A horas del cierre de listas y con los nombres de los candidatos sobre la mesa, la campaña electoral entra en una nueva etapa. Gobierno y oposición comenzarán a plantear los principales ejes que guiarán la campaña y el rumbo económico toma un lugar protagónico.
Recuperación económica, dólar, inflación y FMI fueron los puntos en los que los analistas económicos consultados por Página 12 coincidieron que ocuparán gran parte de los debates y la agenda pública de cara a las elecciones de medio término.
Las elecciones se llevan a cabo en un contexto económico que aún se encuentra sujeto a la evolución de la pandemia, con un proceso de recuperación económica que muestra una desaceleración producto de las restricciones derivadas de la segunda ola; con el frente externo y fiscal controlado y un poder adquisitivo muy mermado por la caída de la actividad y la suba de precios.
"La principal característica de recuperación es la heterogeneidad sectorial que atraviesa la salida de la parte más dura de la pandemia. Hay sectores que difícilmente se recuperen en el corto o mediano plazo como restaurantes, hotelería o turismo. Hay que ver si este verano logra ser una buena oportunidad, pero no lo hacen al mismo ritmo que sí lo hace la industria", explica la doctora en desarrollo económico y directora del Centro de Economía Política ArgentinA (CEPA) Julia Strada.
"Es todavía incipiente y muy heterogéneo. Aunque algunos indicadores de actividad son auspiciosos, no alcanza a verse la mejora en todas la variables económicas. Por ejemplo, la mayor actividad todavía no se traduce de forma contundente en la creación de empleo registrado privado o en la ampliación de la capacidad productiva", complementa el último informe de coyuntura del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO).
La economista investigadora del Centro Cultural de la Cooperación Nadia Schuffer coincide en el análisis y apuesta a que "todo indicaría que el segundo semestre será de crecimiento".
En el frente externo la entrada de dólares por la cosecha récord en un contexto de aumento del precio de los commodities generó una cuenta corriente superavitaria, y el consecuente engrosamiento de las reservas del Banco Central, que le otorga un poder de fuego para defender el precio del tipo de cambio, un eje indiscutible en la campaña.
"El frente fiscal también se fortaleció gracias a la recaudación por los derechos de exportación de las commodities y tuvo su incidencia en el déficit primario ordenado que muestran los informes de hacienda mes a mes", explica Strada.
"El desafío dado el contexto económico es mejorar el nivel de actividad y bajar la inflación con el menor gasto posible. Yo creo que las políticas van a ser poco ambiciosas, y por lo tanto los resultados serán moderados", avanza en el análisis el economista jefe de Ecolatina Matías Rajnerman.
Una de las mayores alarmas tiene que ver con la relación salarios/inflación, donde "resulta de suma urgencia la recuperación de poder adquisitivo y atender con contundencia la delicada situación de los casi 19 millones de argentinos y argentinas bajo la línea de pobreza", agrega Schuffer.
Fantasma verde
En la memoria colectiva, las elecciones son sinónimo de devaluación. Es que es lo que sucedió posteriormente a las últimas cuatro elecciones en Argentina: en 2013, 2015, 2017 y 2019. Esta expectativa en un contexto de control de cambios para el dólar oficial y regulaciones para los financieros (MEP y CCL) impacta directamente en el valor del dólar paralelo o blue.
Los analistas coinciden en que el tipo de cambio oficial está controlado gracias a los controles de cambio. "El impacto del dólar blue asusta más a los votos que a la economía real. Es más mediático y relevante a nivel político y electoral que en la economía real", asegura Rajnerman y agrega: "El gobierno va a intentar mostrar que no hay correlación entre la inflación y el dólar blue; y que está bajo control el dólar oficial, que es el que más importa. Del otro lado lo van a exhibir como una debilidad que el gobierno no puede controlar y la verdad es que ambas son ciertas".
Precios. "El costo de la comida va a ser protagonista porque vamos a estar en un segundo semestre en donde los principales precios regulados ya no van a seguir aumentando: ya se aplicaron los dos aumentos de tarifas de luz y gas, la nafta ya deja de aumentar, y ya hubo aumentos en materia de telecomunicaciones, a menos que existan nuevos aumentos fuera del cronograma. Quedarían prepagas; pero todo lo que venga en materia de inflación de acá para adelante va a tener que ver con el aumento de los alimentos y esto es fundamental al momento de evaluar nuestra calidad de vida y bienestar", destaca Julia Strada.
FMI. La renegociación de la deuda aún no resuelta con el FMI será un eje de discusión. "Acá hay un punto fundamental que es que el Congreso que se arme será el que tenga que aprobar el acuerdo con el Fondo, si no se cierra antes del 10 de diciembre", observa Strada.
Rccuperación. "Probablemente la oposición liderada por Cambiemos va a criticar al gobierno pero la verdad es que no tiene muchos resultados para mostrar, porque durante la anterior gestión la economía caía, un poco menos pero no había pandemia", reflexiona Rajnerman.
"Si sólo se evaluara la situación económica, el resultado tendría que ser negativo para el gobierno. Eso alienta a consultoras y partidos del establishment a emparentar la actual gestión con la del gobierno de Macri. Pero el resultado puede ser muy distinto si en la evaluación económica, antes de votar, se considera quién es el responsable de la crisis", avanza en el análisis Andres Asiain, director del CESO, que asegura que "la clave está en no dejar dudas sobre los esfuerzos realizados desde la política económica para cambiar la tendencia en el nivel de actividad, en el empleo y en los ingresos"