La ministra de Salud, Carla Vizzotti, anunció el acuerdo vinculante para la compra de 20 millones de dosis de Pfizer y ello le permitirá a Argentina dar un paso importante en la vacunación de la población infantojuvenil porque complementarán las dosis de la vacuna Moderna que ya comenzó a distribuirse en las provincias (ver aparte). Estas nuevas vacunas llegarían antes de diciembre aunque todavía resta precisar los aspectos logísticos y definir cuándo aterrizarán los primeros lotes. De esta manera, el Gobierno pone fin a la polémica instalada desde hace meses por los medios y políticos de la oposición. En diálogo con Página/12, Vizzotti afirmó que “Pfizer siempre tuvo la intención de firmar el contrato con Argentina y Argentina siempre tuvo la intención de firmar el contrato con Pfizer. Es falso que hubiera una situación más complicada detrás; es falso que ello se podría haber hecho antes porque no estaban los acuerdos; es falso que hubiéramos recibido 13 millones de vacunas en diciembre pasado. Es contrafáctico lo que plantea la oposición, creo que todo quedó más claro. Tenemos 42 millones de vacunas en nuestro suelo, no hay otra realidad que esa”, sostiene.
Después, la ministra destacó la importancia del contrato logrado. “La campaña está marchando muy bien y lo que pasó hoy significó un punto de inflexión. Es muy lindo lo que se siente luego de conseguir esto, la satisfacción de haber sorteado todas las dificultades”. Y agregó: “De verdad es algo que desde el primer momento se quiso hacer, pero en ningún momento habíamos podido en función del marco legal que estaba vigente previo al DNU. El marco legal previo generaba una barrera que pudimos superar. Acercamos las posiciones de manera que las dos partes pudieran escucharse y lograr el consenso”.
Vacunas para los menores
El dato positivo a destacar es que la fórmula vacunal desarrollada por la compañía estadounidense es, en la actualidad, una de las dos que se está empleando en adolescentes de 12 a 17 años. La otra es Sinopharm, que ya se utiliza en China para la población de niños, niñas y jóvenes de 3 a 17 años. La restante que motorizará la ampliación del Plan Estratégico de Vacunación contra Covid es Moderna. En este caso, pese a realizar una recomendación positiva, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aún no ha concretado la aprobación formal, por lo que aún no ha comenzado a aplicarse en la franja etaria que va de los 12 a los 17 años.
Con la ampliación de la vacunación hacia las poblaciones de menores de 18 años, Argentina vislumbra un horizonte prometedor hacia septiembre. Si durante el pico las infecciones llegaban a los 33 mil diarios, en el presente se informa un promedio de 12 mil contagios en cada jornada, las hospitalizaciones disminuyen en forma notoria (4.155 en comparación al máximo de 7.969 de ocupación de camas UTI) y el promedio de fallecimientos (si se descuentan las cargas que corresponden a meses previos, se ubica por debajo de 300) hace lo propio.
Los detalles que faltan
Definir “los detalles logísticos” con la tecnología de Pfizer no constituye un procedimiento menor. La vacuna debe conservarse a una temperatura de 70 grados bajo cero, por lo que necesariamente debe almacenarse en transportadores especiales. Asimismo, se trata de una de las fórmulas con mayor efectividad reportada: frente a la variante Delta, según informaron desde la empresa, la efectividad alcanza un 94 y un 96 por ciento.
“Ahora profundizaremos los diálogos para llegar a definir el cronograma al que se pueda comprometer el laboratorio para que empiecen a llegar las 20 millones de vacunas en todo el 2021. Es fundamental porque ampliará la posibilidad de cubrir a adolescentes entre 12 y 17 años, más allá de los grupos prioritarios. De aquí en más iremos puliendo las condiciones de recepción de la vacuna, hasta firmar el acuerdo final”, aseguró Vizzotti a este diario.
Una estrategia de vacunación diversificada
De esta manera, el país orienta su estrategia de vacunación hacia una cartera más diversificada de activos. Además de las Sputnik V, Sinopharm, AstraZeneca y Moderna, los argentinos y argentinas se aplicarán las dosis de Pfizer y de CanSino. Vizzotti anunció que el gobierno realizó el pago para garantizar el arribo de las primeras 200 mil dosis de esta última opción: una fórmula elaborada en China, monodosis y que podría arribar en los próximos días. El contrato con CanSino implica la llegada de 5.4 millones más de vacunas.
