarte en voz, en las giras de los últimos años estuve tocando mucho solo, a veces por cuestiones de presupuestos o de coordinación. Pero me ha sucedido también que en los conciertos, al momento de vender los discos, la gente me preguntaba ‘¿y no tenés nada solo?’. Así que por un lado hubo un gusto personal, pero también un pedido de parte de la misma gente que me escucha”.
Como se decía, el disco fue repentinamente doble porque “me puse a grabar y tuve 28 temas. Decidí no sacar ninguno, porque de esta manera se refleja también el panorama amplio de lo que yo abordo con el tango. Justamente, en el primer disco están los clásicos, los grandes autores como Troilo, Pugliese, Cobián, De Caro, que vengo tocando desde hace muchos años. Y después aparece mi inquietud compositiva, que está desde hace muchos años, desde que arranqué. Así como en los conciertos, voy mezclando cosas clásicas con las mías. Incorporé también a colegas. Hay un tango de Martín Tessa, de Cristian Gustafsson y de Cholo Montironi”.
Sobre los temas de estos colegas, Quilici tiene anécdota: “Con un grupo de amigos conformamos Los Rinconeros de La Sexta, que no refiere a otra cosa más que a un rincón de mi casa. Entre ellos están quienes te nombré; el año pasado, en plena pandemia y un poco como un juego, les propuse hacer un tango relacionado con todo esto, para que uno se lo tocara al otro. Esto de tocarle un tango a otra persona es algo que un poco se está perdiendo, porque se hacen muchas cosas nuevas pero no sucede tanto que uno toque algo de un colega. Yo compuse ‘El codazo (Saludo pandémico)’ (risas). Fue una linda idea que por suerte pude plasmar. Cuando se lo comenté al Cholo, que es un gran referente para todos, ¡se mandó con un tango para la barra nuestra (‘A los rinconeros de La Sexta’), cómo no hacerlo!”.
Integrante de la denominada “Escuela bandoneonística rosarina”, Quilici abreva también de los arreglos de Antonio Ríos, como por ejemplo en “Berretín”, de Pedro Laurenz. “Ríos es uno de los grandes bandoneonistas de la historia, de los máximos exponentes de la milonga, así como lo es el Cholo. De Rosario han salido bandoneonistas de excepción, donde están Ríos, Cholo, Fernando Tell, Marinero Montes, y me quedo corto con los nombres”.
-¿Por dónde pasa entonces la identidad del tango rosarino?
-Creo que es algo que en los últimos años se está logrando más. Las orquestas y agrupaciones de otra época en su gran mayoría le copiaban mucho a los estilos porteños, con excepciones como Antonio Ríos, Antonio Agri, Omar Torres. Generalmente se copiaba el estilo D’Arienzo, Fresedo o Di Sarli. Pero nuestra ciudad le da al tango una impronta distinta a la de Buenos Aires, con su stress y violencia urbana. No es lo mismo para nosotros, y creo que eso se refleja en la música, desde un ritmo generalmente un poco más cansino. Ahora hay una movida tremenda, ha crecido muchísimo la cantidad de gente joven que compone, disfruta, y genera nuevas cosas, tanto en la música como en las letras. Y es importante que todo esto tenga difusión porque sigue siendo un fenómeno under.
Para adquirir Bandoneón Solo hay que ponerse en contacto con el artista, a través de las redes o de su mail (mailto:[email protected]" style="background-color: rgb(255, 255, 255);">[email protected]), ya que todavía no estará disponible en las plataformas digitales. “Esto me surgió por lo que hizo Leonel (Capitano), uno de los amigos de Los Rinconeros de La Sexta. Lo hablé con otros colegas, y decidí que lo mejor es hacer una venta directa, para que lo que se pueda recaudar vaya directamente al artista. Es sabido que si uno lo cuelga en las redes está muy bueno, porque se distribuye en todo el mundo y es algo que voy a hacer en el futuro, pero convengamos que lo que se pueda recaudar con eso no existe. El músico también necesita su retribución por lo que hace, y encontramos como posibilidad esta manera de lanzamiento, a través de una distribución personal y privada, por compra directa”, concluye.