“La respuesta que le dieron a la Justicia no es respuesta, es una irresponsabilidad pública”. La abogada ambientalista Nancy Bolaño, integrante de la Comuna 15, cuestionó la “total falta de información” en el escrito enviado por el Gobierno de la Ciudad a la jueza Andrea Danas, quien había intimado al Ejecutivo porteño para que diera cuenta “de las acciones realizadas para poner fin al foco de contaminación ambiental” derivado de la presencia de cuatro “cementerios de autos”. Bolaño dijo que la presencia de esos depósitos son “un grave peligro de intoxicación por plomo para la población, en especial para niños menores de cinco años.
La respuesta a la jueza –a la que tuvo acceso Página/12— fue enviada por el subsecretario de Seguridad Ciudadana, Juan Pablo Sassano. El texto no va más allá de la enunciación de las normas vigentes, sin dar ningún dato sobre lo que se hizo y se hace respecto de los “cementerios de autos”. Lo único que se admite, citando las normas, es que la acumulación de vehículos abandonados en la vía pública son “un peligro para la salud o la seguridad pública o el medio ambiente”.
El pedido de informes a la jueza fue presentado por Bolaño y por el legislador porteño del Frente de Todos Juan Manuel Valdés. La magistrada también tomó en cuenta la opinión en el mismo sentido de la Asesoría Tutelar número 3 y de la fiscal de instrucción Alejandra Perugini, quien dijo que antes de abrir una causa contra las autoridades porteñas quería escuchar sus respuestas.
En diálogo con Página/12, Nancy Bolaño, titular de las áreas de Ambiente y Urbanización de la Comuna 15, consideró que “la respuesta del Gobierno es una irresponsabilidad pública porque ellos son los encargados de realizar los controles y no lo hacen”. Sostuvo que es “una cuestión de desidia, porque la jueza les pidió información concreta”. Agregó que es “una cuestión hasta caprichosa, porque a esos vehículos hay que compactarlos y darle una solución definitiva al problema”.
Explicó que “la legislación nacional dice que esos autos que ya no van a ser utilizados, se entregan en forma gratuita a cada estado nacional, que puede venderlos y obtener fondos importante para donarlos a las entidades que ellos dispongan”. Se trata de “materia prima reciclable que es comprada, por ejemplo, por Techint y los fondos que se obtienen son entregados al Hospital Garrahan o pueden ser utilizados para atender cuestiones de violencia de género”, entre otros fines sociales.
Bolaño dijo que “entre los elementos contaminantes que contienen los rodados depositados, deben señalarse los metales pesados, el plomo y el cromo, porque los rodados tienen partes fundidas con esos elementos”. Por otro lado, “son terminados con pinturas con plomo y el combustible utilizado también contiene contaminantes”.
La abogada ambientalista precisó que “la intoxicación por plomo en niños es actualmente reconocida como la principal enfermedad ambiental prevenible en la niñez, y ese es un claro ejemplo de la necesidad de articular el sistema de control y fiscalización del cumplimiento de la normativa ambiental”, en el caso de los “cementerios de autos”.
“Se sabe que cuando un niño establece contacto con un foco de contaminación con plomo , el coeficiente intelectual de estos pacientes disminuye 0,25 a 0,50 puntos por cada microgramo por ciento de plomo que aumente su plombemia”. Bolaño aseguró que “no existe un umbral de neurotoxicidad, por lo que no se puede establecer un límite de seguridad en la exposición al plomo”.
Esto significa que “las consecuencias de estas alteraciones tempranas del desarrollo pueden ser graves, irreversibles y de por vida”. La comunera advirtió que “si no se toman medidas de Salud Pública que eviten estas secuelas, se está condenando deliberadamente a los niños expuestos a no alcanzar su potencial intelectual”.
Subrayó que “cuando los niños inician la deambulación independiente y el juego constante en el suelo comienza el contacto con las fuentes de exposición ambientales y al mismo tiempo el hábito de pica, es decir a ingerir sustancias no alimenticias, como tierra, lana, pintura”.
Eso favorece la ingesta de elementos contaminados con plomo y esto es común en “el rango etario de 0 a 5 años, que es el más afectado”.
Por esas razones, “estoy trabajando en un proyecto de carácter voluntario, como práctica rutinaria de control y prevención, para la realización del Dosaje de Plomo en Sangre (DPS) a todos los niños y niñas menores de 5 años de edad y embarazadas, que se atiendan en los establecimientos de salud pública dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en todos sus niveles de atención”.
Los cuatro focos
Solo en la Comuna 15 hay cuatro “cementerios de autos”, pero se estima que son muchos más los que hay en la Ciudad de Buenos Aires. El último informe conocido fue difundido en 2016 por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Entonces se constató la existencia de 51 depósitos de automotores.
En la Comuna 15, el caso más preocupante es el depósito ubicado en Humboldt 550, al lado del Club Atlanta, al que concurren niños para realizar actividades. Se trata de un predio privado, sobre cuyos propietarios no se dio información, y que está bajo la custodia de la comisaría 15 B. En el lugar hay 30 autos y 139 motos, con una antigüedad superior a cinco años.
Bolano explicó que se trata de “un ‘pasivo ambiental’, denominado así por la afectación ambiental que produce porque no fueron adecuadamente mitigadas “las actividades antrópicas que puede generar un riesgo a la salud humana o al ambiente”. En el lugar “los metales pesados que se acumulan en suelo, por efecto del arrastre por medio de las aguas” producen contaminación.
Otro predio está en Joaquín Zabala, entre Chorroarín y Avenida De los Constituyentes. Allí hay decenas de autos y motos bajo la responsabilidad de la comisaría 15C. Algunos de los vehículos se encuentran “apilados en la vereda del Parque Isla la Paternal.
Cerca de allí, sobre Joaquín Zabala, hay un depósito de autos en la zona aledaña a la Escuela de Enseñanza Media “Federico García Lorca”, lo que “constituye un peligro por la exposición que tienen los niños, que asisten a la escuela y al jardín”.
El cuarto foco está en Jorge Newbery y Girardot, donde se constató la presencia de 14 motos y 19 automóviles depositados en jurisdicción de la comisaría 15 de la Ciudad. El predio está ubicado en las cercanías del cementerio de la Chacarita. Muchos de los vehículos evidencian un prolongado abandono en el lugar.