Vale destacar que, a las vacunas que seguirán llegando (lotes asegurados por contratos con Sputnik V, Sinopharm y AstraZeneca), deben sumársele aquellas en las que el país participa en algún eslabón de la producción (mAbxience en la de AstraZeneca y Richmond en la de Sputnik V) y las que elaborará 100 por ciento en territorio local (hay ensayos preclínicos que llevan adelante la Universidad Nacional de San Martín, la Universidad Nacional de La Plata y el Instituto Leloir).
Al respecto, la titular de la cartera sanitaria planteó: “Esta es la vacunación más grande de la historia, el desafío es inmenso por la cantidad de personas a vacunar, con dosis diferentes, con distinta conservación, con distintos intervalos a distintas edades. Según el cálculo que hicimos, con las vacunas que estamos aplicando, superamos en un 105 por ciento la vacunación que nuestra nación realizaba habitualmente previo a la pandemia”. Luego remató: “Desde lo personal, me genera una responsabilidad inmensa, vamos sorteando uno a uno todos los obstáculos; es tan importante la decisión política del Presidente como el trabajo inmenso que hace cada vacunador y cada vacunadora desde el vacunatorio más chiquito”.
Las controversias por Pfizer
Durante la pandemia, la vacuna de Pfizer se ubicó –como ninguna otra– como eje de disputa política. A mediados del año pasado, Argentina prestó a sus científicos y a sus capacidades instaladas para la realización de ensayos clínicos de fase 3 en el Hospital Militar de CABA. Sin embargo, aunque a priori se creía que esto podría generar una ventaja (en cuanto al acceso rápido de dosis una vez que la tecnología fuese autorizada en suelo norteamericano), la situación fue mucho más compleja de lo que se creía.
“En el momento en que se comenzamos a realizar las primeras negociaciones, entre julio y noviembre de 2020, todos los cronogramas de entrega de todos los laboratorios eran estimativos. Ninguno, incluyendo Pfizer, pudo cumplir con los compromisos iniciales. No había falta de voluntad por parte de las compañías, sencillamente no pudieron. Durante todo este tiempo, hemos trabajado ininterrumpidamente y continuábamos insistiendo ante cada respuesta negativa”, relató Vizzotti.
La oposición mediática y política, en este sentido, se aferró a una situación concreta (las vacunas de Pfizer no llegaron), aunque la colmó de sentidos que distorsionaban y se alejaban de la realidad. Mientras tanto, funcionarios del gobierno aclaraban que las negociaciones seguían en marcha con todos los laboratorios. En una conferencia de prensa reciente, hacia comienzos de junio, Vizzotti señalaba: “Bajen la tensión y la obsesión que tienen con Pfizer. Argentina quiere comprar la vacuna de Pfizer y Pfizer quiere vender su vacuna a la Argentina y estamos trabajando en eso. Es absolutamente falso que Argentina haya rechazado una vacuna. No nos van a correr un centímetro de nuestro trabajo”.
El 2 de julio, el presidente Alberto Fernández firmó un DNU clave para regular y actualizar el marco legal que le permitía a Argentina destrabar la adquisición de vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. En el texto normativo se informaba la creación de un "Fondo de Reparación Covid-19" (con el objetivo de hacerse cargo del pago de indemnizaciones en el caso de que una persona inoculada sea dañada); la eliminación del término "negligencia" (como supuesto de responsabilidad en la ley de adquisición de vacunas, que ya había sido identificada como una de las principales trabas para la negociación con Pfizer); y, por último, la "inmunidad soberana" de todos los bienes del Estado, a excepción de las regalías que percibe por la explotación de recursos naturales.
Por esa ventana abierta, llegaron las dosis de Moderna (3.5 millones) donadas por la Casa Blanca que servirán la semana próxima para poner en marcha la campaña de inmunización de la población infanto-juvenil, y se logró concretar el acuerdo con Pfizer que asegura el arribo de 20 millones de dosis. La pandemia desnudó cómo se mueven las fichas en un paisaje global dominado por la geopolítica de las vacunas: aquellas naciones que se mueven más rápido y con mayor audacia son las que finalmente conseguirán retornar a la normalidad que fue arrebatada hacia comienzos de 2020.