Eligió la localidad Los Altos, del departamento Santa Rosa, a 96 kilómetros de la capital de Catamarca, para vivir con su marido y su hija que hoy tiene 14 años. Allí ejerció sus últimos años de docencia, como directora y luego como supervisora de nivel medio.
Pionera en ejercer los derechos de la diversidad, fue la primera persona en Catamarca en acceder al matrimonio igualitario, y también en hacer el cambio de identidad. Blasia Gómez Reinoso también es hoy la primera mujer trans en ser precandidata a intendenta en Catamarca. Se presentará en las PASO por el Frente Con Vos Podemos, que encabeza el GEN.
-Sos la primera mujer trans candidata a intendenta, pero también fuiste parte del primer matrimonio igualitario y la primera en hacer cambio de identidad en Catamarca.
-Sí, tuve el desafío de animarme, fui el primer matrimonio igualitario, que fue también una noticia porque en ese momento era docente, y yo me casé siendo varón y luego cuando hago identidad de género, también estaba en ejercicio de la docencia, y son ámbitos que eran muy vulnerados, muy sensibles para todas estas conquistas de derechos.
-A Catamarca generalmente se la ha considerado una provincia conservadora, ¿cómo ha sido la experiencia de ejercer tus derechos?
-Catamarca… una provincia conservadora, muy cerrada, con un paradigma bastante fuerte, en todo su pensamiento, su actuar. Dentro de lo que ha sido mi orientación sexual ha sido bastante difícil, muy duro esto de posicionarse. Y cuando tuve que adquirir estos derechos también fueron difíciles, porque había una ciudadanía bastante religiosa. Recuerdo hace 11 años cuando decía que me iba a casar, 500 ó 600 personas marchaban alrededor de la plaza 25 de Mayo que eran los antimatrimonio igualitario, los de la iglesia, entonces no me era tan fácil.
Y cuando hice identidad de género no fue tan difícil, pero tampoco fue fácil, porque uno de los medios más importantes de Catamarca, un día antes de que vayamos a firmar para que nuestros nombres fueran registrados, titula en la tapa poniendo 8 hombres se transforman en mujeres. Y bueno, eso fue todo un revuelo en el registro civil. A mí no me interesaba que digan lo que quieran porque estaba preparada espiritualmente, psicológicamente, emocionalmente, preparada para la multiplicidad de miradas que no todos iban a estar de acuerdo, que no todos te iban a decir que eras bella, que no todos te iban a decir lo que querías escuchar.
Yo he llegado a escuchar: “A mí me gustaba como eras antes”, he llegado a escuchar: “Por más que te vistás de mujer vas a ser puto”. Es decir, ciertos calificativos que tienes que estar bien plantada, bien firme, para que el árbol no se termine de quebrar, aunque el viento sea fuerte. Ha sido complejo, pero estuve en la lucha, me animé, no tuve miedo. Seguí adelante y acá estoy. Yo terminaba aceptando que el otro me mire como quiera mirarme, la problemática no era mía, es del otro.
-¿Hablaste de tu larga tarea de docente, cómo fueron recibiendo tus alumnos estos cambios?
-Sí, yo fui docente del nivel medio y los chicos estaban felices cuando hice matrimonio igualitario, ellos realmente entendían y comprendían, los jóvenes han crecido con estos derechos. Y cuando hice identidad de género, no a todos les importaba el proceso, más les importaba el primer día que yo volviera a la escuela como mujer. Y volví como mujer un miércoles que tenía a la mañana mi turno de vicedirectora y cuando me presentaron como vicedirectora como Blasia Gómez Reinoso, mirá, los chicos gritaban, aplaudían y hasta llegaron a emocionarse. Y los docentes como adultos, algunos recontentos, otros disimulaban bien la hipocresía y el cinismo y yo entendía todo eso, porque también no era fácil para ellos. Porque era un cuerpo que se modificaba, una persona que dejaba de ser Horacio y pasaba a ser Blasia, yo un poco lo titulé como que había muerto esa persona y volvió a nacer, a resurgir esa otra persona que era Blasia.
