He-Man ya no tiene el poder de Grayskull, tampoco la espada ni el protagonismo. Así son las cosas en Amos del universo: revelación (disponible en Netflix), la serie animada creada por Kevin Smith. Conoisseur absoluto de la cultura pop, su responsable calibra pasado y presente, toma riesgos inusuales para un ejemplar retromaníaco y reconvierte la fábula con bastante sagacidad. Sí, los personajes son los mismos que aparecieron en los televisores ochentosos, abarrotaron jugueterías y fueron el deseo más preciado de todo infante en esa década. A nivel estético, el proyecto respeta el patrón luminoso y articulado de la saga original. La reinvención pasa por lo narrativo, temático y el juego de roles al punto que el macho alfa de corte taza es un mero actor de reparto. En definitiva, la decodificación del discurso de género también ha llegado a Eternia.
El relato sigue a Teela (voz de Sarah Michelle Gellar) quien tras descubrir el secreto del príncipe Adam/He-Man se embarca en su propio viaje exploratorio por toda esta tierra fantástica. El detonante se da justo en la noche en que Skeletor (notable Mark Hamill) consuma un golpe al reinado. Será la hija de Duncan/Man-At-Arms la auténtica revelación del título. Le sigue Evil-Lyn (Lena Headey) quien también reniega de su carcaza como bruja maligna. Si todos los personajes van más allá del gatopardismo, entonces, ¿He-Man es un aliade o un machirulo? La respuesta en estos cinco episodios con continuación asegurada.