Cierta profesora de danza ficticia sentenció que “la fama cuesta” y el punto de partida de Everyone Is Doing Great (disponible en Paramount +) muestra a dos actores que se gastaron –casi– todo lo que el estrellato puede ofrecer. Comedia existencial que transcurre en el intervalo del showbiz: castings incómodos, agentes sinvergüenzas, salas de teatro semivacías y egos alterados. “Sabemos de la fascinación que genera la industria del entretenimiento y para nosotros era muy importante mostrar todo esto a contraluz. Al final del día, estos tipos son personas comunes y corrientes que de un día para el otro se encontraron en un lugar que nunca pensaron que estarían, y ahora deben pensar cuál es el paso siguiente”, le dice James Lafferty (Los elegidos de la gloria) a Página/12. Su director y protagonista se unió a Stephen Colletti para construir este relato de ocho episodios que esconde una reivindicación. “No nos llamaban para hacer comedia y sentimos que podíamos contar esta historia desde un punto de vista único y gracioso”, añade el actor de series como Laguna Beach y The Hills.

El one hit wonder televisivo de Seth y Jeremy (alteregos de Colletti y Lafferty) llevaba, irónicamente, el título de Eternal. Han pasado cinco años del final de esa serie de vampiros sexys y ninguno de los dos pudo aprovechar el envión. El primero sigue infructuosamente el manual para estar en el candelero, el otro habita en un estado zumbón de vagancia, joggineta y sustancias tóxicas. ¿Algún punto en común? Sus exparejas, Andrea (Alexandra Park) e Isabella (Cariba Heine), lograron todo lo que se les está escapando. “En principio iba a ser un día en la vida de estos dos tipos pero luego disparamos en varias direcciones. La idea era que fueran dos mejores amigos, tienen similitudes pero el modo en que actúan es muy diferente: tenés al que procrastina y al que se esfuerza demasiado”, dice Colletti quien, además, dirigió uno de los ocho episodios de la entrega.

Las viñetas de Everyone Is Doing Great suceden bajo el pesado sol de Los Ángeles. Un poco como Curb Your Enthusiasm pero sin la corrosión de Larry David. “El humor es un poco seco y crudo, como es el presente de Seth y Jeremy. Queríamos enseñar como son las personas cuando nadie las está observando. Esos instantes en lo que uno no sabe bien qué decir”, explica Lafferty. ¿Y cuáles son esos momentos? Quedarse afuera de un ensayo, charlar sobre Michael Caine, ser reconocido pero tener que pagar una multa, participar de una reunión de fans y exprimir la soltería. “El modo íntimo y cercano en que mostramos la amistad masculina llama la atención. No la pensamos como una bromance porque además están las relaciones de la exnovias. Son todos estos vínculos mezclados de gente que no sabe bien qué hacer con su vida”, confiesa Colletti.

El interés sobre el -acartonado- mundo del espectáculo liga a esta producción con el largometraje The Disaster Artist: Obra Maestra (James Franco; 2017) y la serie Barry (aunque aquí no esté Tommy Wiseau ni haya asesinos dando vueltas). Y otro detalle más. Everyone Is Doing Great desprende un halo honesto, indie, narcisista y con ese medio tono al que le cabe perfecto el soundtrack de bossa nova. Todo en pos de enseñar a gente que tienen un conflicto entre percepción y realidad. “Estos dos tipos tienen una vida pública que es muy distinta a lo que les pasa por dentro. Y además está la barrera que ponemos todos. Proyectamos algo genial aunque no estemos así. Y además es un buen nombre”, sentencia Lafferty.