En la sexta jornada de juicio por el femicidio de María Leonor Gine declararon dos médicos psiquiatras que se explayaron sobre la adicción a las drogas desde que era niño de Agustín Morales, nieto de la víctima, el cual vivía con ella y es el principal acusado de haberla asesinado.
El médico psiquiatra José Rodríguez Lazcano indicó que conoce a Morales y a Federico Detzel, amigo del primero y que también está siendo juzgado ante la sospecha de que haya tenido alguna participación en el homicidio. Aseguró que ambos estuvieron internados en la unidad de desintoxicación del hospital del Milagro.
Respecto a Morales informó que estuvo internado por orden judicial en el área de desintoxicación del hospital, que fue llevado con la policía. Aseguró que tenía un policonsumo de drogas, nombró pasta base y alcohol, e indicó que el paciente no tenía conciencia de la enfermedad, que no tenía interés en el tratamiento y que se fugó luego de haber permanecido dos o tres días, incumpliendo de este modo con el tiempo establecido para la internación.
El abogado de la defensa Horacio Morales le preguntó al médico si el policonsumo puede producir amnesia. El médico dijo que sí, cuando se mezclan benzodiazepinas como el clonazepam con alcohol. En el caso del imputado, Agustín Morales, no lo pudo precisar puesto que indicó que las mezclas son particulares. El profesional explicó que si se consume cocaína, que es estimulante, con alcohol, la cocaína contrarresta esos efectos sedantes.
Respecto a la abstinencia de drogas, el psiquiatra dijo que produce ansiedad de consumo y malestares físicos. La defensa de Morales le consultó si la abstinencia puede producir reacciones violentas, el médico sostuvo que depende de los niveles morales que cada uno tenga.
Los abogados de la defensa también insistieron con preguntas respecto a cómo se produce un brote psicótico, y si el consumo de drogas puede generarlo. Para el psiquiatra lo "alucinógeno" es psicótico. Dijo que la pasta base produce delirio paranoico, persecutorio y eso sería algo psicótico. El médico indicó que el consumo de drogas en los niños es deteriorante, porque puede afectar la parte frontal del neocortex. "Es un gran problema", afirmó, y detalló que en Salta el consumo de drogas arranca desde los 11 o 13 años.
El psiquiatra del Poder Judicial, Ángel del Cerro, quien le realizó una pericia a Morales el 10 de junio de este año, dijo que durante la misma, el acusado negó ser protagonista de los hechos que se le imputan. Explicó que desde los 13 años tiene drogadependencias múltiples y que Morales comprende la conducta desplegaba, discierne actos reprochables y tiene inteligencia media.
Para definir algún grado de inimputabilidad en Morales, el médico indicó que se le tendrían que haber hecho pruebas de sangre y orina, para saber qué cantidad de sustancia estuvo actuando sobre él cuando se produjo el crimen de Gine. La abogada defensora de Aguirre, Gabriela Arellano sostuvo que no se le hicieron estudios de toxicología a Morales.
También declaró durante la jornada el sacerdote Alejandro Pezet quien precisó que es colaborador del centro de recuperación de personas con consumo problemático de drogas de la Fundación Fazenda, ubicada en Rosario de Lerma. El testigo dijo que conocía al nieto de la víctima y también al imputado Federico Detzel, porque ambos habían residido en la institución.
Dijo que conoció a Agustín Morales cuando tenía 16 años e ingresó por primera vez a la fundación para intentar recuperarse de sus adicciones. Sostuvo que el joven "era un niño herido golpeado por la vida cuando ingresó la primera vez".
Estuvo allí entre abril y agosto de 2016. Por decisión propia salió y volvió en noviembre de 2016. Entonces se quedó un año, hasta noviembre de 2017. Luego de eso, lo volvió a ver en febrero de 2020, cuando hizo un nuevo intento de ingreso, pero se fue por propia voluntad después de tres días.
