Después de un nuevo fracaso en la paritaria de los docentes universitarios, los gremios del sector reafirmaron que habrá paros y protestas durante toda la semana que viene. La sexta reunión entre los dirigentes sindicales y los funcionarios de la Secretaría de Políticas Universitarias fue breve, como las anteriores, y terminó igual que ellas: con el rechazo unánime de los profesores. El Gobierno reiteró la misma oferta de aumento (no cambió ni una coma), un 20 por ciento en cuotas. La novedad estuvo en que anunció unilateralmente un “pago a cuenta” del incremento, del 4 por ciento y retroactivo a marzo: un monto inferior al 6 por ciento que el propio Gobierno ofrece como primera cuota del aumento.
La oferta, que ayer repitió el secretario de Políticas Universitarias, Albor Cantard, es del 18 por ciento, dividido en tres cuotas (marzo, julio y noviembre). A eso se añade un 2 por ciento en concepto de jerarquización docente (también desde noviembre).
“Tenemos un alto grado de preocupación por la falta de una propuesta acorde de parte del Ministerio de Educación, por lo que perdimos el año pasado y por la inflación de este año, que ya lleva 8 puntos en los primeros cuatro meses”, dijo a este diario Daniel Ricci, secretario general de Fedun.
“El Gobierno continúa dilatando la negociación, demuestra que no le interesan la educación, los estudiantes ni los docentes. Fue casi una provocación. No puede ser que una paritaria dure tres meses, seis reuniones y ninguna respuesta”, dijo a PáginaI12 Luis Tiscornia, secretario general de la Conadu Histórica.
Los dirigentes sindicales coincidieron en que la prolongación de la negociación, sumado a la “poca voluntad de la SPU de realizar propuestas discutibles, bastardea objetivamente la paritaria”. Pero hubo distintas miradas entre los gremios sobre el adelanto del 4 por ciento. Para Ricci, de Fedun, es “positivo” y destacó que sea el mismo porcentaje que se les otorgó a los trabajadores no docentes. Para los referentes de Conadu y Conadu Histórica, el pago a cuenta es “otra provocación” y una “burla”, porque ni siquiera se respeta la primera cuota del aumento que proponen en la paritaria, por lo que lo consideraron un “chantaje” para que firmen.
“Llegamos al hartazgo, porque estiran una situación sin horizonte. Así aumenta la indignación para que la semana siguiente se instale todavía más el conflicto en las casas de estudio y la marcha del 16 sea también más convocante”, dijo Federico Montero, secretario de organización de Conadu. De hecho, esa federación y la Conadu Histórica realizarán paro del 8 al 13 de mayo, algunos días con clases públicas, en las facultades y también frente al Ministerio de Educación, frente Ministerio de Ciencia (en apoyo a los científicos que reclaman ingresar en el Conicet) y frente al rectorado de la Universidad de Buenos Aires. Por su parte, Fedun realizará una serie de jornadas de protesta sin paro, y Fagdut (la federación de los docentes de la UTN) dará vía libre a sus seccionales para que cada una adopte la modalidad de lucha que estime más adecuada. Los docentes de universidades privadas, agrupados en el sindicato Sadop, también se plegarán a la semana de protesta. Los reclamos confluirán, con apoyo estudiantil, en una marcha federal universitaria el martes 16: según está previsto, saldrá a las 17 del Congreso y llegará hasta el Ministerio de Educación; algunos sectores planean continuar hasta Plaza de Mayo.
Informe: Gastón Godoy.