Entonces en ese conjugar no todos lograban comprender y entender, porque los mandatos sociales son muy fuertes. Las cuestiones heteronormativas son también muy duertes, entonces poder deconstruir para volver a construir, volver a educar nuevos paradigmas, nuevas formas de ver la vida, de ver al otro y de verme yo misma no es nada fácil, tampoco para los demás.
Ahora hay una sociedad que ve posible que seas intendenta. Hay una sociedad, personas que han transitado acá donde vivo mis luchas, han transitado el convivir inserta con mi marido en el pueblo, en la localidad. Nunca pretendí que la comunidad se adapte a mí, siempre traté de irme adaptando a la idiosincrasia y a todo lo que es vivir en el interior de una provincia. Considero que esto tiene su resultado porque tiene que ver con un tiempo en un espacio que ha permitido ir construyendo y decodificando cuestiones. Todo se fue naturalizando y hoy llegué a este punto de animarme y de poder haber dicho sí a esta nueva propuesta y desafío.
-¿Creés que más allá de la ampliación de derechos se necesita ocupar espacios reales?
-Las mujeres en su mayoría, para no caer en esto de la diferenciación, porque también me reservo un concepto sobre los colectivos. Yo diría que nos evitaríamos de hablar de colectivos si evidentemente hubiéramos estado preparados para aceptar y verlo al otro desde una diversidad, de que el otro es diferente a mí y yo soy diferente al otro y por ahí nos podemos reflejar uno con el otro. Esto del colectivo me suena que cuando tenés que hablar de las lesbianas, los gays, los bisexuales, los trans, y no lo ubicás a los heterosexuales también en eso, también te va llevando sutil y elegantemente a un closet.
Si vos querés que la sociedad toda te acepte y que dejemos de joder con la cuestión de la homofobia y que realmente el otro te mire como sos en toda la integridad, no comparto de hablar de colectivos. Considero que el ser humano somos todos una unidad, somos todos una esencia y eso es lo bueno. Creo que a partir de ahora se van abriendo algunas brechas, y creo que cuando acepté fue también para dejar una puerta abierta para todas las mujeres trans y no trans, para decir que se puede. Porque muchas veces hablamos de machismo y de sexismo, pero muchas veces somos nosotras las mujeres las que tenemos la responsabilidad que suceda lo que sucede.
-¿Cómo explicás esa responsabilidad?
-Muchas veces las mujeres somos responsables de que los hombres sean realmente machistas, porque preparamos y generamos acciones en lo intelectual, en lugares claves ejecutivos, en lugares de la política que tan solo pareciera que el hombre los puede hacer y no nos damos cuenta de que nosotras también lo podemos hacer, en todo el sentido de la palabra.
-¿Cómo creés que tu experiencia personal puede ser volcada a tu labor política?
-Todas estas construcciones de vida, tanto laborales, personales, son una sumatoria de situaciones que te hacen tener una experiencia incluso para la escucha, esa escucha activa que uno requiere tener para los demás. Me gustaría que se visibilice y quede claro que el rol mío de intendenta sería estar al servicio, generar acciones, bienestar, acompañar que no siga habiendo más pobres, que de 10 jóvenes 7 son pobres y no todos acceden a la escuela. Me preocupa mucho la pobreza, el ámbito social en todo su aspecto y esto te lo va dando lo que uno ha ido transitando como persona, entonces el tener una mirada comprensiva hacia el otro es fruto de lo que vos transitás, es fundamental para poder tener una mirada recíproca y que tiene que ver con el ámbito social.
-¿Qué problemáticas has identificado en Los Altos?
L-a problemática mayor es la deserción de la población vital, los jóvenes se van porque no tienen las posibilidades laborales. El tema del trabajo es fundamental y la calidad de vida es también preocupante, porque hay que crear verdaderas fuentes laborales con sueldos dignos y obra social. Hay que pensar que son lugares que los podés potenciar con los jóvenes. Esta es una zona muy linda para crear el turismo que no está explotado para nada, tenemos lugares maravillosos. Y esto ocurre en toda la provincia de Catamarca, tenemos lugares que son maravillosos, pero que no están aprovechados.
Los lugares estuvieron perpetuados, entre familiares y amigos. La política es maravillosa cuando está bien ejercida. Hay ciertos lugares que llevan a la ciudadanía a tener otra mirada, y donde yo estoy en el interior de Catamarca, reclama cambios.