El sacerdote dijo que en sus primeros ingresos, Morales se integró muy bien a las actividades propuestas y a la convivencia. Cuando volvió en febrero de 2020 lo vio mal. Llegó a la fundación luego de haber ingresado al Hospital Ragone.
Sobre Detzel, señaló que ingresó al establecimiento en febrero de 2016 y que fue trasladado a otra sede porque había tenido problemas con el responsable local de la institución. El sacerdote señaló que Detzel tenía “una personalidad más difícil para la convivencia” y que “tenía problemas con la autoridad”.
También prestó declaración un amigo de Morales, Ignacio Sánchez "Nacho". Fue citado como testigo de la querella, debido a que la madre del imputado e hija de la víctima, María José, señaló que este joven fue quien le llamó para informarle que el hijo había estado por su casa en barrio Grand Bourg, y que estaría bajo el consumo de sustancias.
Sánchez dijo que el imputado es “su mejor amigo”. Contó que el 28 de marzo de 2020 el acusado llamó a la puerta de su casa como a las 8. Él dormía y lo atendió su mamá. Ella lo fue a despertar y le dijo: “Está Agustín afuera. No salgás porque lo veo raro”. Entonces él lo atendió por la ventana. El acusado le pidió que saliera a fumar con él, propuesta que rechazó.
El testigo refirió que lo vio “pasado de vueltas” y definió ese concepto como "amanecido" y con señales de haber estado “escabiando” o drogándose. Dijo que le reclamó por presentarse así en su casa, delante de su mamá. Contó que Agustín le pidió $500, pero él le dijo que no le iba a dar, que solo le iba a prestar para que se tome un remis hasta la casa de su abuela. Dijo que Morales no le quiso recibir el dinero para el remis y supuso que era porque estaba en la camioneta de su abuela.
Cuando Morales se fue, Sánchez llamó a la madre de éste para contarle lo sucedido. Ella le pidió que lo retuviera en el lugar pero él le explicó que no lo había hecho pasar por el tema de la pandemia.
El testigo dijo que sabía de las adicciones de su amigo y que su problema principal era la cocaína. También fumaba marihuana de vez en cuando. Afirmó que nunca lo vio violento ni cegado. Contó que lo vio cambiar celulares y camperas para conseguir plata para drogarse, pero no era de robar.
Sobre la relación de Morales con su abuela aseguró que era muy buena, que se amaban y que era recíproco. Consideró que, cuando ella tenía que ponerle límites lo hacía. Dijo que Gine lo llamaba a veces para corroborar que Agustín había estado con él, como le había asegurado a ella. Describió a Morales como un chico amable, compañero y capaz de reconocer sus errores cuando se equivocaba.
Además declaró un exadministrador del consorcio del edificio donde residía Gine, Sebastián Hinojosa Yori. Dijo que conoció a Morales porque antes ya había residido durante una temporada con su abuela. Estimó que esto fue hace tres o cuatro años y dijo que recibió quejas de los vecinos por el comportamiento del joven debido a que entraba y salía a altas horas de la noche y dejaba en la escalera residuos de marihuana y preservativos usados.
El abogado querellante, Marcos Luis Gorriti, al igual que la Fiscalía la semana pasada, también informó al Tribunal que añadirá a la acusación que se juzgue a Detzel y Aguirre por encubrimiento.
La audiencia de debate está a cargo de los jueces de la Sala III, María Gabriela González, Carolina Sanguedolce y Pablo Farah, continuará este martes con la comparecencia de los testigos a las 9.
Agustín Morales está siendo juzgado por homicidio agravado por el vínculo, ensañamiento, alevosía, criminis causa y por haber mediado violencia de género, en perjuicio de Gine, en concurso real con violación de medidas dispuestas por la autoridad competente para impedir la propagación de una pandemia.
Federico Leonardo Detzel y Tania Rocío Aguirre, en tanto, están imputados por homicidio agravado por ensañamiento, alevosía, criminis causa en perjuicio de María Leonor Gine, en concurso real con violación de las medidas dispuestas por la autoridad competente para impedir la propagación de una pandemia.