El eco de una frase regresa con una potencia expansiva: “es posible que la imaginación esté a punto de reconquistar sus derechos”, escribió André Breton, hace casi cien años, en el Primer Manifiesto del Surrealismo (1924). La 15ª Fiesta de la Lectura de invierno, una propuesta de Malba Literatura, tendrá un formato virtual (canal de YouTube del Malba más Zoom) y se realizará este sábado de 14 a 19.30 horas. Las lecturas, charlas y talleres gratuitos de Isol, Roberta Iannamico, Sandra Marín y Greta Gamondes estarán dedicados al público infantil y juvenil. Las actividades de esta edición se inspiran en el surrealismo y sus procedimientos creativos, en el marco de la exposición Terapia, en la que se explora los alcances del surrealismo en Argentina. La apertura llegará con el espectáculo La máquina libro, a cargo de la compañía teatral Los Sur Reales, dirigida por Pompeyo Audivert y Andrés Mangone.
Audivert, director, actor, dramaturgo y docente, es nieto del grabador del mismo nombre, Pompeyo Audivert (Cataluña, 1900-1977), uno de los primeros artistas del surrealismo argentino, autor de Ubicación Surrealista (1967), una publicación en la que propone que la edición de Molino rojo (1926), el libro de poemas de Jacobo Fijman, ilustrado por grabados de Pompeyo Audivert y José Planas Casas (tío de Juan Batlle Planas), fue el primer mojón surrealista en la Argentina. La 15ª Fiesta de la Lectura demostrará que muchos de los ejercicios de escritura y de composición plásticos surrealistas fueron propuestas para despertar al lenguaje y sus imágenes, como el collage (combinación de distintos materiales en una imagen), la escritura a “cuatro manos” (un texto que varios autores escriben de forma simultánea), el “cadáver exquisito” (juego en el que se combinan colectivamente un conjunto de palabras o imágenes) o el montaje fotográfico (crear una imagen mediante recortes de otras ilustraciones fotográficas).
“Convite de lecturas descabezadas” se titula el taller a cargo de Greta Gamondes, que empezará a las 15 y requiere inscripción previa. La profesora de inglés y docente bibliotecaria compartirá una selección de lecturas en las que resuenan los ecos de la imaginación surrealista. Habrá textos de Mario Levrero, Sara Gallardo, Leonora Carrington, Shaun Tan, Ian McEwan, Lise Deharme y Micaela Chirif. “El gesto surrealista es la búsqueda desaforada, en el juego, en el sueño, en el azar, de puntos de fuga del pensamiento racional y cotidiano; puntos de fuga hacia nuevos modos de decir, hacia nuevas asociaciones entre los objetos cotidianos, entre las palabras y las cosas, que extraña nuestra mirada sobre el mundo”, plantea Gamondes a Página/12. “En el manifiesto surrealista se lee un deseo de retorno a la infancia como espacio de imaginación, de creación, de transgresión de las reglas del mundo adulto o de no observación de dichas reglas, y también como espacio de experimentación con las palabras y los límites del decir, sin inhibiciones, tan propias del mundo adulto”.
Las “lecturas descabezadas” tienen un rasgo en común, según Gamondes: el borramiento del límite entre el sueño y la vigilia, entre el orden de lo racional y cotidiano con otras lógicas posibles. “En la selección, hay autores directamente vinculados al surrealismo como Leonora Carrington y Lise Deharme con textos que ellas escribieron pensando en un destinatario infantil. El resto del recorrido incluye autores que no necesariamente son surrealistas, pero en sus búsquedas, en el juego que proponen con el lenguaje, hay algo que tiene que ver también con la fuga de lo cotidiano hacia la imaginación, la ensoñación, hacia otros mundos posibles”, explica la tallerista.
En “Secretos del arte mágico surrealista”, la poeta Roberta Iannamico (Bahía Blanca, 1972) invita, lápiz y papel en mano, a escribir poemas a partir de las 16 horas (también con inscripción previa). “Cuando algo no imaginado sucede, como la pandemia, también es una oportunidad para imaginar otros mundos posibles”, dice desde Villa Ventana, donde vive hace veinte años. “El surrealismo nace en un momento de mucha incertidumbre, en el período de entre guerras. Como respuesta a esa realidad, los surrealistas abren la puerta hacia esa gran posibilidad que tenemos los seres humanos con nuestra imaginación, que muchas veces no es utilizada por tener que responder a las cuestiones preestablecidas que nos ofrece un sistema que parece inamovible”, reflexiona la autora de libros de poemas como El zorro gris, el zorro blanco, el zorro colorado, Mamushkas, El collar de fideos, Tendal, Muchos poemas, Nomeolvides, y Qué lindo, entre otros.
Iannamico, que escribe y canta sus canciones en el dúo las Kostureras, cuenta que descubrió al surrealismo durante su adolescencia. “El surrealismo es una gran puerta que habilita el espacio de la creación a todes. El espíritu alegre, juguetón y también revolucionario del surrealismo impregna toda una actitud poética que me emociona mucho. Como docente, pude ver cómo el surrealismo tenía el mismo efecto en las personas que lo iban descubriendo”, recuerda la poeta que trabaja activamente en la Biblioteca Popular Macedonio Fernández de Villa Ventana. “En el primer manifiesto, Breton habla de la imaginación como un patrimonio que tenemos despierto en la infancia y que va siendo domesticado, al punto de que a los veinte años no queda ya casi nada de esa luz. La imaginación, dice Breton, es sometida a espacios que son tan humillantes que prefiere dejar de funcionar. Él habla de los niños criados por sus domadores”, explica la poeta.
“En mi experiencia con niñes, pude ver que toman con muchísima naturalidad jugar con las palabras, con sus imágenes y con sus sonidos, de manera muy libre –precisa Iannamico-. Al contrario de lo que se trabaja escolarmente, los chicos sienten que la escritura es un espacio donde se pueden plasmar muchos mundos que están presentes en el juego con el absurdo, algo que los chicos disfrutan muchísimo. El surrealismo es una forma lúdica, muy profunda y revolucionaria, de denuncia frente a un mundo que no pareciera tener más opciones que las que presenta. El surrealismo es un camino de crecimiento de nuestra interioridad, de lo que podríamos llegar a ser como humanes”.