Entre el lunes y el miércoles de la semana que pasó, un avión con tecnología Lidar escaneó la geografía del terreno de dos sitios sospechados de enterramientos clandestinos: la Quinta de los Comandantes del Segundo Cuerpo de Ejército en Ayacucho y Circunvalación en Rosario y Campo San Pedro, un predio militar cercano a Laguna Paiva.
"Hicimos todo lo que se llama asistencia al vuelo de la avioneta, la parte terrestre con equipo de georreferenciación satelital que son los que de alguna manera después sirven para darnos las ubicaciones que estamos buscando. Estos son los puntos de interés que podrían ser excavados en caso de mostrar alguna alteración" explicó Juan Nóbile del Equipo Argentino de Antropología Forense, que junto al estado nacional y provincial y la justicia federal realizó el trabajo. También acompaño la jornada Héctor "Chinche" Medina, quien fue el impulsor de este sitio como posible lugar de enterramientos.
"Los vuelos salieron muy bien con buena climatología y visibilidad, así que esperamos los resultados para continuar el trabajo", confió el antropólogo.
Nóbile explicó que la tecnología "Lidar trabaja por distintos tipos de capas con una tecnología de puntos láser adosada a un avión. Genera una lectura de toda la superficie del terreno que nos permite identificar zonas alteradas, compatibles con actividades antrópicas”. “Esta tecnología nos va a dar los lugares donde después se van a hacer excavaciones. El vuelo con el Lidar dura unas cuatro o cinco horas, pero todo el procesamiento de los datos obtenidos demora entre cuatro y seis meses”, completó. Esos datos luego se cruzarán con los trabajos previos de investigación del terreno para poder establecer puntos de interés para futuras excavaciones.
El Equipo adquirió la tecnología y trabaja en forma conjunta con investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de La Plata. “Siempre son bienvenidas estas tecnologías porque nos permiten visualizar desde otras perspectivas, nuevas y muy buenas. Poder desarrollarlas acá nos permite innovar las formas de búsqueda, siempre con la esperanza de tener resultados positivos”, valoró Nóbile
En tanto, para el fiscal de la Unidad Especializada de Derechos Humanos, Adolfo Villatte, a cargo de las medidas, este es "un importante avance porque es un análisis del suelo para saber si hubo en algún momento tierra compatible con la existencia de enterramientos, ya que existen indicios en ese sentido, pero hasta el momento, por lo menos, no hemos podido establecer efectivamente que eso haya sucedido. Este sería entonces un camino que nos ayudaría a ver si se puede confirmar esa hipótesis, de que en el lugar haya habido tumbas clandestinas, ya que las condiciones de tipo de terreno los favorecen. Quiero decir que es un amplio predio, con cercanía a otros centros de detención, es más, allí mismo funcionó uno de ellos, y todo pudo haber ocurrido lejos del mirada de la gente".
Por su parte, la secretaria de Derechos Humanos de Santa Fe, Lucila Puyol, quien siguió de cerca la tarea de Campo San Pedro, confesó su esperanza en que esto "pueda cerrar el trabajo del Campo San Pedro, en el sentido de que si existen otras fosas se puedan encontrar”.
“En 2010 se encontró una fosa que tenía cuerpos de ocho desaparecidos, que fueron secuestrados y trasladados desde Rosario, que fueron asesinados y luego, quienes lo mataron, cavaron una fosa y cubrieron sus cuerpos de cal. No hay razón para pensar que no hay más casos”, consideró Puyol.